La universidad estadounidense de Harvard cuenta con 320.000 antiguos alumnos, localizados en más de 200 países del mundo. Solamente un pequeño porcentaje de ellos provienen de nuestro país, pero la institución americana está dispuesta a que eso cambie. Con ese motivo, Margot N. Gill, decana administrativa para Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard, y Gonzalo Giribet, profesor del Departamento de Biología Organísmica y Evolutiva de ese centro, ofrecieron el 19 de diciembre una charla informativa en el salón de actos del Pabellón de Gobierno de la Complutense.
En estos momentos 46 españoles estudian en la Universidad de Harvard, de los cuales sólo 6 están realizando el doctorado. Cifras muy lejanas a las de otros países como Reino Unido, Alemania, Francia, Italia e incluso Rumanía. Margot N. Gill explica que esta baja representación de alumnos de nuestro país se debe a que hay muy pocos que soliciten estudiar allí "porque no conocen la posibilidad de hacerlo".
Existen dos ideas que se suelen tener sobre la posibilidad de cursar un doctorado en Harvard: que es muy difícil acceder y que es muy caro. Gill reconoció que el proceso de admisión no es sencillo, pero en contra de lo que se puede pensar no son tan importantes las notas que se hayan obtenido durante el grado como el hecho de poder demostrar "el interés y la pasión por la investigación".
Gonzalo Giribet insistió en que el bagaje investigador es muy importante, "sobre todo para el proceso de admisión de los estudiantes extranjeros". Hay que tener en cuenta que en Harvard cada cual va a elegir su propia investigación, así que no va a hacer la que le mande algún docente, "es mucho más independiente que en otros países y por eso el estudiante tiene que demostrar un gran interés por algo concreto". El doctorado en Harvard no es corto, puede llegar a durar hasta cinco años y medio, y gran parte de ese tiempo lo pasarán investigando.
Más allá de ese bagaje investigador, es muy importante conseguir una buena carta de recomendación, o varias, "si pueden ser de diferentes instituciones, todavía mejor". Giribet aclara que no vale con cualquier carta, sino que tiene que ser de alguien que conozca personalmente al estudiante "y que le aprecie como investigador". Gill explica que "todas las solicitudes se leen con detalle y esas cartas tienen muchísima importancia".
En cuanto al coste, la decana de Harvard reconoció que no es una universidad barata, pero los estudiantes de doctorado "están financiados totalmente". Eso incluye la matrícula, un seguro médico y los gastos básicos para vivir al menos durante cinco años. Para los estudios de grado también hay becas, aunque en ese caso no cubren la totalidad de los gastos.
Sabiendo, por tanto, que con una buena base investigadora y con buenas cartas de recomendación se puede conseguir un doctorado, de manera gratuita en Harvard, Gill confía en que los estudiantes españoles "piensen seriamente en su futuro, y que vean esa universidad como un lugar potencial para estudiar".
Los estudiantes de la Complutense, junto con los de las universidades de Sevilla, la Rey Juan Carlos, la de Alcalá y las Politécnicas de Madrid y Valencia, cuentan además con la ventaja de formar parte del Real Colegio Complutense de Harvard, lo que facilita estudiar allí el doctorado o el máster.
Isabel Durán, vicerrectora de Relaciones Internacionales y Cooperación de la UCM, confía en que "salgan muchas inscripciones en Harvard después de esta sesión informativa".