Los días 10 y 11 de noviembre, la Facultad de Veterinaria ha acogido la I Jornada universitaria sobre medicamentos esenciales. Organizado por el equipo del proyecto de Educación para el Desarrollo, financiado por la UCM, que busca mejorar el acceso a los medicamentos esenciales en todo el mundo, ha ofrecido videodocumentales, ponencias, charlas y mesas redondas en torno a las cuatro áreas temáticas principales que sustentan la filosofía del concepto de medicamento esencial y acceso a esos medicamentos: la ciencia y educación, la política, la economía y la industria farmacéutica, y por supuesto, la solidaridad y la cooperación.
Ante un salón de actos con un buen aforo, Sara Valverde, secretaria general de Farmamundi, recordó que lleva 15 años de voluntaria y en las primeras conferencias que impartió sobre el tema de los medicamentos esenciales sólo la escuchaban cinco personas y tres de ellas eran de su familia, "pero el interés sobre el tema crece cada día".
Farmamundi es una ONG farmacéutica que surgió en Valencia en el año 1993 para donar medicamentos, pero viendo que eso se quedaba cortó comenzó a centrarse en proyectos de cooperación, sensibilización y educación. Desde 2003 cuenta con la campaña Esenciales para la Vida, porque "se comprobó que los países más desfavorecidos no tienen prácticamente acceso a los medicamento esenciales, que son los que aparecen en la lista que creó la OMS en 1977". Los responsables del proyecto de educación para el desarrollo de la UCM sobre este tipo de medicamentos, añaden que esta lista ha sido adoptada por cuatro de cada cinco países para elaborar sus listas nacionales de medicamentos esenciales, que son aquellos que "satisfacen las necesidades de atención de salud prioritarias de la población, seleccionándolos considerando la prevalencia de la enfermedad, las evidencias sobre su eficacia y su seguridad y su relación comparativa de coste-eficacia".
Javier Sanz Dueñas, autor del cartel ganador para la Jornada en Veterinaria, incide en esa idea y afirma que con su obra ha "querido plasmar en una imagen simple la importancia que un medicamento puede tener en la vida de una persona, porque solemos considerar estos fármacos como algo cotidiano y útil en nuestras patologías menores, pero rara vez caemos en la cuenta de que estos medicamentos en otra parte del mundo pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte".
La responsable de Farmamundi recuerda que la lista de la OMS es flexible para que cada país haga la suya, pero a pesar de eso hoy en día se calcula que más de 2.000 millones de personas no tienen acceso a medicamentos esenciales de calidad, "no disfrutan de los avances de los que disfrutamos nosotros y eso hace que 15 millones de personas mueran cada año de enfermedades infecciosas para las que existe tratamiento".
El acceso geográfico, de acuerdo con Valverde, es fundamental en los países en desarrollo y sobre todo en sus zonas rurales, donde las mujeres, los niños y la población indígena son los más vulnerables por la falta de autonomía que tienen.
También el sistema de patentes con su monopolio de 20 años dificulta, e incluso imposibilita, la fabricación de genéricos.
En relación con esto, Valverde informa de que cada vez se desarrollan menos moléculas que sirven para terapias, "porque se investiga en temas que afectan a los países más ricos como la alopecia y no enfermedades básicas". Además los Estados han dejado "un hueco muy grande a la investigación privada y la industria farmacéutica sólo investiga en aquello que le es rentable". De acuerdo con Vincenzo Pavone, del Instituto de Políticas y Bienes Públicos, del CSIC, las empresas que financian el 100% de su innovación tienen el derecho a investigar sobre lo que quieran, pero "cuando cuentan con inversión pública, los gobiernos deberían establecer las prioridades". A pesar de eso, "ahora mismo, no se financia de esta manera, sino que el gobierno da dinero que las empresas utilizan para sus propios intereses". Por eso, en la actualidad, 8.000 personas mueren al día en el mundo por las enfermedades olvidadas, porque la producción de los fármacos que la curan es fluctuante y muchas veces se abandona.
Falsificaciones
Más del 50% de los medicamentos en todo el mundo se dispensan, utilizan o venden de forma inadecuada, ya sea por falta de conocimiento, de información independiente o de personal sanitario. Además, el 10% de los medicamentos que se venden en el mundo son falsos, pero en países como en Nigeria ese porcentaje puede llegar al 50%. Entre las falsificaciones las puede haber que impliquen baja calidad, con menos concentración del medicamento de la que se supone que lleva, pero también las hay que incluyen otros compuestos, incluso perjudiciales, e incluso están los medicamentos caducados.
