Del 4 al 28 de marzo la Biblioteca María Zambrano acogió la exposición "colores de vida", una muestra colectiva organizada por la Unidad de Igualdad de la UCM, que alerta sobre el maltrato y anima a las mujeres a reintegrarse a una vida plena.
"Colores de vida" es una exposición colectiva de 18 artistas -doce mujeres y seis hombres- que a través de la palabra y la creación artística quieren seguir alertando sobre la lacra del maltrato hacia las mujeres. La comisaria de la muestra, Silvia Martínez, es la autora de los dieciocho textos que van describiendo las diversas fases por las que pasa una mujer que sufre maltrato, desde que la ilusión preside su relación sentimental hasta que consigue recuperar la vida que la violencia durante un largo tiempo la llegó a robar. "Recuperamos los colores de la vida-escribe la directora de la Unidad de Igualdad, Isabel Tajahuerce, en el prólogo del catálogo de la muestra- para explicar las causas de la desigualdad, de la violencia, para elevar la voz sobre el dolor y abrir nuevos espacios para esas mujeres y esos hombres que construyen cada día una nueva cultura de igualdad desde el respeto, la corresponsabilidad y la libertad".
Como contó la propia autora en la inauguración de la exposición -que contó con la presencia del rector Carrillo-, primero nacieron los textos en prosa, titulados cada uno con un color, y después fueron los artistas quienes se inspiraron en ellos para desarrollar sus obras.
La calidad de las obras permite centrar la mirada en cada una de ellas de manera independiente, pero es siguiendo el orden preestablecido cuando el visitante logra la visión de conjunto que persigue la muestra. Así, la visita empieza en los dorados (Tati Galiano) y rosas (Elena Blanch) de una relación que nace. Pero es de este último color del que ya nacen las espinas, que derivan en los azules (María Sáez) de la desconfianza y los ocres (Ana Cano) que conllevan los primeros golpes. Ya todo son grises (Trinidad Irisarri), marrones (Fernando Garcés) y hasta cuando no está él cerca nunca pasan de naranjas (Pedro Terrón). La sumisión y el miedo son violetas (Encarnación Hernández) y platas (Susan Conell). La sangre, los hinchazones que producen los continuos golpes, la desesperanza, la confusión, son rojos (Silvia Martínez), negros (Javier Montesol), púrpuras (Arancha García), cobres (Marta Aguilar) y marengos (Silvia Martínez). Del amarillo de la soledad (Miguel Ángel de la Rosa) se pasa al verde esperanza (Miguel Llanos), al neutro incoloro (Marta de Cambra) de quien pone distancia de por medio y, por fin, a los blancos (Carmen Trillo) que permitirán poner sobre ellos los colores de la vida (José María de la Rubia).
La muestra, como explicó su comisaria nace con voluntad de itinerancia. De hecho, su visita a la UCM estuvo precedida por una estancia en el Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada.
En sus palabras en la inaguración de la exposición, el rector Carrillo destacó los once años que ya tiene de existencia la Unidad de Igualdad de la UCM, y la labor que durante este tiempo está desarrollando para lograr que la igualdad se convierta en la práctica en lo que sobre el papel ya es un derecho fundamental. "No basta con ser iguales ante la ley. Falta mucho más y la Unidad de Igualdad trabaja cada día para alcanzar ese más", concluyó.