El viernes 30 de septiembre las facultades de Farmacia y Química de la Universidad Complutense se sumaron a la Noche Europea de los Investigadores, un proyecto de divulgación científica enmarcado en Horizonte 2020, que quiere acercar los investigadores a los ciudadanos para que conozcan su trabajo, los beneficios que aportan a la sociedad y su repercusión en la vida cotidiana. Se celebra simultáneamente en 250 ciudades europeas desde 2005 y en la Comunidad de Madrid está promovido por la Consejería de Educación, Juventud y Deporte y coordinado por la Fundación madri+d.

2016 es el Año Internacional de las Legumbres y eso se ha notado en dos de las actividades organizadas en la Facultad de Farmacia para esta Noche Europea de los Investigadores. La primera en arrancar fue "Las legumbres: de la tradición a la innovación", y la segunda de ellas llevó por nombre "Legumbres tradicionales para una dieta sostenible y saludable".

En los dos talleres diferentes, Esperanza Torija Isasa, del Departamento de Nutrición y Bromatología II, y José Luis Sierra Cinos, del grupo de investigación Innovadieta, repasaron la historia del consumo humano de estos alimentos y señalaron lo importante que puede ser su cultivo para frenar el cambio climático.

Es así, porque "son casi las únicas especies vegetales capaces de fijar el nitrógeno atmosférico gracias a la rotación en cultivos", y sobre todo por la escasa huella de agua que dejan. De acuerdo con Sierra Cinos, "para producir un kilo de lentejas hacen falta 350 litros de agua, mientras que para producir un kilo de carne roja hacen falta 15.000 litros". También es superior al resto de alimentos en otras muchas variables como la producción de CO2, que se reduce a 7 kilos por cada 100 kcal de legumbres, frente a las 1.400 kcal en el caso de las carnes rojas. Desde un punto de vista energético también son más eficientes las legumbres, porque hacen falta 3 calorías de energía (de cualquier tipo) para producir 1 caloría de legumbres, mientras que cada caloría de carne cuesta 28 calorías de energía.

Beatriz Beltrán y Carmen Cuadrado, también de Innovadieta, durante su showcooking casero, recordaron que "tomamos un exceso de proteínas de origen animal, que se pueden sustituir fácilmente con la mezcla de legumbres y cereales, que producen proteínas de un alto valor biológico".

Así, mientras en la sala Cofares se podía asistir a esa clase de cocina centrada en el valor nutricional de los alimentos, en la planta baja de la Facultad se podía repasar, en paneles, la importancia de las leguminosas, así como disfrutar de una mesa con una enorme cantidad de variedades e incluso catar algunos platos y productos realizados con ellas. Y eso aunque fuera por la tarde, porque una de las ideas que se quiso transmitir es que "se puede disfrutar de las legumbres en cualquier momento, desde el desayuno a la cena".

Materiales inteligentes
El grupo de María Vallet, una de las investigadoras ERC de la Complutense, organizó la visita "Materiales inteligentes. ¿Son los nuevos biomateriales ciencia ficción?". Allí los cientos de curiosos que pasaron por los laboratorios del Departamento de Química Inorgánica y Bioinorgánica, pudieron ver cómo se trabaja en el desarrollo de dispositivos de nanomedicina y de ingeniería tisular, así como ver cómo funciona una moderna impresora 3D, recién llegada a la Facultad.

Antes de pasar por las muchas y diferentes actividades preparadas para los visitantes, el público pudo ver un vídeo resumen del trabajo que se realiza en el grupo de Vallet, realizado por la Plataforma de Divulgación Científica. Tanto in situ como en las imágenes se explicó qué son los nanotrasportadores de fármacos, cómo se fabrican y para qué sirven en su uso contra enfermedades como el cáncer, y también cómo se fabrican piezas para regenerar huesos y las posibilidades que existen para mejorar los implantes que eviten las infecciones que todavía siguen siendo frecuentes.

Y más nanomateriales
En la Facultad de Químicas, el grupo de otro ERC complutense, Nazario Martín, organizó el taller "Nanobalones de fútbol contra el virus del ébola: marcando goles con la luz". En el salón de actos, prácticamente lleno, los asistentes pudieron escuchar una breve historia de lo que son los fullerenos (también conocidos como futbolenos por su composición atómica que se asemeja a un balón de fútbol) y las múltiples aplicaciones que podrán tener en campos como la medicina.

En la charla se presentó el último trabajo con gran impacto mediático del grupo de investigación, que fabricó una supermolécula formada por trece fullerenos que fue capaz de inhibir la infección de un virus artificial que replica al del Ébola. Esa supermolécula funciona bloqueando un receptor implicado en el desarrollo de la enfermedad.

Como en estas jornadas, aparte de educar se busca el entretenimiento, Martín tiró de ironía para asegurar que la importancia de este último descubrimiento se mide por la cantidad de referencias que han aparecido en la prensa, sobre todo por el hecho de aparecer en "La Verdad, de Murcia, que sólo publica informaciones de gran impacto".

Tras la charla, los asistentes pudieron participar en un taller basado en experimentos que muestran los fundamentos de la interacción luz-materia. De paso se les enseñó cómo la sociedad puede beneficiarse de las aplicaciones de la fotoquímica.

Visita institucional
Por todas las actividades de la jornada pasó el rector de la Complutense, Carlos Andradas, en compañía de representantes de las dos facultades, pero también responsables de la organización que quisieron ver cómo se desarrollaban, y con qué éxito de público. Por allí pasaron Jesús Rojo, de la Fundación madri+d y Marc Patuzzo, de la REA (Research Executive Agency), un organism creado por la Comisión Europea para maximizar la eficiencia y el impacto de la investigación y de los programas de innovación de la Unión Europea.