Hedy Lamarr, Vera Rubin, Gerty Cori y Margaret Hamilton. A muchos ni siquiera les sonarán los nombres de estas cuatro mujeres. Quizá el primero de ellos, un poco más, ya que fue el que utilizó en sus papeles como actriz en Hollywood Hedwig Kiesler. Lamarr era su apellido de casada, con el suyo, el de soltera, firmó la patente de un sistema de espectro ensanchado que permitía llevar a cabo comunicaciones inalámbricas a larga distancia. Lo hizo en 1942 y puede considerarse el hallazgo científico en el que se basa el actual sistema wi-fi del que todos nos servimos cada día. A Vera Rubin debemos desde 1970 la evidencia de que la materia oscura del universo existe. Gerty Cori fue la tercera mujer en ganar un Nobel científico, el de Medicina de 1947. Mientras que Margaret Hamilton fue la directora del equipo del MIT que desarrolló el software de navegación del programa espacial Apolo, que llevó al ser humano a pisar la Luna. Lamarr, Rubin, Cori y Hamilton son las cuatro mujeres que han tratado de rescatar del olvido las chicas y chicos de 1º y 2º de la ESO ganadores de la primera edición del concurso "La informática más informática", convocado por la Unidad de Igualdad de la UCM, en colaboración con las Facultades de Informática y Educación, y cuya entrega de premios ha tenido lugar este 25 de mayo en la Facultad de Informática.
Como explica la delegada del rector para la Unidad de Igualdad, María Bustelo, son muchas y muy complejas las causas que explican por qué son pocas las mujeres que aún hoy se dedican a actividades científicas, y más concretamente tecnológicas o informáticas. Esas mismas razones o parecidas han provocado que a las pocas que han destacado en estas áreas tampoco se las haya visibilizado o popularizado. El objetivo de este concurso, convocado con motivo de la celebración del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el pasado 11 de febrero, era precisamente ese: ayudar a visibilizar a las mujeres que han destacado en la ciencia, pero cuyos nombres apenas han sido reconocidos. La propuesta se les hizo a estudiantes de primero y segundo de la ESO, a quienes se invitó a elegir un personaje femenino y hacer sobre él un relato, cómic o vídeo. Antes tenían que rellenar una encuesta on line, preparada por la profesora de la Facultad de Informática Sara Román, en la que se ponía de manifiesto ese trato desigual que reciben las mujeres y hombres que destacan en una misma profesión. En el concurso también ha colaborado la Facultad de Educación, a través Manuela Caballero, profesora del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales
Tanto el decano de la Facultad de Informática, Daniel Mozos, como el vicerrector de Tecnologías de la Información, Luis Hernández Yáñez, no encuentran explicación válida que justifique por qué son tan pocas las mujeres que se matriculan en ingenierías. En la Facultad de Informática de la UCM el porcentaje de alumnas apenas llega al 15%. Como afirman ambos, no sólo las mujeres están perfectamente preparadas para estudiar estas carreras, sino que de hecho las que lo hacen sacan de media mejores calificaciones que sus compañeros. Todo lo que se haga en este sentido es bienvenido y, de hecho, como recomendó el vicerrector, hay programas como el denominado "Desafío STEM" (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) de la Fundación Telefónica, que está contribuyendo a cambiar esta situación.
El concurso, como destacan los profesores de los premiados, ha servido para que sus alumnas y alumnos conozcan de primera mano esta desigualdad aún tan presente. Carmen Ortiz, profesora de Tecnología del IES García Morato, cuenta que animó a sus estudiantes de 1º y 2º de ESO a que participasen en el concurso. Lo planteó como una actividad voluntaria y a realizar fuera del horario lectivo. Tan solo 5 chicas presentaron trabajos en el plazo marcado. Lo hicieron en dos grupos, uno formado por dos de ellas y otro por tres. Este último grupo ha resultado ser el ganador del concurso. "Todo el mérito es de ellas. Han buscado la información, han hecho los textos, los dibujos... Estoy muy orgullosa", resume la profesora. Para las ganadoras, Carolina Castellanos, Leila Fernández y María Luque, las tres de 2º de ESO, el mayor premio que se llevan es haber comprobado "que las mujeres podemos hacer tantas cosas como los hombres, incluso a la hora de inventar cosas". La única explicación que dan a que las mujeres científicas no estén reconocidas es que "vivimos en una sociedad muy machista".
Carolina, Leila y María eligieron la figura de Hedy Lamarr para protagonizar un cómic en el que resumen su vida. Que una actriz también inventase algo tan importante como la base del actual wi-fi las hizo fijarse en ella. El hecho de servirse de un cómic para contarlo fue simplemente "porque a las tres se nos da bien dibujar".
El trabajo merecedor del segundo premio está centrado en Vera Rubin. En su papel como descubridores de la materia oscura se basa el relato titulado "Tras las Estrellas" que han escrito Pablo Ugalde y Pablo Picó, alumnos de 2º de la ESO del Colegio Base. Los textos han sido ilustrados por su compañera Beatriz Sanguinos. A "los Pablos" la experiencia les ha servido para cerciorarse de que "es verdad que muchas mujeres quedan a la sombra de los hombres por el mero hecho de ser mujeres".
El tercer premio también ha sido para un grupo de estudiantes de 2º de la ESO, en su caso del IES Rosa Chacel. Maryam Al Wasif, Maia Abdolcadir y Sebastián Nieves, aceptaron la propuesta de su profesor de Física y Química, David Rosa, y grabaron un vídeo en el que ellos mismos interpretan a Gerty Cori, la bioquímica galardona con el Nobel de Medicina de 1947, y a sus padres. Curiosamente, es el padre quien confía en las capacidades de su hija, mientras que su madre se enfrenta a ella por querer avanzar en un mundo que no le correspondía.
Por último, Paula Ferrero y Blanca Baluquer, alumnas de 1º de ESO también del Colegio Base se han llevado un accésit por su cómic sobre la vida de Margaret Hamilton, una desconocida aún en nuestros días sin la que posiblemente el ser humano jamás hubiera llegado a la Luna. Sus profesoras, Carolina Rúa e Inés Torres, sonríen cuando escuchan a sus jóvenes alumnas valorar lo aprendido: "Nos ha sorprendido que no sea famosa".