"¿Qué podemos hacer desde las instituciones para mejorar la empleabilidad de los estudiantes universitarios?" La pregunta la hace el decano de la Facultad de Ciencias Químicas de la UCM, Francisco Ortega, al comienzo de su intervención en la mesa redonda que sirve de clausura a las II Jornadas de Orientación Profesional, celebradas durante este curso en su Facultad. Se trata, resume de manera coloquial el rector Carlos Andradas, quien actúa de moderador del debate, de reflexionar sobre cómo "dejar de ser, como algunos nos dicen, una fábrica de desempleados y convertirnos en todo lo contrario". A responder la pregunta ayudan al decano otros dos profesores de su Facultad, hoy con responsabilidades de gestión, el consejero de Juventud, Educación y Deporte de la Comunidad de Madrid, Rafael van Griekel, y el vicerrector de Transferencia del Conocimiento y Emprendimiento de la Complutense, José Manuel Pingarrón.
En el haber, las prácticas, y en el debe, el inglés
Es el propio decano, Francisco Ortega, quien hace la primera aproximación. "Algunas cosas ya las estamos haciendo, pero en otras tenemos que hacer más". En el haber, el decano sitúa jornadas como las que están clausurando, que desde hace dos años han acercado al mundo de la empresa a los estudiantes de su Facultad y les han hecho ver qué tipo de formación reclaman. También en ese lado del balance hay que poner las prácticas externas "e incluirlas también en aquellos grados que no las tienen". El decano introduce una posible variedad, "algún tipo de erasmus en empresas que llevaran a nuestros estudiantes a hacer prácticas en el extranjero". Junto a esta propuesta Ortega sitúa en el debe de la universidad la falta de másteres y títulos propios en colaboración con empresas y también la necesidad de dar mayor presencia a la enseñanza del inglés en la universidad. En este punto, el decano se felicita por el importante paso que supone la reciente aprobación en la UCM del Plan de Internacionalización de la Docencia.
Hay más cosas por hacer. Ortega por, ejemplo, reclama que la universidad haga un seguimiento de sus egresados para tener datos precisos del tiempo que tardan en encontrar empleo, si este se corresponde con su capacitación y su evolución posterior. También aprovecha el decano la presencia del consejero de Educación para pedir una inmediata bajada de los precios públicos de matriculación en las universidades madrileñas, ya que hay un agravio comparativo con otras comunidades muy perjudicial. Además, pide que se equiparen a la baja los precios del grado y el posgrado, porque "las empresas siguen buscando licenciados, es decir, estudiantes que hayan hecho el grado y el máster".
El error de la excesiva especialización de los grados
Al decano de Químicas le sigue en su intervención el vicerrector José Manuel Pingarrón, quien ofrece datos sobre la fortaleza del sector químico en España, de los pocos que crecieron durante la crisis, e incluso se felicita del "perfil transversal" de los titulados en Químicas, que les hacen "adaptables prácticamente a todas las fronteras del conocimiento, no sólo en el área de ciencias experimentales, sino también de las ciencias de la salud o las ciencias sociales". No obstante, Pingarrón ve aspectos "peligrosos" en la formación que están recibiendo no sólo los estudiantes de la Facultad de Químicas, sino de "otros muchos sitios", en los últimos años. De acuerdo con el vicerrector - y también con el consejero de Educación e incluso el director general de Universidades, José Manuel Torralba, presente entre el público y que intervino en el debate posterior-, "la excesiva especialización de algunos estudios puestos en marcha en los últimos años es un error. Se debería -agregó Pingarrón- continuar impartiendo grados con una amplia base generalista y luego buscar la especialización en los másteres".
El vicerrector de Transferencia considera que la universidad tiene una responsabilidad en la orientación profesional de los estudiantes, y es por ello por lo que es necesario "profesionalizar los servicios" con los que se les atiende. "Debemos dar el mejor servicio público como si fuésemos la mejor empresa privada". En este sentido, Pingarrón señaló el trabajo que está haciendo su vicerrectorado junto a la Delegación del Rector para la Formación Permanente, Prácticas Externas y Empleabilidad y la Oficina Compluemprende. "Queremos dar la mejor atención y si no sabemos darla, buscaremos quién puede darla para ponerlo a disposición de nuestros estudiantes", afirmó.
Doctorados industriales y acreditaciones internacionales
Otro aspecto que el vicerrector considera que hay que potenciar de manera urgente es el denominado "doctorado industrial", al que considera "una apuesta estratégica no solo de la Complutense, sino de todas las universidades y las comunidades". Los doctorados industriales significan pasar de la transferencia del conocimiento a la "investigación colaborativa" entre el sector productivo y la universidad.
Tanto esta última propuesta como el efecto negativo de la excesiva especialización de los estudios fueron compartidos en su intervención por el consejero madrileño Rafael van Grieken, quien también fue profesor de la Facultad de Químicas de la UCM. A su juicio, también es conveniente que la universidad vigile que sus titulaciones no solo impartan con la mayor calidad sus conocimientos propios, sino que también incorporen una serie de competencias transversales, que hoy son de suma importancia a la hora de encontrar empleo, como pudieran ser el trabajo en equipo o el conocimiento del inglés. No se trata, añadió van Grieken, de formar de cara a la empleabilidad, ni mucho menos, ya que la universidad sobre todo debe formar personas, ciudadanos, pero sí de dar herramientas que sirvan a los estudiantes en sus próximos 20 o 30 años de profesión. Para concluir, el consejero subrayó la necesidad de avanzar en las acreditaciones internacionales de los estudios, "que tienen el mismo valor que un pasaporte de cara a trabajar en cualquier lugar del mundo".