En la tarde del 11 de abril, la sala naranja de la Facultad de Ciencias de la Información ha acogido la sesión "Contra la igualdad extrema, una fiscalidad justa. Eres lo que pagas". Organizada por Oxfam Intermón y con la colaboración del diario on line económico El Salmón Contracorriente y de la Casa del Estudiante de la UCM, reunió a un buen número de expertos para tratar un tema de absoluta actual gracias a los conocidos como Papeles de Panamá.
De hecho, la primera ponente de la sesión fue Mar Cabra, miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que ha destapado estos papeles. Explicó la periodista que su contacto con este mundo de los paraísos fiscales comenzó en 2012 gracias a la filtración offshoreleaks que le permitió descubrir la conexión de millonarios, narcotraficantes, miembros del crimen organizado, y personas del mundo del arte como la baronesa Thyssen con esos paraísos fiscales, siempre a través de sociedades.
Esta relación, de acuerdo con Cabra, "no sólo ofrece beneficios fiscales, sino sobre todo secretismo, porque no hay un registro mercantil abierto". Esas sociedades son el paso intermedio para llevar el dinero a Suiza, como se vio con otras filtraciones como las de la lista Falciani. Entre los documentos más importantes que se revelaron en esa ocasión están los que explicaban como el "banco HBSC, uno de los más importantes del mundo, ayudaba a sus clientes a ocultar sus fortunas". Ya que existe una directiva europea que obliga a los países a cobrar a las persona físicas, "los bancos animan a crear sociedades exentas de impuestos en lugares como Panamá o alguno de los otros 70 paraísos fiscales que existen en el mundo".
Cabra informó de que en los Papeles de Panamá hay 29 multimillonarios de la lista Forbes; deportistas como Messi o Crivilé; 140 políticos de más de 50 países, entre ellos 12 jefes de Estado... Y todo eso se ha conocido "no porque haya más transparencia en el mundo, sino gracias a una filtración".
Explica la periodista que los paraísos fiscales se han extendido a todos los estratos de la sociedad, y que en las listas también hay muchos "don nadies, así que se puede decir que es algo transversal en toda la economía, lo que tiene una influencia directa en la desigualdad global".
Juan Gimeno, presidente de Economistas Sin Fronteras, consideró que para acabar con esa desigualdad hacen falta dos cosas, un Estado fuerte y pagar impuestos. "Yo quiero pagar impuestos", reconoció el propio Gimeno y explicó que "hay muchas cosas que no se pueden hacer si no es de manera colectiva, como carreteras, una buena seguridad, medidas para combatir la pobreza...".
En un mundo global eso no basta, sino que hace falta "una cooperación internacional de Estados fuertes", en la que se paguen los impuestos en función de la capacidad de pago de cada uno. Gimeno sabe que eso no ocurre en la práctica, y que "en el mejor de los casos, en las democracias más desarrolladas, el sistema es más o menos proporcional". Por eso, el presidente de Economistas Sin Fronteras asegura que prefiere "un sistema impositivo muy simple, aunque no sea perfecto, que el actual que se usa para que las rentas altas evadan impuestos".
La insolidaridad del que defrauda
De acuerdo con Gimeno, "las rentas del trabajo en España suponen menos de la mitad del PIB, pero sin embargo en el IRPF tributa el 95% de los ingresos, así que tributa el doble de lo que le correspondería". Y mientras tanto, los entes financieros están absolutamente libres de impuestos y muchas veces legalmente. De hecho, "las grandes sociedades pagan la mitad de impuestos de media que las pequeñas y medianas empresas".
Marcelo Oliveira, director del Instituto de Justicia Fiscal de Brasil e inspector de hacienda, recordó en esa misma línea que "el presupuesto es limitado y si los gobiernos tienen 100 euros para gastar, cuando una persona deja de pagar, otra va a tener que contribuir más y pagar por la que defrauda".
En palabras de Oliveira, por definición el Estado es un contrato social en el que todos participan en la medida de sus posibilidades, pero "eso se está quebrando por los mecanismos creados por el gran capital, que hace que los ricos evadan su parte de cotización". Eso provoca que aumente la desigualdad, y en la actualidad el 1% más rico de la población mundial tiene más riqueza que el 99% restante.
