Álvaro Navarro e Ismael Morales tienen una diferencia de edad considerable, de unos 20 años, y lo más probable es que ni siquiera se conozcan. Álvaro es físico y "un respetable padre de familia", mientras que Ismael cursa Bachillerato en el IES Al-Satt, en Algete. Álvaro ganó hace dos décadas la primera edición del Concurso de Primavera de Matemáticas. Ismael ha obtenido la mejor calificación en la edición de este año, la vigésima, cuya fase final se celebró el pasado sábado 23 de abril en la Facultad de Ciencias de las Matemáticas. "Nuestro objetivo -señala la profesora complutense María Gaspar, integrante de la comisión organizadora del concurso- era y es mostrar a una mayoría de estudiantes que es posible disfrutar con las matemáticas. Ese objetivo le hemos cumplido. Cada año hay más centros, casi 500 ya, y más alumnos".
María Gaspar se emociona cuando habla del Concurso. Recuerda los nombres e incluso caras de muchos de los participantes. En su intervención en el acto de entrega de premios de esta XX edición, celebrado el 27 de abril en un como siempre abarrotado salón de actos de la Facultad de Matemáticas, no puede dejar de nombrar como un particular homenaje a algunos de los ganadores de estos veinte años. Desde los mencionados Álvaro Navarro e Ismael Morales a Hugo Fernández, "este sí es matemático", Moises Herradón, Diego Izquierdo o Miguel Barrero. Con este último hace un aparte y recuerda que quedó siempre entre los tres primeros clasificados en todos los niveles, desde que empezó a participar en quinto de Primaria hasta que lo dejó en primero de Bachillerato. "En segundo prefirió presentarse a la Olimpiada de Física", le reprocha medio en broma.
La importancia de los profesores de Matemáticas
Hoy Miguel Barrero es estudiante de la Facultad, de la misma en la que María Gaspar es profesora. Quizá por eso, por saber de primera mano lo que eso significa, María siempre agradece la labor que realizan los profesores de Matemáticas, y más aún "los que dan clases a los más pequeños, porque de ellos depende en un alto grado que los niños disfruten con las matemáticas". No obstante, la profesora complutense considera que es muy importante la labor que hay que realizar con los profesores de Matemáticas en las escuelas de profesorado y que, "aunque hay de todo como en botica, quiero creer que las cosas están cambiando y la enseñanza de las matemáticas cada vez es más atractiva".
Además de a los profesores de matemáticas de colegios e institutos, la organización del concurso, representada por María Gaspar y la también profesora complutense Mercedes Sánchez; el decano de la Facultad, Antonio Díaz Cano; el consejero de Juventud Educación y Deporte de la Comunidad de Madrid, Rafael van Grieken; y el rector de la UCM, Carlos Andradas, recordaron en sus intervenciones en el acto de entrega de premios que este Concurso es posible gracias al esfuerzo de muchos. Solo así se explica, como subrayó el decano, que se hayan cumplido veinte ediciones y se haya creado una tradición que se extiende desde colegios y profesores a padres y estudiantes.
Medio millón de participantes
En total, calcula María Gaspar, en estos veinte años habrán pasado por el Concurso más de medio millón de niños madrileños, contando a los más de 45.000 que lo han hecho este año en las fases clasificatorias celebradas en unos 500 colegios. De ellos, 3.500 se clasificaron para disputar la fase final en la Facultad de Matemáticas, "la gran fiesta anual de las matemáticas", como la denomina María Gaspar. Ese día, el sábado 23 de abril, cerca de un centenar de estudiantes en su mayoría de la Facultad se presentaron voluntarios de 7 de la mañana a 4 de la tarde para vigilar primero y corregir después los exámenes. Y todo, como señala María Gaspar, "a cambio de un bocadillo y eso sí, de saber, porque muchos antes han sido participantes, lo importante que es ese día para los niños. Sin los voluntarios el concurso no sería posible, como tampoco sin el apoyo de los colegios, de la Comunidad de Madrid, la Facultad, del Rectorado y este año, por primera vez, del Vicerrectorado de Estudiantes, que nos ha proporcionado unas maravillosas camisetas rojas para los voluntarios que les han hecho muy visibles y han facilitado su labor".
Tras las palabras de las autoridades llegó de nuevo el momento de los protagonistas, de los que se han dado cuenta de que las matemáticas, como dice el eslogan del concurso, son divertidas. En total fueron 150 los y las estudiantes que recibieron un diploma que les acredita como ganadores de esta vigésima edición del Concurso de Primavera de Matemáticas. "Dice el tango, un ritmo de abuelos para los que no sepáis qué es, que veinte años no es nada. No es cierto, es mucho. Pero eso sí, estamos seguros que dentro de veinte años seguiremos estando aquí, mostrando que es posible disfrutar con las matemáticas", concluyó María Gaspar.
