Del 7 al 20 de noviembre se celebra la XVI Semana de la Ciencia, bajo el lema "En un lugar de la ciencia", en claro homenaje a Miguel de Cervantes en el IV centenario de su muerte. El Área de Cultura Científica de la OTRI-UCM se encarga de la coordinación de las 237 actividades que ofrece nuestra universidad este año y que se reparten por todas las facultades, siendo las que más ofertan las de Químicas, Físicas, Estudios Estadísticos, Matemáticas, Geológicas, Geografía e Historia y Biológicas.
Una de las actividades de esta última Facultad, en concreto del Departamento de Biología Vegetal I (Botánica y Fisiología Vegetal), ha sido el taller, celebrado en el Jardín Botánico, "Reciclando el color de las plantas". Con alimentos tan comunes como cebollas, zanahorias, aguacates o limones, los asistentes aprendieron a extraer de ellos el pigmento capaz de teñir lanas y sedas.
El público asistente a esta actividad ha sido una muestra de la heterogeneidad que se pretende con esta Semana de la Ciencia que busca acercar los avances de investigación a toda la sociedad. Entre ellos estaba Isabel, una artesana, y su alumna Concha; Fernando, que trabaja con textiles; Raquel, trabajadora del Jardín Botánico; Elena, doctoranda de Estela Seriñá, una de las profesoras organizadoras; Patricia, estudiante de Biológicas; Sara, bióloga; María Jesús, experta en huertos urbanos; Inma, amante de las plantas; Inma, interesada en el hilado y en el proceso de dar color a la lana...
Esta fue también una de las actividades elegidas por el vicerrector de Transferencia del Conocimiento y Emprendimiento, José Manuel Pingarrón, para dar la bienvenida a los asistentes a esta Semana de la Ciencia. El vicerrector explicó que con estas actividades se busca ofrecer "cultura científica a los ciudadanos, en principio a estudiantes de enseñanza secundaria, pero también a cualquiera interesado en lo que se hace en la Complutense, que es una universidad de puertas abiertas a la sociedad".
Exposiciones
Gran parte de las actividades de la Semana de la Ciencia son exposiciones, que se reparten por las diferentes facultades y que llenan los pasillos de cultura. En la Facultad de Educación un buen número de vitrinas invitan a los estudiantes a pasear por la evolución humana a través de réplicas fidedignas de algunos de los fósiles más famosos. Allí están el niño de Taung, Lucy, el cráneo número 5 de Atapuerca e incluso un homo floresiensis, pero también réplicas de fósiles más antiguos, de los simios anteriores a la separación entre nosotros y el resto de homínidos. La muestra se complementa con dos conferencias impartidas por Andrés Armendáriz Sanz, el viernes 18, a las 12 y a las 17 horas.
En la Facultad de Documentación se puede visitar "Fotoimaginando: El Universo de la Fotografía". Los responsables de esta muestra explican que "muestra cronológicamente (1839-2016) las referencias esenciales en el desarrollo histórico y tecnológico: soportes, cámaras, objetivos, películas, positivos, negativos, objetos de laboratorio y elementos de estudio, algunos de los cuales son originales de excepcional interés que se conservan en colecciones particulares". Además de formar parte de la Semana de la Ciencia esta exposición ha servido de complemento a las X Jornadas Fotodoc.
Seguridad biológica
El camino por la ciencia puede seguir por una visita guiada a uno de los centros más emblemáticos que existen en la Universidad Complutense, en concreto el VISAVET (Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria). Allí, Beatriz Romero, jefa de servicio de Micobacterias, recibió a estudiantes de segundo de bachillerato de un centro educativo de Majadahonda y a un ingeniero industrial para explicarles el funcionamiento de un laboratorio de contención de nivel 3.
Cada visitante recibió una tarjeta de identificación por si hubiera una "catástrofe biológica", algo que no ha ocurrido antes y que no se espera que ocurra jamás. La visita guiada por las instalaciones fue la guinda de un pastel, que había incluido el aprendizaje de cómo colocarse un traje de bioseguridad y la explicación de las actividades de SEVEMUR, Servicio Veterinario de Urgencia de Madrid, que colabora con el VISAVET y con el Centro de Protección Animal (CPA), de Carabanchel.
Las actividades de SEVEMUR tienen una triple vertiente: veterinaria, social e investigadora. La primera consiste en la atención sanitaria a los animales en situación de desamparo en la vía pública, con especial atención a aquellos enfermos o heridos, y para contactar con ellos se puede hacer a través del teléfono del CPA, o del 092 de la Policía Municipal.
La vertiente social consiste en la asistencia e información al ciudadano, fomentando la tenencia responsable y el bienestar animal, para lo que colaboran también con la policía, el ayuntamiento y el SAMUR social.
Por último, la parte investigadora es la que se lleva a cabo en colaboración con el VISAVET e incluye tomas de muestras de animales con patologías para su análisis en el centro complutense y así dar un primer paso para un estudio de la salud de los animales de la ciudad de Madrid.
Paleontólogos por un día
Algunas actividades como esta de la Paleontología en la Facultad de Geológicas están diseñadas para alumnos con necesidades educativas especiales. Por allí, convirtiéndose en auténticos científicos, pasaron algunos miembros de la Fundación Nuestra Señora del Camino, dedicada a la atención de las necesidades de integración de las personas con discapacidad intelectual.
Miembros del Departamento de Paleontología les explicaban la diferencia entre un arqueólogo, que busca restos de civilizaciones humanas, y un paleontólogo, que busca restos de la vida en el pasado, sea humana o no. Para ello les enseñaban diferentes tipos de fósiles, la evolución a través de algunos restos de mamíferos cuadrúpedos y además en una pequeña réplica de una excavación, les animaban a encontrar sus propios fósiles.
El hipercubo
Esta pequeña muestra de lo que puede dar de sí una Semana de la Ciencia acaba en la Facultad de Físicas, en un taller donde las pompas de jabón forman figuras espectaculares como la de un hipercubo, que no es otra cosa que un cubo dentro de otro cubo unidos por trapecios. Los voluntarios de esta actividad organizada por el Departamento de Física Atómica de la Facultad, explican que esa forma surge gracias a la tensión superficial.
Los asistentes a este taller donde la Física se convierte en juego comprobaron también cómo la corriente eléctrica genera magnetismo y cómo eso sirve para mover objetos. También disfrutaron del poder de los hercios, desde frecuencias bajas de 50 hasta las de 440, propias del diapasón, y llegaron al límite de audición de los humanos que está en torno a los 20 kilohercios. Con el sonido vieron cómo se pueden crear ondas estacionarias, tanto en cuerdas que oscilan como en cloruro de sodio esparcido por una superficie sometida al sonido de un altavoz.
El viaje por la ciencia podría seguir en la Complutense en alguna mesa redonda, excursión, conferencia, observación astronómica, clase de dibujo, proyección cinematográfica o seminario. Cualquier manera es buena para que durante una quincena los laboratorios abran sus puertas y pongan a su personal en contacto directo con la sociedad. Es probable que de estas visitas surjan nuevas vocaciones científicas que en breve pasarán por la UCM, no ya como visitantes, sino como parte de nuestra comunidad universitaria.