Hasta el día 22 de diciembre se puede visitar, en la Biblioteca Histórica de la UCM (c/ Novicidado 3), la muestra "Rubén Darío: una historia en fragmentos de papel". En ella se expone una selección de documentos del Archivo Rubén Darío de la Complutense, así como de la Biblioteca Hispánica de la AECID, fotografías de la época y algunos dibujos de Enrique Ochoa, el ilustrador de las Obras Completas del poeta nicaragüense.
"Ya te conocerán, ya sabrán quien eres, que te burlas de media humanidad y que te quedas muy fresco. Tú mismo con tus patrañas. Te van a quitar ese sueldito con el que ajustar tu vida de querida y licor. No será estable ese sueldo y La Nación al fin se cansará también. No he de morirme sin ver tu fin". Estas palabras tan duras y a la vez tan reveladoras de una relación que nunca fue demasiado idílica se pueden leer en una carta que escribió Rosario Murillo a su marido Rubén Darío.
Esta es una de las muchas piezas que se pueden ver en la muestra "Rubén Darío: una historia en fragmentos de papel", en la que se conservan desde las alabanzas de Juan Ramón Jiménez hasta, como se ha podido leer, las críticas acérrimas de una de sus mujeres.
El Archivo Rubén Darío, del que provienen la mayor parte de los materiales expuestos, está formado por los más de 5000 documentos que Francisca Sánchez del Pozo, compañera del poeta desde el año 1899, custodió en un pueblo de Ávila y que finalmente donó a la Facultad de Filología de la Universidad Complutense. Como recordó Ignacio Lizasoain, vicerrector de Política Científica, Investigación y Doctorado, "es el más importante de los archivos de Ruben Darío de todo el mundo, por eso es fundamental presentarlo a la sociedad, para que lo conozcan y lo lean en el centenario de su muerte".
En la inauguración de la muestra, Rocío Oviedo, profesora de Literatura Hispanoamericana de la UCM, y una de las comisarias, ha informado de que además de esos documentos se han incluido también revistas modernistas, libros y fotografías provenientes de la Biblioteca Hispánica de la AECID. Con todos ellos se puede hacer un viaje por la "vida del poeta, su actividad fuera del hogar y sus utopías".
Con respecto al material depositado en la Complutense, Oviedo explica que los alumnos de la Facultad han hecho una transcripción y edición crítica de los documentos, y además lo hicieron "con mucho interés, porque en muchos casos ha sido una tarea policiaca descubrir al autor y su procedencia".
Araceli García, otra de las comisarias y directora de la biblioteca de la AECID, informa de que su colección es mucho más modesta, ya que consta de 261 documentos entre los que se encuentran cartas, postales, tarjetones, tarjetas de visita, recibos, factura..., en su mayoría manuscritos. Gracias a un convenio firmado hace años con la UCM han podido prestar el material para esta exposición y además han asumido la edición del catálogo.
Jorge Peralta, jefe del Departamento de Cooperación y Promoción Cultural de la AECID, considera la muestra como una ocasión única para "unificar, aunque sea de una manera puntural, un archivo que ahora está dividido". Añade García que la Fundación Pintor Enrique Ochoa "ha ayudado mucho con sus ilustraciones y cuadros que permiten dar una atmósfera más global de lo que es el modernismo". En concreto en la muestra se expone una selección de dibujos de la obra Imágenes internas de Ortega.
En la inauguración Peralta señaló los lazos existentes entre Cervantes, Garcilaso y Rubén Darío, "porque en todo ellos había una cierta vocación iberoamericana de defender el legado común". Algo que queda mucho más claro en Darío, tanto a lo largo de su carrera diplomática como en su relación con escritores a ambos lados del Atlántico. Para Peralta, "Ruben Darío es el gran literato de carácter panhispánico", y para Ignacio Lizasoain, "es un poeta que sigue vivo en la literatura universal".
El director de la Biblioteca de la UCM, Andoni Calderón, quiso destacar la variedad de documentos presentados y el hecho de que en una "biblioteca caben de muchos tipos, como estos que muestran la vida cotidiana de los autores". Según Calderón muchas de las piezas expuestas ya están digitalizadas y otras están en proceso de digitalización.
Por cierto, si alguien se lo preguntaba, Rosario Murillo sí llegó a ver el fin de Rubén Darío, porque le sobrevivió muchos años, ya que no falleció hasta el 23 de junio de 1953 en Managua.