Rafael Calduch Cervera, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales
"¡Recuperemos nuestra Universidad Complutense!"
Desde hace más de una década la Universidad Complutense de Madrid está experimentando una crisis general, que se ha ido agravando con los años y que amenaza con provocar una desvertebración interna irreversible.
Para superarla hace falta que la necesaria movilización de su potencial humano se promueva por un equipo rectoral que genere confianza y aborde los cambios necesarios. Por ese motivo he decidido presentar mi candidatura al Rectorado.
No pretendo aglutinar el descontento que existe en la comunidad universitaria. Todo lo contrario, quiero movilizar a todos aquellos que en la UCM creemos que con una acción común podemos mejorar nuestra universidad.
Una de las primeras tareas del nuevo equipo rectoral será realizar una reforma de los Estatutos para adaptarlos a la legislación vigente. Mi apuesta es por realizar una reforma institucional y competencial en profundidad, que atribuya más autonomía de ejecución a las Facultades e Institutos Universitarios.
También habrá que decidir sobre el modelo de Grados y Másteres que deben implantarse a partir del Real Decreto 43/2015 y de los resultados de la evaluación de los vigentes. Se trata de una decisión crucial que condicionará la actividad de nuestra universidad en los próximos años. Por ello considero que esta decisión debería adoptarse de acuerdo con la voluntad mayoritaria de toda la comunidad universitaria.
Desde el primer momento habrá que enfrentar la grave situación económica que padecemos con criterios de transparencia y sostenibilidad. En este terreno no existen soluciones mágicas y, desde luego, el endeudamiento que arrastramos no puede mantenerse en el futuro.
Para lograrlo hay opciones que hasta ahora no se han utilizado o no se han aprovechado en todas sus potencialidades. En primer término hay que renegociar las condiciones actuales de la deuda (anticipos reembolsables) para que no lastren el presupuesto de los próximos cuatro años. Al mismo tiempo deberían revisarse los elevados sueldos de altos cargos universitarios.
Una parte de los recursos liberados deberían destinarse a la consolidación y promoción del PDI y del PAS, pero también al aumento de las becas UCM de primeras matrículas para estudiantes con escasos recursos familiares.
Una segunda línea de acción debe centrarse en lograr una gestión de los recursos más eficiente, lo que no significa un constante recorte de gastos como hasta ahora. Medidas como la implantación de contratos-programa con las clínicas universitarias para aumentar sus recursos y sus competencias de gestión deberían contribuir a alcanzar la autofinanciación con la prestación de sus servicios. Análogamente debería potenciarse la investigación conjunta con entes públicos y empresas privadas por una OTRI completamente reformada, apoyada por una explotación verdaderamente eficaz de las patentes de la UCM.
Por último, la calidad docente e investigadora de la UCM unido al excepcional patrimonio inmobiliario, artístico, histórico y cultural, abren las oportunidades de la formación continua y el patrocinio tanto a escala nacional como internacional.
Estas fuentes de financiación complementaria constituyen en muchas universidades uno de los pilares de sus sostenibilidad económica, sin que por ello la UCM deba hipotecar su naturaleza y sus fines de servicio público a la sociedad española.
El país está demandando cambios y la comunidad complutense también. Pero los cambios necesarios no pueden venir de quienes nos han llevado a nuestra situación crítica. Estoy seguro de que con un nuevo equipo rectoral, unos objetivos comunes y una acción colectiva recuperaremos de nuevo la excelencia universitaria y con ella el orgullo de ser complutenses.
Programa electoral completo: www.rafaelcalduchrector.com Twitter: @Rafael Calduch #CalduchResponde