Según Oliveira, los Papeles de Panamá no suponen ninguna novedad, porque utilizan los mismos mecanismos que en las otras decenas de paraísos fiscales, que para él son "tóxicos y radiactivos". Considera que si los tocas, te contaminas, y además "si eres una persona honesta no deberías tener ningún motivo para el sigilo, ya que la opacidad sólo sirve para esconder los malos hechos".
En primera persona
Tilvas Ngosa, es un activista de Zambia, que asegura que hasta 2013 no se había interesado por los impuestos. Ese año comenzó a recabar información y comprendió que debido a la evasión fiscal de las multinacionales que operan en su país la educación es muy cara y no existe un sistema estatal de pensiones ni un buen servicio médico.
Explicó Ngosa que las multinacionales están exentas de impuestos los primeros cinco años que trabajan en Zambia. Cuando se acerca esa fecha, las empresas se venden a otra con diferente nombre pero con misma actividad, de tal manera que comienzan otros cinco años de exención fiscal, y así eternamente. El zambiano consideró que si se une la juventud de su país, protesta e informa sobre esta situación serán capaces de hacer algo "contra la evasión de impuestos para dedicar ese dinero a lo que realmente es útil".
Carlos Sánchez Mato, delegado de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, coincide con esta visión y reconoce que la situación "no sería posible sin el silencio de la gran mayoría". Y sin otros que incluso van más allá y "defienden la desigualdad como motor de crecimiento". Para el concejal de IU, "eso es pura ideología que tiene predicamento incluso en gente que está siendo explotada y que son los tontos y tontas útiles que defienden que les roben".
Las soluciones
Para Mar Cabra, la manera de terminar con esta situación sería acabar con el secretismo y obligar a que los registros incluyan no sólo los nombres de las empresas, sino también los de accionistas y beneficiarios. La realidad es bien distinta, porque el Parlamento Europeo ha intentado investigar, pero muchos Estados miembros se han negado a facilitar la información, entre ellos España.
Además de eso, considera que sería muy importante prohibir la intermediación de bancos. Explica Cabra que en los "Papeles de Panamá", que se corresponden con un único despacho de abogados de ese país, más de 500 bancos han tenido conexiones para crear 16.000 sociedades distintas en paraísos fiscales. Señaló que los bancos españoles más involucrados en esta actividad han sido BBVA, Santander y Sabadell. Carlos Sánchez Mato también opinó que "hacen falta facilitadores ya que todo este sistema sería imposible sin la cooperación de las entidades bancarias, que no lo podrían hacer si no se lo permitiesen los Estados".
Juan Gimeno considera que se pueden tomar medida si se quiere, "pero para eso hace falta que los gobernantes no tengan sus bienes en los paraísos fiscales". Para acabar con ellos "es fundamental la sensibilización social para que la opinión ciudadana no los acepte".
El final de estos núcleos de desigualdad pasa, según Marcelo Oliveira, por el hecho de no contratar con empresas que operen en paraísos fiscales, y eso es algo muy sencillo de hacer y supone una primera posición política". En esa misma línea, Sánchez Mato, añadió que "con que hubiera una cláusula social para que los ayuntamientos y las comunidades autónomas no pudieran contratar con esas empresas con una tributación fiscal opaca, todo iría mucho mejor". Prometió, en su calidad de delegado de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, que esta ciudad se va a incorporar a los municipios que no negocian con entidades con base en paraísos fiscales.
Oliveira considera que también sería positivo exponer al ridículo a todas las personas que tengan cuentas en los paraísos fiscales.
Campaña de Oxfam
Susana Ruiz, coordinadora del Departamento de Justicia Fiscal de Oxfam Intermón presentó la campaña noalescaqueo.org, que informa sobre la extrema desigualdad que existe en el planeta. Según ella "las cosas sí se pueden cambiar y de hecho hay cambios increíbles, desde gobiernos que generan propuestas hasta el propio Obama que quiere que Delaware deje de ser un paraíso fiscal".
Desde Oxfam Intermón ven "que las cosas se mueven con asuntos como los Papeles de Panamá" y aseguran que "este es el momento de hacer cambiar el mundo".