El rector Carlos Andradas ha comparecido, en su calidad de presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas de Madrid (CRUMA), ante la Comisión de Educación y Deporte de la Asamblea de Madrid, para informar, a petición del Grupo Parlamentario Podemos, de la posición de las universidades respecto al "Documento de Ideas" para el desarrollo de una futura Ley del Espacio Madrileño de Educación Superior, que ha hecho público recientemente la Consejería de Educación. Andradas ha querido dejar claro que más allá de los comentarios que la CRUMA envió a la Consejería al conocer el contenido de ese documento, los rectores prefieren no pronunciarse hasta ver cuáles de esas ideas pasan a formar parte de la Ley y de qué manera son redactadas. No obstante, el rector complutense considera que en el documento de ideas se echa en primer lugar en falta la definición de los objetivos que persigue. "Sería necesario definir claramente el objetivo que se propone el Gobierno de Madrid, o su Asamblea en su conjunto, de cara al futuro de las universidades madrileñas. ¿El objetivo es que las seis universidades públicas figuremos entre las 100 primeras en los ranking internacionales? ¿Queremos tener más estudiantes que ahora? ¿Preferimos tener menos? Hay que saber cuál es el objetivo.", argumentó el rector.
El objetivo de la ley, aunque no son los rectores los que deban marcarlo, sí al menos, de acuerdo con Andradas, debería estar encaminado a "cubrir las necesidades de formación de la sociedad y a la vez situarnos en un nivel de creación de conocimientos, es decir de investigación, equiparable al de cualquier otro país. Las universidades -continuó el rector complutense- no sólo tienen que formar investigadores, también a los profesionales que tienen que sacar nuestro país adelante. Son dos necesidades que no se pueden disociar".
Investigación, sí; docencia, también
Esta reflexión del rector sobre el objetivo de la ley, como él mismo explicó, responde en buena medida a que los rectores consideran que este Documento de Ideas se centra en demasía en la propuesta de herramientas encaminadas a mejorar la investigación en la universidad, y no tanto en sus otras competencias, como la formativa o la transferencia a la sociedad. El riesgo, a juicio de los rectores, es querer "vestir un santo para desvestir a otro". Por supuesto, la investigación es importante y sus resultados son, como se considera en el documento y el propio Andradas lo reconoció, "mejorables", pero para dar un paso adelante lo primero que es necesario es disponer de más recursos. De hecho, según señaló Andradas, la mayor parte de las propuestas que se lanzan ya están siendo implementadas por las universidades, "y si no podemos llegar más lejos es por la falta de medios". De todos modos, y recalcando esta apuesta que las propias universidades ya están haciendo por la investigación, para los rectores no todos los reconocimientos o esfuerzos deben centrarse en los profesores más dedicados a la investigación y olvidarse de aquellos que, por ejemplo, sobresalen por su excelencia docente. "Quizá el reconocimiento del sexenio docente también podría ser una buena medida".
Sí a los contratos-programa de financiación
En su intervención, que fue seguida por las de los portavoces de los cuatro grupos parlamentarios en la Asamblea, el rector Andradas fue abordando algunos de los aspectos que más comentarios han suscitado del documento. En primer lugar, se mostró contrario a la posibilidad de crear estructuras con personalidad jurídica propia dentro de las universidades, como podrían ser los institutos de investigación, ya que, como la experiencia ha demostrado con otras estructuras como las fundaciones, al final tienen "más problemas que ventajas". Lo que no ven con malos ojos los rectores, en cambio, es vincular una parte de su financiación -"una vez cubierta la principal, que ahora a duras penas nos da para cambiar las bombillas cuando se funden"- a la consecución de algunos resultados. De acuerdo con Andradas sería posible firmar contratos-programa con cada universidad, en los que estas se comprometieran a alcanzar determinados objetivos y estos fueran incentivados. "Seguramente cada universidad apostaría por cosas distintas, lo que serviría para diferenciarnos, pero no de manera temática, como también se ha escuchado", consideró el rector, quien también se mostró a favor de la evaluación no sólo de las titulaciones sino incluso de las universidades en su conjunto.
Las enseñanzas artísticas, en las actuales universidades
Otro aspecto con el que se muestra crítica la CRUMA es con los criterios para la creación de universidades privadas en la región. De acuerdo con lo señalado por el rector complutense, los actuales requisitos son muy laxos, y debería "ponerse un listón más alto". Tampoco parece acertada para los rectores madrileños la posibilidad de crear una Universidad de las Artes que reuniese a los centros no universitarios en los que se imparten enseñanzas artísticas, sino que consideran más adecuado vincular esos estudios a las actuales universidades a través de mecanismos de integración o adscripción. También echa en falta la CRUMA en el Documento de Ideas, alguna referencia a los profesores vinculados a hospitales y la relación de las universidades con los hospitales e, incluso, lo que aún es más importante, "algún epígrafe sobre estudiantes y personal de administración y servicios, dos estamentos consustanciales a la actividad universitaria".
Por último, tras las preguntas planteadas por varios de los portavoces de los grupos parlamentarios, Andradas consideró que tras leer el Documento de Ideas, no ve en ninguna parte de su redacción nada que "en principio atente contra la autonomía universitaria. De todos modos -concluyó el rector- como dije al comienzo de la comparecencia hay que esperar a ver cuáles de estas ideas se plasman en la Ley y cuál es su redacción".