José Ramón Barrios forma parte del PAS laboral de la Complutense, en concreto, trabaja en los Servicios Informáticos de la UCM, pero más allá de su oficio Barrios tiene una afición que le convierte en todo un artista: la fotografía de pájaros.

"Yo fui un niño de pueblo, creo que siempre lo seré. Me eduqué destripando nidos, como todos los de mi generación. ‘Todo lo que comía era malo para el campo', era lo que nos trasmitieron. Aprendí cómo cantaban, cómo volaban, de qué pájaro era cada nido, cuáles eran los arboles que preferían para anidar, qué comían... Con el tiempo fui aprendiendo que era más lo que daban que lo que quitaban y fui derivando hacia la contemplación y el proteccionismo". De esa manera explica Barrios su primera aproximación a las aves, a la que más tarde se unió su pasión por la fotografía.

Recuerda que la "explosión definitiva" ocurrió un día que fotografió un pájaro carpintero construyendo su agujero, y en ese momento decidió que quería dedicar su ocio a "esos seres que construyen los hogares más complejos de la naturaleza, que tienen los movimientos más increíbles que podamos observar, que son los cazadores más especializados que existen en tierra, mar y aire, que visten los ropajes más perfectos que se puedan idear, tanto para el cortejo como para su trabajo diario".

Método de trabajo
De acuerdo con Barrios, la fotografía de animales, y de aves en particular, requiere una gran dedicación y mucha paciencia. "No consiste en llegar a un lugar y hacer una foto, sino que se necesita un objetivo a fotografiar". Las aves van a sitios recurrentes para criar o para comer, y allí es donde espera Barrios. Asegura que "si es un lugar donde comen no hay ningún problema, porque si todo está en calma volverán una y otra vez al punto que les sea propicio para conseguir alimento". En los lugares de cría el trabajo es más difícil, siempre que se quiera hacer sin perturbar a las aves. El fotógrafo asegura que él lo hace acercándose "cuando ya tengan la pollada fuera de los huevos, ya que en este caso no lo abandonarán".

La exposición
Barrios enseñó sus imágenes a algunos amigos de la Biblioteca María Zambarno, que "pensaron que era un buen contenido para los ciclos de exposiciones que ellos programan", y le animaron a exponer su bello trabajo.
El fotógrafo consideró que tenía que dar un contenido a su muestra y sobre todo que estuviera relacionado "con la letra impresa que al fin y al cabo es el contenido que ofrece una biblioteca". Su primera opción consistía en referenciar obras que tuviese el fondo bibliotecario acerca de aves, "que por cierto son abundantes", pero la desestimó, y optó por la versión definitiva, que fue acompañar cada imagen con un poema. Así, los visitantes a la muestra pueden disfrutar no sólo con estas impresionantes fotografías, sino también con textos de autores tan dispares como Octavio Paz, Benedetti, Calderón, Quevedo, Cortázar o Joaquín Araújo.
El poeta se despide de los pájaros, de Pablo Neruda, bien puede ser la mejor carta de presentación de la muestra. En ese poema, se puede leer: "pájaro a pájaro conocí la tierra:/ reconocí donde volaba el fuego:/ la precipitación de la energía".