Hasta el 18 de mayo se puede visitar la muestra "Fiber Futures. pioneros del arte textil japonés" en el Centro de Arte Complutense, ubicado en el Museo del Traje.
Los artistas textiles japoneses, al igual que los de otros países, han utilizado de manera habitual sus técnicas tradicionales. Cuenta María Ortega, codirectora de la exposición "Fiber Futures" junto a Hiroko Watanabe, que esas técnicas evolucionaron y abandonaron su bidimensionalidad a raíz de una Bienal de Tapices de Lausana. Desde ese momento "empezaron a desarrollar una obra original que supuso el renacimiento de este arte japonés". Una buena muestra de lo que han creado los pioneros en la elaboración de obras artísticas textiles se puede visitar hasta el 18 de mayo en el Centro de Arte Complutense.
La exposición "Fiber Futures" muestra el trabajo de 30 artistas contemporáneos, algunos muy conocidos en los circuitos artísticos, que conforman la vanguardia en el movimiento mundial de "la fibra". Ortega informa de que a la cabeza de esos artistas está la propia Hiroko Watanabe, "maestra de maestros" que además de codirigir la muestra expone una de sus obras titulada Red pulse, realizada en fibra de algodón y metal, y tejida a mano.
Al igual que en este trabajo, en las obras de la muestra sorprende ver todo tipo de materiales, desde el papel japonés a la seda, hojas espejo impresas, filamentos de acero inoxidable, cáñamo, aluminio, yute, pulpa química... Watababe explica que "la definición técnica del término fibra no se puede describir fácilmente con pocas palabras, pero algunos expertos lo han descrito de un modo simple, aplicable a cualquier material que es extremadamente largo y delgado, o yendo más allá, cualquier cosa con las cualidades generales de un material".
La exposición surgió en principio como un homenaje a las víctimas del tsunami de 2011 y ha viajado por países como Estados Unidos, Dinamarca y Finlandia. Tras su paso por España viajará a Portugal, Suecia y Francia, antes de volver a Japón en 2015. La vicerrectora de Extensión Universitaria, Margarita San Andrés, asegura que además con esta muestra se quiere rendir homenaje a la Embajada Keicho, como parte de los actos del año dual España / Japón, que conmemoran los 400 años del establecimiento de relaciones bilaterales entre ambos países. Confía la vicerrectora en que aquel primer contacto entre las dos culturas "fuera la fuente que a través de nuestro encuentro cultural y científico, promueva para ambos un próspero futuro".
Un porvenir que pasa por disfrutar de esta muestra en la que enormes obras como una especie de flor gigante de Kubota Shigeo conviven con piezas más minimalistas, como los libros de Hisako Sekijima, y con otras tan sugerentes como Tiempo, de Kyoko Kumai, en la que se muestran una especie de capullos realizados con acero inoxidable, y Nacimiento, donde Hitomi Nagai transforma el algodón en unas llamas textiles.
Actividades paralelas
En la Universidad Complutense no se imparte ninguna asignatura que tenga que ver con el arte textil, así que, como afirma María Ortega, se ha aprovechado la ocasión de esta muestra para ampliar su contenido más allá de la sala de exposiciones. Para ello se han impartido una serie de talleres y conferencias a los que ha podido asistir cualquier persona interesada.
Hubo un taller de furoshiki o el arte de envolver con telas, otro de shibori o teñido con bloqueo y el día 25 de abril habrá otro de caligrafía japonesa y un último taller de sumi-e, en el que se abordará la síntesis de las formas pautadas de la naturaleza a través de un solo trazo del pincel.
Además, Watanabe impartió tres conferencias, la primera sobre "El arte y el diseño actual del textil japonés", la segunda sobre "La cultura japonesa de envolver o furoshiki", y la última en torno al "Proyecto Ruta de la Seda. Viajando desde Japón a Roma. 2.500 km. por tierra". En otras de las charlas se habló de "Los Tesoros de la colección japonesa del Museo del Traje", y de la paz a través de la ceremonia del té, una forma ritual de preparar té verde o matcha, influida por el budismo zen, que se sirve a un pequeño grupo de invitados en un entorno tranquilo.
Tanto la muestra como las demás actividades han servido para conocer la cultura de un pueblo capaz de "reutilizar el pasado con el fin de dar forma a un futuro mejor".