Los compases de la guitarra de Juan Diego se dejan escuchar a las 10 de la mañana en el salón de actos de la Biblioteca Histórica. Aunque no lo parezca, este es el arranque de uno de los Cursos de Verano de la Complutense, en concreto del titulado La modernización de la propiedad intelectual en España y su evolución, que se celebra los días 13 y 14 de julio. José Manuel Gómez Bravo, director corporativo de propiedad intelectual del Grupo Prisa, que dirige también este curso, asegura que no sólo se van a analizar las problemáticas y avances en el tema de la propiedad intelectual, sino que se quieren hacer una serie de homenajes. Este año en concreto se homenajeará a la ley de Propiedad Intelectual de 1987 y a sus redactores, así como a las mujeres en la industria de la música, a través de un documental de Daniela Bosé, y al compositor Manuel Alejandro. Una de las claves de estos homenajes, de acuerdo con Gómez Bravo, es que se hagan a personas vivas, algo, "por desgracia, poco habitual en nuestro país".
La ley de Propiedad Intelectual de 1987 vino a sustituir a la anterior, que estaba fechada en 1879 y que sólo se intentó renovar en la segunda república, aunque sin tiempo para hacerlo. González Bravo explica que la ley de los años 80 rompió "el sistema de privilegios que se había dado entre 1941 y 1979".
En los ochenta la situación, por supuesto, era muy distinta a la actual, y la ley se hizo fundamentalmente para la industria del libro. En aquel entonces todavía no había "casi entidades de gestión, ni Internet, ni piratería...". Poco a poco, la realidad ha superado en mucho a ese mundo de hace apenas unas décadas y la ley ha tenido que ir amoldándose a esa realidad.
Los treinta años de aquella ley coinciden, como recordó el rector Carlos Andradas, con los treinta años de los Cursos de Verano de la Complutense. Y además este curso en concreto se celebra en la Biblioteca Histórica, en un edificio, que de acuerdo con el rector, hoy alberga varias instituciones, pero que se espera que vuelva íntegro a la UCM y que pueda ser, quizás, la futura sede de estos Cursos de Verano.
Añadió Andradas que el tema de la propiedad intelectual afecta de manera directa a la Universidad, por un lado porque "está llena de autores científicos, artísticos y académicos", pero además por la necesidad que existe en docencia, divulgación e investigación de utilizar textos, imágenes y documentos en general de terceros autores.
Confía Andradas en que será posible "encontrar la manera de caminar juntos" en ese camino en el que los universitarios utilizan todos esos materiales para la creación de la ciencia.