El profesor Johannes Antonius Stephanus Tromp, Hans para sus allegados, falleció el 16 de mayo de 2012 en Nimega (Países Bajos), la ciudad que le vio nacer (el 26 de diciembre de 1930), y donde comenzó sus estudios universitarios de Filosofía y Letras españolas. Hacia 1968 Hans inició su andadura por España -cual caballero andante-, empleando el pseudónimo de ‘Quijote de los Ríos' en sus escritos y publicaciones, en principio para poner término a su tesina sobre el filósofo Ortega y Gasset, aunque su fascinación por estas tierras le llevó a una estancia duradera en Madrid, que finalizó muy a su pesar con su jubilación en 1996, y donde estuvo vinculado como docente de lengua, cultura y literatura neerlandesas a la Universidad Complutense.
Hans se dedicó en cuerpo y alma a la neerlandística en España. La capacidad de motivar a sus estudiantes y el amor y compromiso por las cosas bien hechas, hizo que junto a la labor de profesor y enseñante se fuera forjando una nueva tarea de mentor o maestro. Cabe mencionar al respecto -entre otras muchas- las innumerables sesiones vespertinas en las que un grupo de antiguos alumnos traducíamos al castellano por puro altruismo la novela de caballerías carolingia Karel ende Elegast, o ya de manera más profesional y colaborativa obras para la Fundación Carlos de Amberes en Madrid. Se trataba de una ocupación si cabe más ambiciosa, pero de la que obtuvo numerosos frutos, prueba de ello es la gran cantidad de discípulos a quienes ayudó a crear un futuro y vivir un presente como traductores, investigadores y docentes repartidos por Universidades y Escuelas Oficiales de Idiomas,- tanto de España como de Países Bajos y Bélgica-, y por distintas instituciones europeas.
Los que tuvimos la suerte de compartir durante muchos años despacho con él o tenerlo como profesor y maestro conocimos de cerca la gran cultura europea, clásica y moderna que poseía este "humanista" - entre otros fue amante de la música barroca, especialmente de la música sacra de J. S. Bach (la Pasión según San Mateo: "Buß und Reu bricht das Sünderherz entzwei...").
Su afán y entusiasmo a la hora de transmitir sus amplios y profundos conocimientos le llevó a organizar un curso de introducción de neerlandés, que impartió para los compañeros del Departamento de Filología Alemana al que fue adscrito el Neerlandés, y que los alumnos-profesores recordamos con enorme gratitud y donde aprendimos a apreciar la lengua y cultura neerlandesas.
Contrario a la cariñosa caricatura de un antiguo alumno que se licenció en el curso 1985-1986 (Jose Manuel Esteban) y que retrató a los profesores con sus características más destacadas, y en la que aparece "Tromp extendiendo la cultura neerlandesa" -un ramo de tulipanes y un queso de bola-, Hans nos dio a conocer a alumnos y colegas que la cultura neerlandesa es mucho más que la imagen estereotipada que solemos tener de este pequeño gran país.
En su despacho de la Facultad de Filología trabajaba casi sin descanso -inclusive los sábados- en la preparación de sus clases (le recordamos tecleando en su inseparable máquina de escribir), en la clasificación a mano de los cerca de 2000 libros que constituyen el fondo bibliográfico de la biblioteca de neerlandés que él mismo fue adquiriendo a lo largo de los años, y en la elaboración de las numerosas publicaciones, manuales y antologías -casi todos realizados de manera colaborativa o coordinados por Hans- que constituyen obras fundamentales para la difusión y conocimiento de la neerlandística en España. Resaltamos la edición que preparó junto al profesor Enrique Bernárdez de la tercera edición (1982) de la Gramática neerlandesa, y la coordinación de los traductores de la antología Nueva narrativa neerlandesa (1980).
Los versos del poeta Gerrit Kouwenaar reflejan muy bien su propósito y finalidad como profesor y maestro. Hans que ‘quería suavizar la dureza', ‘reconciliar los elementos enemigos', ‘cambiar el sufrimiento en alegría'. En definitiva, realizó su trabajo de profesor e investigador siempre en silencio y con una modestia admirable e inusitada.
Las exequias de Hans se celebraron el 24 de mayo en la iglesia carmelita de Nimega Titus Brandsma. En una celebración sobria -de acuerdo al deseo de nuestro amigo Hans-, y con un trato entrañable -gracias a la cordialidad de su mujer Corry y de sus hijos Raissa, Auxi y Virgil, así como del resto de familiares y amigos presentes-, tuvimos la ocasión de darle un último adiós acompañados por su música favorita -su siempre admirado Bach o la música española de la mano de Manuel de Falla-, y de compartir parte de las vivencias, avatares y fase final en la vida de Hans. Raissa -su hija menor- recitó algunos versos de despedida del poema Mei (Mayo) del poeta H. Gorter, poema preferido por Hans y que escuchó por boca de la misma Raissa en su lecho de muerte. El primer verso de fama imperecedera suena así: Een nieuwe lente en en nieuw geluid (Una nueva primavera y un nuevo sonido). Este nuevo sonido, su enseñanza, su altruismo intelectual y su especial sentido del humor, es el recuerdo que de manera eterna permanecerá para las personas que le hemos conocido, que hemos estudiado, trabajado o disfrutado con él.
Fue en el más amplio sentido de la palabra un hombre bueno. "Per aspera ad astra" reza el lema del recordatorio de la familia de Hans Tromp, y no podría ser más acertado.
Hans, no nos has dejado indiferentes. En nombre de todos aquellos que no te olvidarán nunca te expresamos nuestra inmensa gratitud