Un año más, la Feria de Madrid ha organizado el Salón Internacional del Estudiante y la Oferta Educativa, AULA, en el que las universidades públicas y privadas de Madrid, 14 en total, han presentado su oferta para el próximo curso. Como siempre, miles de estudiantes de Bachillerato han visitado las instalaciones de IFEMA para conocer de un solo vistazo las diferentes propuestas de las universidades y otras instituciones relacionadas con el ámbito educativo. Junto a su búsqueda de informacion sobre planes de estudios o de diferencias entre titulaciones de parecida denominación, los futuros universitarios han dejado patente, como han coincidido en señalar los responsables de varios de los stands presentes en la feria, su preocupación por dos asuntos: el precio y las salidas laborales.
"Hace unos años nadie te preguntaba cuánto dinero costaba hacer un curso universitario. En cambio, ahora, es una de las preguntas que más nos hacen ya antes de venir aquí". Esta reflexión de una profesora de un instituto de secundaria de la provincia de Guadalajara, que desde hace cerca de 15 años acompaña a sus estudiantes de bachillerato en su visita a AULA, refleja la preocupación social que ha supuesto el desorbitado incremento de las tasas públicas universitarias.
Las tasas
"En los dos últimos años he tenido alumnos que no han podido ir a la Universidad porque sus padres están en paro y no pueden permitirse pagar ese dinero", añade esta profesora, quien prefiere mantener tanto su nombre como el del centro en el que trabaja en el anonimato. "No es que tenga miedo de nada, pero esto que yo digo es una situación, por desgracia, cada vez más generalizada, por lo que ¿qué mas da quien lo diga? Lo único importante es que cada vez menos gente va a poder ir a la Universidad, y eso es lo que hay que denunciar".
Lo cierto es que hasta el Ministerio de Educación reconoce este descenso de estudiantes, aunque defiende que no está relacionado con la crisis ni con el aumento de los precios públicos. Así lo hace constar en su documento "Datos básicos del sistema universitario español. Curso 2013-2014", presentado escasas fechas antes de la celebración de AULA. El Ministerio considera que el descenso del 0,5 por ciento de estudiantes de grado del curso 2012-13 respecto al anterior y la nueva caída del 0,8 por ciento que prevé en los datos finales del actual curso, "está directamente relacionado con la reducción de la población entre 18 y 24 años, que en el año 2014 disminuye en 3,2 por ciento respecto a 2013".
"Basta con estar aquí unas horas para darse cuenta de que hay una gran precocupación por el tema económico -señala Alba Contreras, una de las coordinadoras del stand de la Complutense en AULA-. Son muchísimos los estudiantes que nos preguntan por las tasas, por posibilidades de financiación, por los tipos de becas, por ayudas... Además, se muestran muy críticos tanto con la Comunidad como con el Ministerio. Tienen claro que la culpa no es de la Universidad", concluye.
"Hay lugares -señala la profesora del instituto de Guadalajara- en los que no es sencillo animar a los chavales e incluso a sus propias familias para que vayan a la Universidad. Quien vive en Guadalajara, por ejemplo, tiene que hacer un gran esfuerzo diario para ir a Madrid, y si encima les decimos que estudiar es caro, que casi no se dan becas, que tampoco esto les asegura un trabajo... La situación no es nada sencilla, y creo que más pronto que tarde nos arrepentiremos de lo que está pasando".
Madrid en desventaja
"Las universidades de Madrid estamos en clara desventaja con las de otras comunidades. Basta acercarse al stand conjunto que tienen allí nueve universidades de otras comunidades para darse cuenta de que el tema de las tasas está convirtiéndose en una problema para nosotros", comenta uno de los responsables del stand de otra de las universidades madrileñas en AULA.
De acuerdo con los datos del Ministerio, estudiar en la Comunidad de Madrid sólo es más barato que hacerlo en Cataluña. El precio medio del crédito matriculado por vez primera en el conjunto de España es de 18,42 euros. En Madrid es de 30,33 euros y en Cataluña de 33,52. En Galicia la media del coste de un crédito no llega a los 12 euros (11,89). Las diferencias entre el coste de un crédito dependiendo de si pertenece a estudios con mínima o máxima experimentalidad también es amplia. En Madrid, en concreto, va desde los 27 a los 33 euros. En Cataluña aún es mayor: de 25,27 a 39,53 euros.
Aunque el Ministerio no entre en valorar si este sobrecoste de la experimentalidad es la causa, sí muestra una gran preocupación por la reducción de la matriculación en carreras de Ciencias en los últimos años, aunque prefiere relacionarlo, entre otras cuestiones, con las altas notas de acceso que solicitan estas titulaciones.
