"Compromiso y autenticidad", responde el catedrático Manuel Huertas cuando se le pregunta por los rasgos con los que definiría tanto la obra como la vida de su amiga, su compañera de estudios a mediados de los 70 en la entonces Escuela y poco después Facultad de Bellas Artes de la UCM. También de Sofía Gandarias habla su compañero en la vida, Enrique Barón. "Vivía por y para el arte, sin ignorar lo que pasaba en la sociedad. Siempre estuvo comprometida con las causas sociales, incluso de una manera mucho más radical que yo", señala con emoción el ex ministro socialista y ex presidente del Parlamento Europeo, que desde hace un año, desde que falleciera su mujer, trabaja junto al hijo de ambos, Alejandro, para que la obra pictórica de Sofía Gandarias no caiga en el olvido. "Un pintor muere cuando no hay espectadores que vean su obra", afirma Huertas, comisario de  la exposición "Sofía Gandarias. Mujeres", que del 8 de marzo al 18 de abril se puede contemplar en la sala de exposiciones de la Facultad de Bellas Artes.

Huertas ha hecho una selección de algo más de 60 de las más de 850 obras que Gandarias llevó a cabo a lo largo de su vida. Explica que aunque el argumento central de la muestra es la mujer, su defensa, su mirada, su lucha; no ha querido que esta fuese una exposición monotemática, "sino también una representación de ella en todas sus facetas". Huertas explica que como comisario "he huido del orden cronológico, de los tópicos de las exposiciones retrospectivas. La totalidad de la exposición se basa en recorridos. He tratado que de unos cuadros se pasen a otros olvidándonos de cuando fueron pintados y en su lugar haya un elemento plástico que los una, un toque de color, un grafismo, un personaje. Esa es un poco la filosofía que sigue la exposición de un pintor a otro pintor, que ambos eran amigos y compañeros, lo que también ha ayudado mucho".

Barón, Huertas y la decana de Bellas Artes, Elena Blanch, también destacan que haya sido un 8 de marzo el día elegido para inaugurar la exposición. "Hablar de mujer trabajadora es hablar de Sofía", afirma su marido. Para la decana, mujeres como Gandarias son un aliciente más para seguir luchando por la igualdad, para que en una Facultad con un 75% de alumnas, las profesoras "apenas seamos el 50 por ciento", o que en el mercado del arte "la presencia de mujeres en museos y colecciones no llega al 15 por ciento", denunció la decana, tras explicar que la exposición está acompañada también por un ciclo de conferencias también titulado "mujeres" y que tiene su primera cita ya este 9 de marzo con la presencia de la escritora Ángela Rodicio.

Sofía Gandarias fue, como también destacó Enrique Barón, un "símbolo del final del franquismo" y disfrutó de una vida plena en la que junto a la pintura y su compromiso social también tuvieron cabida la música, la literatura o el cine. Es por ello, por lo que su obra es rica en temáticas y matices. De series como la que personajes femeninos tan dispares como Frida Kahlo, Cate Blanchet, Tilda Swinton o Angelina Jolie, por citar solo unas pocas, ponen cara a una serie sobre "El caballero de la mano en el pecho", se pasan a otras sobre gatos, pétalos, cuerpos desnudos o ciudades. Incluso la muerte, que trata en su serie "Avarizia", tiene presencia en su obra. Precisamente uno de los cuadros de "Avarizia", el titulado "Tumbas, la gran grieta", formará parte del patrimonio complutense tras la decisión de Enrique Barón y su hijo de donarla a la Universidad.

El gesto lo agradece el rector Carlos Andradas, que también se ha querido sumar al acto de inauguración de la exposición, e invita a los presentes a visitar la muestra. Entre ellos hay caras conocidas, algunas retratadas por la propia Sofía, como la actriz Concha Velasco o la abogada Paca Sahuquillo, a quien incluyó entre sus "caballeros". Están también veteranos políticos como Joaquín Almunia, el embajador Rodríguez Spiteri, el ex rector complutense Carlos Berzosa o el presidente del Patronato del Museo del Prado, José Pedro Pérez-Llorca. También están en la sala para hacer presente su pasión por la música Anabel Domínguez, de la Fundación Yehudi Menuhin España, y Belén Benito y Marta Barruso, quien con su voz y un laud ponen aún más sentimiento al acto inaugural. "Sofía siempre fue así: trabajadora, luchadora y elegante", cierra Enrique Barón.