La Fundación Eduardo Torroja, en colaboración con la Dirección General de Arquitectura y Edificación del Ministerio de Fomento de España y la Universidad Politécnica de Madrid, convocaron un "Concurso Internacional de Ideas" para elaborar el logotipo del Museo Eduardo Torroja, que estará ubicado en el Hipódromo de la Zarzuela de Madrid, una de las obras más icónicas de ese arquitecto. La profesora Elo García Ramos del Departamento de Dibujo II (Diseño e Imagen) animó a sus estudiantes a presentarse, y tras una dura competición el premio ha recaído en una de sus alumnas del 3º curso del grado de Diseño, Cira Ascanio.
El concurso se ha celebrado a nivel internacional, y en el podían participar estudiantes de todas las escuelas de Arquitectura, Ingeniería y Bellas Artes que quisieran apuntarse. García Ramos se enteró de las bases y lo presentó como un ejercicio de clase "que fue muy interesante y muy divertido de hacer, por todo lo que se investigó y por esa ilusión que se proyecta cuando se piensa que se puede ganar". De allí salió el trabajo Curva en Equilibrio, de Cira Ascanio, que se impuso entre un total de 628 estudiantes, con 118 profesores colaboradores de 59 universidades pertenecientes a 17 países.
Cira Ascanio Esma es estudiante de 3º del grado en Diseño que se imparte en la Facultad de Bellas Artes. Se vino a Madrid cuando tenía 17 años para cumplir los 18 y se metió en Diseño "un poco a lo loco", aunque enseguida se dio cuenta de que le gustaba. Antes de eso, su padre, que había estudiado Bellas Artes en Tenerife, le había orientado un poco en esa dirección formativa.
Ascanio sí tenía claro que se quería venir a Madrid y su familia le "hizo el gusto" de mandarla aquí. En la capital sigue y ya sólo le queda "un añito para terminar, y parece mentira que haya pasado tan rápido este tiempo".
Reconoce estar muy contenta con el grado y con sus estudios de arte dramático en el Laboratorio de Teatro William Layton, "que es privado, pero con un enfoque profesional". En la carrera tiene también iluminación, diseño de vestuario, escenografía... así que ha visto que sus dos estudios se acoplan perfectamente.
El concurso
"Desde el minuto uno, Elo García tuvo mucha confianza en nosotros, nos animó un montón y estaba convencida de que podíamos conseguir algo", asegura Cira Ascanio. Según ella "al principio parecía todo un poco turbio, pero luego al unirse ideas y conceptos salieron buenos trabajos".
Los estudiantes trabajaron en una misma línea, porque la investigación fue algo conjunto. Los organizadores dieron pocas pistas como tener en cuenta las obras del arquitecto Eduardo Torroja y poco más. El trabajo fue bastante libre, aunque "luego todas las propuestas se parecían bastante, porque Torroja tiene una obra muy estética, muy potente y que da mucho juego".
El logo de Cira Ascanio es una mezcla de varias cosas. Fundamentalmente se basó en el alzado de las piezas que forman el hipódromo, "que tienen esa forma como de pájaro". Eso lo mezcló con el perfil del propio hipódromo y adaptó las curvas para representar los puentes, "una de las facetas arquitectónicas más importantes de Eduardo Torroja". La curva superior del logotipo fue algo más libre, pero también inspirada en el arquitecto, porque en él las curvas, "a pesar de ser hormigón, parece que flotan o que vuelan".
Ni Ascanio ni sus compañeros de clase conocían a Eduardo Torroja, así que este concurso ha servido para divulgar la obra del arquitecto que es "un referente en el mundo de la ingeniería y una eminencia en el mundo del hormigón".
El premio
Este ha sido el primer premio que ha recibido Cira Ascanio, y no se lo esperaba. Reconoce que el diseño del logo se lo tomó como un ejercicio de clase y que ya no se acordaba de lo del concurso. De hecho, el día que la profesora les comunicó que habían ganado ni siquiera tuvo el móvil encendido, así que se enteró cuando llegó a su casa y su compañero de piso, que también está en su clase, le dio la enhorabuena.
Los 4.000 euros del premio piensa invertirlos en su formación. Probablemente para un máster que hará en cualquier otro centro o incluso en algún otro país.
Más allá de la parte económica, el premio ha sido una "inyección de energía total", de "creerte un poco que tu trabajo puede servir para algo y que a alguien le puede gustar", porque ese es el problema que suelen tener "tanto los artistas como los diseñadores", que son tan exigentes que "no suelen confiar en lo que hacen".
Elo García reconoce que es un grandísimo orgullo haberse podido medir con otros muchos países y haber dado con la clave de las necesidades de comunicación de la Fundación Eduardo Torroja. "Ganar está muy bien, pero saber que el grado de Diseño de la UCM está a un nivel competitivo mundial está mucho mejor", asegura la profesora.