Si algo enorgullece a quienes forman parte del Club Complutense de Hockey no es el hecho, que también, de tener un equipo masculino y uno femenino en las máximas categorías del hockey hierba en España, sino el haber creado una estructura que permite que prácticamente todo el que quiera jugar a este deporte en Madrid tenga a su disposición una escuela deportiva en la que iniciarse y si su progresión y ganas lo permiten llegar a la elite.
La Escuela Complutense de Hockey admite niños y niñas desde los cinco años de edad. Y aunque aún los niños son mayoría, como indica Jorge Donoso, director técnico del Club, cada vez son más las niñas que empiezan desde pequeñitas. "La proporción de chicas en el club -explica Donoso- cada vez es más alta. En la actualidad, de las 420 licencias que tenemos en las distintas categorías, alrededor de 135 son femeninas, lo que está bastante bien".
Pero no solo cada vez son más, sino que además cada vez son mejores. Prueba de ello es el equipo femenino de División de Honor, el SPV-Complutense, cuya base está formada por jugadoras crecidas en la Escuela. Como cuenta Donoso, que desde hace dos temporadas dirige al equipo, tras doce años entrenando al masculino también de División de Honor, el objetivo que se marcó al iniciar su andadura con el equipo era el de mantener la categoría. En la actualidad son terceras y tienen su presencia prácticamente asegurada en los play off por el título de esta temporada. "Técnica y tácticamente no tienen nada que envidiar a los chicos. Otra cosa es la velocidad o la fuerza, claro. Y quizá también un poco el aspecto psicológico, ya que precisan más cariño y menos broncas", ríe Donoso.
Una de las jugadoras que lleva toda su vida en el Complutense es Leticia Llamas. A sus 32 años aún recuerda su primer día con el stick en la mano. Tenía entonces 6 años. Son, pues, veintiseis años ligada a este deporte, en los que también ha tenido tiempo para estudiar Medicina. "Si no dijera que esto exige mucho sacrificio mentiría. Pero merece la pena, sin duda; lo que he vivido y compartido me ha hecho mucho mejor".
Muchos menos años que Leticia tiene Sara Madrid, quien este año ha comenzado a estudiar Enfermería, y menos aún Paula Arrazola o Lucía Jiménez, quien aún cursan bachillerato. Estas dos últimas, internacionales con España, encabezan una generación de excelente jugadoras de la que también forman parte otras habituales en el primer equipo, aunque en edad juvenil, como Cristina Conde, Lucía Cobo o Ana Calvo. "Todas estas niñas vienen apuntando realmente alto -cuenta Donoso- y si no nos las quitan, lo que por suerte por la crisis cada vez pasa menos, nos garantiza un gran futuro".