La inflación (al alcance de los ministros)
por Pedro Martín Delgado
José Luis Sampedro escribió un libro sobre la inflación galopante de los años setenta con el aséptico título de La inflación. Quiso añadirle lo de "al alcance de los ministros", pero en aquel momento de finales del franquismo todavía era demasiado atrevido poner algo así en la portada de un libro. Quizás los ministros del régimen no hubieran entendido la sutileza de la ironía, pero por si acaso Sampedro lo dejó para tiempos mejores. Muchos años después, en 2012, se reeditó la obra y, por fin pudo recuperar su título original. Eso sí, el trabajo se había quedado viejo y era una reflexión sobre lo que pasó en aquellos años setenta, así que necesitaba una revisión. O más bien un largo epílogo. Para escribirlo buscó a su amigo y colaborador Carlos Berzosa quien se mostró encantado de continuar su trabajo y de explicarnos por qué las políticas de ajuste no han conseguido crear empleo.
Y mañana serán clones
por Federico Villa
En un futuro no muy lejano unos seres de otro planeta invaden la Tierra y entran en contacto con las únicas especies que consideran inteligentes, a saber, los grandes mamíferos acuáticos. A los humanos nos desprecian totalmente y nos exterminan simplemente provocando un apagón generalizado, lo que acaba con prácticamente toda la población mundial. Mucho tiempo después, los supervivientes se han organizado en grupos con tecnologías tan evolucionadas como para hacer operaciones en nuestros propios cuerpos que nos adapten a casi cualquier entorno espacial, y en apenas unos minutos de quirófano. Y todo además reversible. En ese mundo futuro los clones se utilizan como herramientas para salvarnos la vida, esclavizarlos o como receptáculos de nuestra propia mente. Con todos esos elementos, John Varley construye una divertida novela en la que es necesario que el lector ordene todos los elementos.
K.A.
por Andrés Torrejón
Natasza Ptakova es guapa, es lista, tiene una voz preciosa y además compone grandes temas, como los cuatro que incluye su primer EP. Los títulos de estas cuatro canciones son Apogeum, Believer, Nie-Przypadek y Ze, y me cuesta decidirme entre uno de ellos por mucho que los escuche. De hecho ya tengo aburrido al Spotify de pinchar una y otra vez este K.A. Lo único que se echa de menos en el disco es que no sea mucho, mucho, más largo para seguir disfrutando con los temazos de esta polaca. Eso y no saber polaco, porque es en momentos como este cuando se echa de menos no ser un poco más multilingüe, porque un buen número de revistas de su país han hablado de este disco y en especial de la belleza y la profundidad de las letras, algo que sólo podemos comenzar a intuir con el tema Believer, que nos da un respiro con el inglés. De todos modos, Ptakova suena tan bien en polaco, que nos da igual, que diga lo que quiera.