Hasta el 19 de marzo, cualquier miembro de la comunidad complutense puede presentar sus propuestas a los presupuestos participativos en sostenibilidad ambiental UCM 2017. Al igual que en la primera convocatoria, el dinero que se destinará para subvencionar a los proyectos más votados, será de 200.000 euros. El delegado del rector para Campus y Medio Ambiente, Javier Garrido, explica las novedades de esta edición y hace un balance de la de 2016.
Este año, para ayudar a todos aquellos que deseen presentar propuestas, en Internet se han colgado varios documentos. Por un lado hay un "un diagnóstico preliminar, una auditoría en un sentido muy básico, de problemas de sostenibilidad que podíamos encontrar en estos momentos en la UCM", que se ha completado "con el diagnóstico que se hizo el año pasado sobre la situación medioambiental de la Universidad". Aclara Javier Garrido, que este último no era de carácter técnico, "sino de autodiagnóstico del conjunto de los participantes en los presupuestos, sobre cómo lo veían ellos, qué entendían ellos que eran los problemas principales que había en el campus".
Recuerda Garrido que "la cantidad destinada a estos presupuestos va a seguir siendo de 200.000 euros, y el objetivo también es el mismo: mejorar la sostenibilidad de la Universidad Complutense en sus dos campus, así como fomentar la implicación y el compromiso de la comunidad universitaria con su universidad y, más en concreto, con el área de la sostenibilidad medioambiental".
Todavía está sin decidir qué cantidad se va a asignar a cada una de las actuaciones más votadas. El año pasado se decidió que tenía que ser un máximo de 40.000 euros por actuación, "de manera que al menos fuesen cinco las propuestas que pudiesen incluirse en inversión". Este año el grupo motor que está trabajando de la UCM, formado por estudiantes, PAS y PDI, está decidiendo cuáles son las cantidades que se pueden asignar a cada actuación.
El año pasado entre las ocho más votadas, que fueron las que finalmente se subvencionaron, hubo cinco propuestas que tenían que ver con inversión en asuntos de mejora energética y tres en mejoras de los espacios verdes y la biodiversidad. Considera Garrido que "puede ser que esa sea la prioridad que se le otorgue nuevamente este año, pero queremos que todo el mundo, antes de votar una propuesta u otra, sepa que hay propuestas en diferentes áreas, para elegir con un criterio de una cierta complejidad y sepa dónde está cargando su prioridad. Y para ello, a la hora de hacer las propuesta, tendrán que decir en qué área de la sostenibilidad se integran.
Otra una nueva peculiaridad, "o un rasgo que no tuvo el año pasado la presentación de propuestas, es la definición de los objetivos, la descripción de la propuesta y la explicación de qué se conseguiría con ella". Se entiende que de esa manera, "aunque las propuestas no sean detalladas, sí que exijan a quien la presenta pensar un poco más, no sólo lanzar una idea de lo que le gustaría". Aclara el delegado del rector que se ha hecho así, "porque el año pasado vinieron muchas propuestas muy genéricas, y aunque se trata de que después la comisión técnica de expertos de la Universidad sea la que las vea y decida su viabilidad antes de someterlas a votación, que ya vengan con alguna característica, como por ejemplo si es para un centro o si es de carácter general".
Las votaciones
Se prevé que las votaciones populares para elegir los proyectos presentados se lleven a cabo en el mes de mayo. El año pasado se recibieron unas 190 propuestas y este año se piensa que no estará muy lejos de esa cifra.
En 2016 votaron casi 2.000 personas, lo que supone un 8% del profesorado, un 8% del PAS y un 1,2% del alumnado. Puede parecer una cifra baja, pero de acuerdo con Garrido, "en términos comparativos con otras experiencias de presupuestos participativos se puede considerar una votación alta entre el personal de la UCM, aunque es cierto que hay que tratar de mejorarla e implicar a un porcentaje bastante más alto de la comunidad universitaria, incluyendo a los estudiantes, aunque también en este caso su participación es comparable al porcentaje de la que ha habido en algunos municipios donde se han llevado a cabo iniciativas semejantes".
En el número de votantes destacó Biológicas, que dobló en porcentaje a los que la siguieron, que fueron Físicas, Farmacia y Ciencias de la Información. Después, con menos votos estuvieron Geografía, Informática, Medicina, Veterinaria y Políticas.
Por sectores, "los estudiantes destacan en todas las ramas de Ciencias de la Naturaleza (Biológicas, Farmacia, Químicas, Veterinaria, Medicina y Física), pero también los de Ciencias de la Información, Geografía e Historia e Informática".
