Los profesores José Ignacio Hidalgo y Juan Lanchares tienen una "afición" en común: la historia en general y la de la computación y la informática, en particular. Confiesan que para ellos investigar, descubrir historias sobre los pioneros de la tecnología se ha convertido en un "hobby" al que dedican "muchas, muchas horas", pero que les depara un gran placer. "Son historias en algunos casos increíbles, dignas de un libro de Julio Verne, pero reales, ciertas", afirma el profesor Hidalgo.
José Ignacio Hidalgo y Juan Lanchares son profesores del Departamento de Computadores y Automática de la Facultad de Informática. Sus investigaciones están centradas en la computación evolutiva, en concreto en el diseño de algoritmos evolutivos aplicados a la optimización de sistemas de información. Los profesores Hidalgo y Lanchares tienen otra "afición" en común: la historia en general y la de la computación y la informática, en particular. Confiesan que para ellos investigar, descubrir historias sobre los pioneros de la tecnología se ha convertido en un "hobby" al que dedican "muchas, muchas horas", pero que les depara un gran placer. "Son historias en algunos casos increíbles, dignas de un libro de Julio Verne, pero reales, ciertas", afirma el profesor Hidalgo.
Recientemente Lanchares e Hidalgo participaron en el congreso sobre historia de las telecomunicaciones HistelCon 2010. Su intervención estuvo dedicada a los pioneros españoles de la informática y las telecomunicaciones.
"Seguramente -escribe el profesor Hidalgo en el artículo que publicó en la revista Anales de Ingeniería Técnica, y que sirvió de base a su intervención junto a Lanchares en el HistelCon- la mayoría de nosotros tenemos el concepto de que las producciones científicas importantes relacionadas con la informática y las telecomunicaciones surgieron siempre desde otros puntos fuera de España. Sin embargo, podemos encontrar a lo largo de los siglos XVIII a XX un conjunto de pioneros e investigadores que establecieron conceptos y desarrollaron inventos originales que se pueden consideran como precursores de las nuevas tecnologías informáticas y de las comunicaciones".
En el listado de estos pioneros que ofrecieron Hidalgo y Lanchares figuran nombres ilustres como el de Agustín de Betancourt (1758-1825), a quien se atribuye, entre otras contribuciones, la instalación de la primera línea de telegrafía eléctrica entre Madrid y Aranjuez, que aún con graves deficiencias se adelantó casi 40 años al invento atribuido a Morse; o Ramón Verea, inventor de la primera máquina de calcular que hacía las cuatro operaciones de aritmética.
Otro nombre, menos conocido, es el de Emilio Herrera Linares, "uno de esos personajes excepcionalmente inteligentes que más sorprende según se van conociendo todos sus logros y sus capacidades". A Herrera Linares (1878-1966) se le atribuyen descubrimientos de gran importancia como el de la calculadora para integrales o funciones elípticas, que presentó en 1950 en la Academia de las Ciencias francesa, y también otros, seguramente más anecdóticos desde la perspectiva científica, pero sin duda de gran espectacularidad. A él se debe, ni más ni menos, que la invención del traje espacial. Según cuentan los profesores Hidalgo y Lanchares, en 1935 Herrera Linares presentó un proyecto de ascensión a la estratosfera (25.000 metros) en globo con barquilla abierta. Para ello diseñó un traje espacial (en la imagen) que incluía micrófono, respiradores, sustancia antivahos, eliminador de anhídrido carbónico, termómetros y barómetros interiores y exteriores... La guerra impidió que el traje se estrenara en las alturas, pero curiosamente años después en ascensiones e inmersiones submarinas se utilizaron trajes muy similares a aquel diseñado por Herrera Linares.