Considera José Carlos Fernández Rozas, catedrático de Derecho Internacional de la Universidad Complutense, que el arbitraje cada vez ha cobrado mayor fuerza en el mundo del derecho, "sobre todo en los asuntos internacionales, en los que la gente quiere dejar la justicia estatal porque se considera que ir a un juez de un país supone la quiebra del principio de igualdad, y entonces se establecen tribunales arbitrales, que administran diferentes instituciones". Aunque el arbitraje como medio de resolución de conflictos está reconocido desde 1965 en el ámbito de las Naciones Unidas, hasta las dos últimas décadas no se ha extendido. "Empezó lentamente, pero en estos últimos años habrá habido más de 150 casos", puntualiza el profesor Complutense, quien este mes de julio dirige en los Cursos de Verano de la UCM y en la Escuela Complutense de Verano sendos cursos dedicados a la formación en los principios rectores de esta práctica.
Dos elementos de oposición
Esta manera de resolver los litigios fuera de los tribunales de justicia no es del gusto de todos. "Es cierto que hay dos grandes elementos de oposición en estos momentos -señala el profesor Fernández Rozas-. El primero viene de los llamados grupos antisistema, que legítimamente están contra el modelo y no quieren este tipo de tratados. Tienen sus argumentos y sus protestas han llegado a la propia Unión Europea. Hay que recordar que desde el Tratado de Lisboa es la Unión Europea quien tiene competencias en materia de inversión y los Estados no. Hay un determinado movimiento que aboga porque se cree un tribunal, que sustituya al actual mecanismo de arbitraje. Esto se estaba negociando en el tratado con Estados Unidos, el TTIP, pero al llegar a la presidencia de Estados Unidos este hombre impresentable todo se ha parado. Junto con este argumento ideológico, en el que hay unas justas reivindicaciones porque el modelo no es perfecto, está ahora la oposición alemana. Alemania fue condenada por este mecanismo y dijo "no queremos arbitraje". En el fondo esto es más importante que lo otro. Los otros movimientos están ahí, parecen muy legítimos, pero Alemania dijo tras ser condenada que iba a acabar con el modelo. Esto es lo que hay en el fondo".
"Yo -continúa valorando el profesor Fernández Rozas- no quiero decir que este sea un sistema maravilloso. Ha habido abusos. Se dice que estos tribunales han favorecido al inversor, aunque las estadísticas dicen lo contrario, pero hay un movimiento diciendo eso. Luego detrás de todo esto están los grandes despachos. ¿Quiénes llevan los pleitos? Los grandes despachos, que defienden al Estado o al inversor. Los movimientos antisistema, que ya no lo son porque están dentro del sistema, el equivalente a Podemos para hablar claro, consideran que la sociedad debe participar en estos pleitos a través de una institución que se llama amicus curiae, el amigo del Tribunal, que tenga acceso a los expedientes y que pueda participar la sociedad civil, para de alguna manera democratizar todos estos elementos. El sistema se había democratizado ya, pero siguen reivindicándolo. Es un tema muy discutible. Pero en el fondo, más allá de lo que digan estos grupos, es la actitud de Alemania la que ha cambiado todo", concluye el profesor complutense, quien es uno de los "árbitros" que aparecen en la lista que el gobierno de España ofrece a la comunidad internacional como profesionales del derecho expertos en esta materia. "Cada país da una lista de árbitros y las partes en litigio eligen a los que quieren que arbitren su caso".
La actitud del PSOE en CETA
El profesor Fernández Rozas considera que el posible rechazo final al tratado entre la Unión Europea y Canadá, el CETA, puede frenar aún más el tratado con Estados Unidos. En CETA se contempla la posibilidad de acudir a un tribunal a resolver los litigios entre empresas y gobiernos, aunque mantiene también la posibilidad del arbitraje. "El tratado con Canadá era la antesala. Era el caballo de Troya del otro tratado y digamos que no acaba con el modelo, sino que lo deja optativo, abriendo la posibilidad de un tribunal. El convenio con Canadá se aprobó de una manera irregular porque se aprobó provisionalmente. Es decir, empezó a funcionar sin que los Estados lo ratificaran, y no todos los Parlamentos aún lo han ratificado. Está ahí el tema conocido de la actitud del PSOE, que ha decidido abstenerse por una actitud oportunista claramente, porque los otros partidos socialistas han votado a favor. Aquí digamos quienes están en contra son otro tipo de movimientos. Es posible que este Tratado al final no se apruebe. La portavoz del PSOE no tenía ni idea de esto y lanzó balones fuera desde un punto de vista político sin saber lo que estaba defendiendo. No tiene justificación para el PSOE todo esto. Han actuado de manera oportunista. Los políticos deberían de estudiar un poco más, tener un poco más de preparación. Habría que exigírselo".
Novedosa iniciativa en los Cursos y en la Escuela de Verano
Desde hace 15 años el Departamento de Derecho Internacional ha promovido la formación en la especialidad de Derecho de los Negocios. En concreto, desde hace dos años el profesor Fernández Rozas dirige una doble oportunidad de introducirse en esta temática durante el mes de julio. La propuesta es novedosa ya que une a los Cursos de Verano de la UCM y a la Escuela Complutense de Verano. Los estudiantes pueden matricularse en la que prefieran, teniendo en cuenta que la opción de la Escuela es de tres semanas de duración e incluye una mayor formación práctica, mientras que la de los Cursos está más dirigida a acercar a grandes profesionales y expertos de la materia a los estudiantes. Quienes se matriculan en la Escuela asisten como oyentes a estas conferencias y debates.
"El curso lo organizamos con una institución de arbitraje que se llama la Corte Civil y Mercantil, que está en Madrid compuesta fundamentalmente por abogados del Estado, y que lleva muchos arbitrajes. Esta es una materia que llevan los grandes despachos de abogados. Hoy en día esto ha desbordado a los pequeños despachos. Son pleitos de mucho dinero y, por tanto, son las grandes firmas las que los protagonizan. Los alumnos tienen mucho interés porque la materia es importante, tiene una rentabilidad y, sobre todo, los alumnos que vienen aquí tienen vocación de entrar en grandes firmas de abogados. Este es un curso que tiene esta orientación de grandes firmas de abogados. Los profesores que imparten las clases son pertenecientes a las grandes firmas de abogados, fundamentalmente, o a cortes de arbitraje especializadas en estos litigios. Tenemos gran éxito. Los alumnos se matriculan y nos han valorado muy bien. Tanto los profesores Derecho Internacional de la UCM como la Corte Civil y Mercantil ya estamos muy animados para volver a hacerlo el próximo año. Es un curso muy práctico, de abogados, en el que es imposible decirles a los profesores que vengan sin corbata. Estoy intentando hacerles entender que es un curso de verano, pero los grandes despachos ponen las reglas", concluye entre risas el profesor complutense.