Del 10 al 12 de julio, el Teatro Real acoge el curso En las fronteras de la ópera, que codirigen Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real, y Álvaro Torrente Sánchez-Guisande, director del Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), dentro de los Cursos de Verano de la Complutense. Este último explica que en este curso se debate sobre "una visión un poco limitada de lo que es la ópera", y de cómo se puede reomper esa visión con programaciones como la del Teatro Real de esta temporada, ya que se presentan "muchas obras que no se corresponden con el modelo tradicional de ópera, pero que también caben, por supuesto, en los teatros de ópera".
En la segunda de las sesiones, por ejemplo, el profesor complutense Óscar Quejido Alonso ha hablado de la influencia de Carmen en Nietzsche, y como recuerda Álvaro Torrente Sánchez-Guisande es "una obra que se escribió como ópera cómica, con diálogos, no era enteramente cantada, y a partir de su éxito es cuando se transformó en una ópera".
Hay otros ejemplos como La flauta mágica, que "tampoco es una ópera en el sentido estricto", y según el director del ICCMU, a veces "el público puede tener unas barreras mentales, una serie de prejuicios, y en eso es en lo que se quiere profundizar en este curso, así como en la programación del Teatro Real y en ver que lo importante no son las características más o menos superficiales, como si se habla o no se habla". Gloriana, por ejemplo, es otra de las óperas de la próxima temporada del Real, y en ella hay partes habladas. Lo importante es que se trata de "obras de teatro con música, donde la música es un elemento esencial, pero no tiene que ser un elemento exclusivo".
En realidad, el curso es "un pretexto para juntar a un grupo de expertos para analizar lo que el Teatro Real ha programado para el próximo curso". Por un lado se harán obras que "a todo el mundo nos encanta y que son muy populares", como La Bohème o Carmen, que están "en el top ten de cualquier ránking de las óperas más valoradas por el público", y por otro se programan "territorios que son poco o nada conocidos aquí, como la ya mencionada Gloriana". Torrente Sánchez-Guisande explica que esta ópera es de Benjamin Britten, y que aunque sea uno de los autores "más reconocidos del siglo XX, nunca se ha estrenado en España".
Lo mismo ocurre con Die Soldaten, de Zimmermann, que es "una de las obras más complejas y rompedoras del siglo XX y que tampoco se ha hecho nunca en España, y que es impresionante por la cantidad de intérpretes que necesita y por la propia complejidad dramática y de la partitura".
Romper los prejuicios contra la ópera, sirve "para enriquecer la experiencia de las personas que asisten a la ópera, de acceder a títulos que no son tan convencionales". Desde el Teatro Real se considera que la mayor parte de esas apuestas resultan "éxitos clamorosos". Este año se ha programado otra ópera de Britten, Billy Budd, que tampoco se había hecho en España, y que ha sido un "éxito rotundo, y eso hace que haya gente incluso de otros países que venga a ver los estrenos, como ha ocurrido con Le cocq d'Or, de Rimski-Kórsakov". Eso ha hecho que el Teatro Real se esté convirtiendo en una referencia "a nivel internacional en los últimos años".
Para hablar de estos temas se ha seleccionado a profesores expertos como José María Sánchez Verdú, que es profesor en el conservatorio de música de Dusseldorf, "que ha hecho una conferencia magnífica sobre Die Soldaten, ya que para hablar de esa obra necesitas a alguien que sepa mucho de música, porque es una obra muy, muy compleja".
Fabrizio della Seta, de la Universidad de Cremona hablará un poco de la locura, partiendo de Lucía de Lammermoorm, que también se va a hacer en el Teatro Real, y "es uno de los grandes expertos en ópera italiana, así como el autor de la edición crítica de La Traviata, el coordinador de la obra completa de Bellini...".
Entre los provenientes de institucionales españolas, el profesor complutense Óscar Quejido Alonso, que ha hecho "también una conferencia extraordinaria sobre Nietzsche y la ópera, sobre todo alrededor de dos figuras importantes como son Wagner y Bizet". En el curso no se quería hacer una lectura convencional de Carmen, así que se ha hecho una lectura filosófica.
De hecho Quejido Alonso ha explicado en detalle cómo Nietzsche se separó de su amigo Wagner y cómo en Carmen encontró el contrapunto de la obra del compositor alemán. Frente a lo riguroso de la metafísica compartida por Wagner y Schopenhauer, Nietzsche veía en Bizet y en su ópera "el estímulo perfecto para incitar a crecer". De hecho, la define como "casi la mejor ópera que existe, y mientras viva nuestra generación, estará en todos los repertorios europeos".
Aparte de expertos, el curso cuenta también con la participación de algunos de los artistas que participan en las producciones, como la soprano Ermonela Jaho, que "ha estado en una sesión fascinante, de cómo una cantante vive todo el proceso de interpretar a algunos de los personajes más típicos y más importantes de la ópera".
Otros músicos que participarán son Oliver Díaz, director musical del Teatro de la Zarzuela, y James Conlon, director de orquesta, que este mes de julio estrena la versión de concierto de Macbeth "en la que canta Plácido Domingo".
Al final, el curso ha buscado reunir a expertos en diferentes campos, porque como asegura su director, "una de las cosas que caracteriza a la ópera es que es el espectáculo creado por el hombre en el que probablemente confluyan más disciplinas artísticas, y más todavía en las producciones actuales, ya que al lenguaje, la música, el teatro, la escenografía y el vestuario, se une el videoarte".