Salidas laborales
Otro aspecto que cada vez más preocupa a los futuros universitarios, como también se ha podido comprobar en la última edición de AULA, son las salidas laborales de las titulaciones. Como es fácil de comprender, los campos para los que habilita trabajar cada titulación son muchos, pero luego la realidad es otra. Por primera vez, el informe "Datos del sistema universitario español", incluye cifras relativas a la inserción laboral de los egresados universitarios. Aunque se destaca que las posiblidades de encontrar empleo para alguien con título universitario son mayores que las que tiene quien no lo posee, en el informe se reconoce que la situación ha empeorado significativamente en los últimos años.
"La tasa de paro en España-señala el Ministerio- ha crecido significativamente desde el año 2007, sin embargo no lo ha hecho por igual en todos los sectores poblacionales. El impacto ha sido desigual en función de la edad y del nivel de formación alcanzado. Así, para el total poblacional, la tasa de paro ha pasado del 8,3% en 2007 al 25% en 2012, sin embargo para la población con educación superior, no doctor, el crecimiento ha sido menos explosivo, del 5,4% en 2007 a 15,2% en 2012. Si se tiene en cuenta la población con doctorado el crecimiento es mucho menor, del 2,7% al 4,7". Es decir, la educación universitaria disminuye el riesgo de paro", sentencia el Ministerio.
Según los datos concretos que ofrece el informe, si los egresados en el curso 2005-2006 encontraban empleo (en concreto, el informe habla de afiliaciones a la Seguridad Social) hasta en un 58 por ciento en el primer año tras finalizar sus estudios y en un 70 por ciento de las ocasiones en un periodo de tres años, estas cifras para los egresados en el curso 2010-2011 han caído casi 10 puntos. En concreto, solo el 49 por ciento de quienes acabaron entonces sus estudios universitarios encontraron trabajo durante el año siguiente. Por ramas de conocimiento, son los titulados en carreras artísticas y humanidades y en las científicas los que peor panorama laboral han tenido ante sí. Solo el 33,2 por ciento de los que acabaron estudios de arte o humanidades en el curso 2010-2011 encontraron trabajo durante el año siguiente, y solo lo logró el 42,7 por ciento de los que habían optado por carreras científicas. Eso sí, la situación de quienes han estudiado ciencias va mejorando con el paso del tiempo, según muestran los datos de los egresados en el 2005-2006.
De acuerdo con los datos ofrecidos por el Ministerio, quienes finalizaron sus estudios universitarios en ese curso 2010-2011 (último del que hay datos) no encontraron en el trabajo autónomo, muy relacionado con iniciativas emprendedoras, una solución a sus problemas de inserción laboral, ya que sólo alrededor del 8 por ciento de los que se dieron de alta en la Seguridad Social lo hicieron en esta modalidad.
Ciencias, en descenso
Aunque los temas relacionados con las tasas y la futura inserción laboral fueron dos de las cuestiones recurrentes que trataron quienes visitaron AULA, por supuesto la mayor preocupación de los futuros universitarios sigue siendo elegir los estudios que mejor se adapten a sus deseos o inquietudes. En este aspecto, es creciente el interés que despiertan tanto los dobles grados como la posibilidad de cursar estudios en otro idioma, en especial en inglés. No obstante, como señala Alba Contreras, del stand complutense, muchos estudiantes continúan un tanto influidos por lo que ven en la televisión. "Los estudios por los que más preguntan -señala Alba- son criminología, inspector de homicidios o psicólogo forense. También por ingeniería genética y luego ya por Veterinaria, Medicina o Diseño, aunque este último ha decaído un poco respecto al año pasado".
De acuerdo con los datos del Ministerio, del cerca de un millón y medio (1.438.115) de estudiantes universitarios que hay matriculados este curso en las 82 universidades que hay en España (50 públicas y 32 privadas), casi la mitad (47 por ciento) cursan estudios relacionados con las Ciencias Sociales y Jurídicas. El 20,7% lo hacen en carreras de Ingeniería y Arquitectura, un 16,5% en las del ámbito de Ciencias de la Salud, un 9,9% en Artes y Humanidades, y un 5,8% en carreras de Ciencias. En la última década ha habido un cambio importante de tendencia. Ciencias de la Salud es el área que más ha crecido en cuanto al número de estudiantes matriculados, un 88,6%; mientras que Ciencias es la que más ha retrocedido, un 25,3%, así como las ingenierías y Arquitectura, que han visto una disminución de alumnos del 23,3%. En Ciencias Sociales y Jurídicas y en Arte y Humanidades apenas ha habido variaciones.