El 17 de diciembre, el Instituto Complutense de Estudios Internacionales, ICEI-UCM, ha organizado el taller "Responsabilidad social universitaria e integración de los estudiantes con discapacidad. Promoviendo la inclusión social y la empleabilidad de los estudiantes con discapacidad". La jornada se ha dividido en tres mesas "La integración de la discapacidad en la agenda pública: derechos y obligaciones", "Empleabilidad de estudiantes y titulados universitarios. Buenas prácticas de empresas" y "Nuevas tecnologías y accesibilidad universal".
En la inauguración del taller, Julio Contreras, vicerrector de Estudiantes de la UCM, explicó que "el objetivo principal es conseguir que el tema de la inclusión esté presente en la agenda, pero no sólo en algunas, sino en todas, que sea realmente un eje transversal". Considera Contreras que la inclusión también debería estar presente en los "ránkings universitarios, primero como indicador nacional y luego, un poco más allá".
Coincidió el vicerrector con Helena Ancos, directora del Área de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) del ICEI-UCM, en que es fundamental que colaboren todo tipo de instituciones "para crear redes que eleven el tema de la inclusión a todos los niveles". En esa misma línea, Contreras reconoce que es fundamental que la universidad consolide su papel de motor social y como engranaje entre los niveles educativos anteriores a los universitarios y el mundo laboral.
Hancos consideró además que "alcanzar la igualdad real requiere conocer cuáles son los derechos que debemos tener todos y aplicarlos, y eso es algo que ninguna institución puede hacer sola".
También Ángela Barrios, vicerrectora de Estudiantes de la Universidad Autónoma y representante de la Conferencia de Rectores de Universidades de España (CRUE), apostó por una educación de calidad e inclusiva, porque es "una inversión de futuro". De todos modos, según Barrios "el problema está en el sistema", así que es fundamental realizar cambios profundos.
Mercedes Jaraba, subdirectora general de Coordinación y Ordenación del área de Servicios Sociales e Igualdad del Ministerio de Sanidad, reconoció que la administración española es "defectuosa con mayúsculas", pero a pesar de eso se ha ido avanzado, "y mucho, en los últimos años". Reconoció, eso sí, que esos avances para incluir la discapacidad en las agendas políticas de todos los partidos, se ha debido en gran parte a la ciudadanía, "que es quien tiene el mérito de que se hayan reconocido sus derechos". Hancos informó de que en el ICE-UCM han hecho un estudio sobre la responsabilidad social corporativa en los programas electorales y han visto que es cierto que "la discapacidad se incorpora cada vez a la agenda política".
Según los datos de Jaraba, en España hay entre 2,5 y 4 millones de personas con discapacidad, de los cuales muchos casos son de discapacidad sobrevenida. Esa amplia minoría no se refleja en la universidad, donde apenas un 1% de los estudiantes tienen discapacidad. Es así porque "el problema empieza mucho antes y para llegar hay que sortear muchas barreras".
Por eso, Alberto Reyero, portavoz de Políticas Sociales y Familia en la Asamblea de Madrid, consideró que los grandes retos de la discapacidad son conseguir una educación inclusiva desde mucho antes de la universidad, mejorar la empleabilidad y también la accesibilidad universal.
Informó Reyero de que existen comisiones integrales de la discapacidad, tanto en la Asamblea de Madrid como en el Congreso de los Diputados, que "se supone que son transversales, pero que no lo son". Explicó que "hasta ahora se tratan temas de asuntos sociales y nada más, porque tienen una visión muy limitada". También criticó que en los proyectos legislativos no haya valoración de impacto de la discapacidad, "y no debería ser así, porque todas las leyes afectan al a discapacidad".
La delegada del rector para la Unidad de Apoyo a la Diversidad e Inclusión ICMd+I, Mercedes García, aseguró que desde hace más de 20 años, la universidad española tiene establecidas medidas de atención a la diversidad para garantizar la igualdad de oportunidades. Eso sí, la mayor parte de las veces esa atención se ha centrado en la integración y no en la inclusión.
De acuerdo con García, la inclusión "concibe las diferencias individuales no como problemas sino como oportunidades para enriquecer el aprendizaje". Desde esa perspectiva, la delegada del rector solicitó que se mejore la accesibilidad, que haya un asesoramiento más especifico a los estudiantes, que se apoye y que haya una mayor sensibilidad del profesorado y del resto de la comunidad universitaria, y que se cree una bolsa de empleo. Para conseguir todo eso, hay que "quitar todas las barreras que cortan la autonomía y la ciudadanía de las personas". Y eso pasa, entre otras cosas, por "conseguir un empleo digno".