Los participantes en la jornada universitaria sobre medicamentos esenciales consideran que debería haber políticas públicas para mejorar la salud de todas las personas, pero como en muchas partes del mundo no las hay o son ineficientes hacen falta proyectos de cooperación como el que lleva a cabo Farmanundi en Nicaragua. En su caso la hacen como complemento del MINSA (Ministerio de Sanidad de Nicaragua) y buscan ofrecer un abastecimiento alternativo de medicamentos esenciales genéricos, que se adquieren en el propio país y que se venden a bajo coste.
Sara Valverde explica que con muy pocas moléculas se solucionan el 90% de los problemas de la población, en concreto unos 40 productos que se reducen a 10 en los botiquines esenciales para tener en el hogar, como sueros para evitar diarreas que pueden llegar a ser mortales, o paracetamol. Los puntos de venta, en muchas de las ocasiones en Nicaragua, se ha conseguido que las lleven las mujeres a las que se les da un curso de capacitación para poder vender esos medicamentos, para saber cómo los tienen que utilizar y para anotar en qué casos los han vendido y así poder comprobar si su uso ha sido el correcto.
En el tema de los medicamentos esenciales en Nicaragua participan más de 20 ONG con 150 proyectos que cubren a 900.000 individuos, el 25% de la población.
Diferencias mundiales
Eva Belmonte, periodista de la Fundación CIVIO y del proyecto Medicamentalia, explica que esta última es investigación periodística sobre el acceso a los medicamentos en el mundo realizada a partir de datos de 14 medicamentos en 61 países. En la web que ha sido el resultado final del exhaustivo trabajo se muestran indicadores relativos, como la ratio entre la relación del coste y el precio internacional de los medicamentos, o las horas de trabajo que hay que dedicar para adquirir un tratamiento completo.
Durante el estudio descubrieron que hay "diferencias abismales, incluso en medicamentos genéricos esenciales". Resultó que el país más caro en horas de dedicación para adquirir un simple salbutamol, con 11 días completos de trabajo, fue Santo Tomé y Príncipe.
Marta Pedraja, del proyecto de educación para el desarrollo sobre medicamentos esenciales de la UCM asegura que las listas de medicamentos esenciales están elaborados por un comité de expertos, y luego hay además una guía práctica de uso para el médico, que no suele llegar a las pequeñas poblaciones o a los países en desarrollo. De acuerdo con Pedraja "puede haber muchas listas, pero si no llegan a la realidad, gracias a un gobierno u organización que hagan llegar los medicamentos a la población, no sirven para nada". Por eso, "haría falta alguien que coordinase esa información para poder implantarla en cada sistema sanitario".
Juan Antonio Gilabert, miembro también del proyecto de educación para el desarrollo de la Complutense, informa de que en España no se ha incorporado esa lista, por ser un país rico, "así que se toman otros indicadores para ver qué medicamentos deberían estar dispuestos en el sistema sanitario".
De acuerdo con Vincenzo Pavone "a cada uno le corresponde un papel en una sociedad democrática y la obligación de los gobiernos debería ser dar prioridad a la salud pública, y lo ideal sería que contara con la opinión y experiencia de muchos actores".
Proyecto de la UCM
Juan Antonio Gilabert , Teresa Encinas, José María Ros y Marta Pedraja , los miembros del proyecto de educación para el desarrollo de la UCM sobre medicamentos esenciales, creen "en la necesidad de contribuir a la difusión entre la comunidad universitaria del valor de los medicamentos esenciales y concienciar sobre las limitaciones para acceder a ellos en muchos países del mundo". Con este proyecto se proponen distintas acciones educativas, como esta Jornada en Veterinaria, "encaminadas a difundir la utilidad de los medicamentos esenciales como herramientas en distintas acciones de salud, su impacto en la mejora de la calidad sanitaria y las limitaciones para su uso en países en vías de desarrollo".
Dentro del proyecto plantean también realizar campañas informativas y de concienciación, mediante carteles y reparto de folletos informativos y la elaboración de vídeos divulgativos, así como la realización de encuestas entre los estudiantes de Ciencias de la Salud de la Complutense.