Sí destaca el voto mayoritario del profesorado en las facultades de Ciencias de la Naturaleza, mientras que en el PAS no se puede establecer ninguna vinculación con centros concretos, porque no hay votos mayoritarios en un centro u otro.
En cuanto a la distribución de la presentación de propuestas, el 40% fueron de profesores y el 60% restante se reparte a partes iguales entre PAS y estudiantes. Con un mayor número de propuestas estuvo Físicas, seguida de Políticas y Sociología, Biológicas, Medicina, Químicas, Educación y Ciencias de la Información.
El año 2016
"Del año pasado hay que destacar un balance positivo en términos de visibilidad de la cuestión medioambiental en la comunidad universitaria", asegura Garrido. De acuerdo con él, estos presupuestos participativos han servido para ejecutar acciones de mejora de la sostenibilidad, "como una apuesta clara de este rectorado por esa área, y también se ha conseguido dar visibilidad a un tema que permanecía en los márgenes y que nunca había sido manifiesto".
"Además se han conocido entre sí las personas interesadas en este tema, lo que permitirá crear una masa social para que este tema tenga solidez y se pueda mantener la dinámica de interés por la sostenibilidad" y también ha servido para que la UCM, "en otros ámbitos institucionales como la CRUE, haya aportado una experiencia innovadora, muy bien recibida, porque no es sólo la ejecución técnica de actuaciones, sino que a ella le suma la participación, el compromiso de la comunidad universitaria".
En ese sentido el delegado del rector destaca uno de los proyectos sobre biodiversidad, porque ha conseguido la confluencia del área de parques y jardines, con profesores de Biológicas, con un miembro del PAS de Veterinaria, con estudiantes y con la colaboración de GREFA. "Esa lógica es la que hay que tratar de implementar, que no sea una ejecución de actuaciones directamente del rectorado, sino que sea una implicación de distintos actores y que se hagan las cosas aprovechando sinergias, conocimientos y colaboraciones de todos".
En el proyecto de la mejora del sistema de calefacción se ha actuado en la central térmica y en varias facultades, mientras que la instalación de leds se ha llevado a cabo en los exteriores del Jardín Botánico, también en Medicina, en la biblioteca María Zambrano y en la sala de juntas del rectorado, "como un lugar ejemplarizante para que se vea que estamos trabajando en el ahorro energético". Explica Garrido que la dirección de obras ha ejecutado algunas actuaciones en mayor medida de lo que estaban previstas, como la de instalación leds, "donde el gasto presupuestado en 40.000 euros ha superado los 100.000 euros, porque la Universidad ha asumido alguna de las propuestas para ampliar su ejecución en espacios que no estaban previstos".
El proyecto de reforestación ha afectado especialmente al campus de Somosaguas, donde se han plantado unos 70 u 80 árboles, y también algunos en ciudad Universitaria en los jardines del rectorado.
La mejora de la flora y la restauración de espacios escultóricos, ha avanzado colocando "al lado de Biológicas un jardín donde antes había una zona de cemento, que era una zona seca, desangelada, y ahora cuenta con un sistema de cultivo, y se espera continuar mejorando esa zona". Y otras actuaciones como la que se realiza sobre el monumento a Gregorio Marañón se está llevando a cabo todavía.
En cuanto a la eliminación de barreras arquitectónicas también se han hecho algunas actuaciones, "nuevamente dando importancia al campus de Somosaguas, porque se quiere mejorar ese campus y todo lo que es su ambiente". 32.000 euros de los 40.000 presupuestos se han gastado allí.
Hay otra acción, que era la instalación de puertas de acceso para que tengan apertura automática y se ha llevado a cabo en el edificio de alumnos, en Bellas Artes y en el rectorado.
Todas las actuaciones que han sido presupuestadas se han ejecutado, aunque no en su presupuesto exacto, a veces más y otras menos, y la única que falta es la de colocar sensores para ahorro de luz, "pero se va a hacer este año sin que eso repercuta en los 200.000 euros presupuestados en esta edición".
Proyectos de gestión
Explica Garrido que hubo además propuestas que no requieren una inversión, porque son básicamente de gestión. De esas quere destacar una en concreto, y es que "en el concurso de las contratas para restauración se han introducido en los pliegos de condiciones criterios de salud y sostenibilidad que tengan que ver con comercio justo, menús vegetarianos y para celiacos, reducción de residuos, no reutilización de material desechable...". Ahora queda por hacer un seguimiento para la ejecución de esas actuaciones para las empresas que se han comprometido a realizar esas mejoras.
De acuerdo con el delegado del rector, y en esa misma línea, este año se van a tratar de incluir también criterios medioambientales en las contratas de limpieza, que saldrán después del verano.