Cada vez son mayores las evidencias científicas que constatan la relación entre las enfermedades periodontales, las que afectan a las encías, y otras que afectan a otras partes del cuerpo. Según señala David Herrera, profesor de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense, esta relación está totalmente demostrada en el caso de la diabetes, cada vez es más fuerte con las enfermedades cardiovasculares, y hay también evidencias, aunque algo menores, en enfermedades como la artritis reumatoide, el alzheimer o, por ejemplo, del nacimiento de bebés prematuros en mujeres con periodontitis. El curso "Alianza por la salud bucal y general. Perspectivas de futuro" -que se imparte en la Biblioteca Histórica de la UCM, incluido en la programación "madrileña" de los Cursos de Verano de El Escorial- pretende poner de manifiesto esta relación para propiciar actitudes preventivas y terapéuticas conjuntas entre odontólogos, médicos de familia y especialistas, y sobre todo para "poner de manifiesto a las autoridades sanitarias que el hacerse un tratamiento bucal va mucho más allá de mejorarse el aspecto de los dientes. Esto es salud y hacerse un tratamiento bucal está influyendo de una manera clara y significativa en enfermedades como la diabetes o enfermedades cardiovasculares", afirma Mariano Sanz, catedrático de Odontología y director del curso.
De acuerdo con el profesor David Herrera, subdirector del curso y ex presidente de la Fundación Española de Periodoncia e Implantes Dentales -institución coorganizadora del curso-, los estudios que atestiguan la relaciones entre las infecciones de las encías y otras enfermedades se remontan a incluso más de dos décadas, pero es ahora cuando las evidencias científicas comienzan a ser incontestables, hasta el punto de que hoy ya no sea discutible que haya explicaciones biológicas que justifican que las enfermedades de las encías, que son infecciones, afectan al resto del cuerpo. Así, según señala el profesor Herrera, ya hay protocolos de enfermedades que incluyen la necesidad de mantener una adecuada salud bucal. "Por ejemplo, en este mismo curso, el endocrino Juan Girbés, de la Sociedad Española de Diabetes, ha señalado que las recomendaciones de 2017 de los estándares de tratamiento de la diabetes incluye el manejo de las enfermedades de las encías y la salud dental". También en los planes de estudios de Odontología se da cada vez más peso a esta relación.
Que los profesionales de la medicina, los pacientes e incluso las autoridades sanitarias estén preocupándose cada vez más por la salud bucal, posiblemente esté relacionado con las evidencias científicas cada vez mayores de su influencia en las enfermedades cardiovasculares. De acuerdo con el profesor Mariano Sanz, especialista en esta relación, hoy es una evidencia que el tratamiento de las encías disminuye el riesgo de sufrir un episodio cardiovascular adverso, como un infarto de miocardio o un ictus. "El beneficio es tangible pero es difícil de medir. Hoy lo que se está haciendo es tratar de evaluar qué beneficio tiene el tratamiento bucal sobre unos marcadores de riesgo que hacen más probable un episodio cardiovascular. Son biomarcadores que medimos en plasma, fundamentalmente marcadores de inflamación sistémica, también marcadores que medimos para ver la fragilidad de los vasos, para ver la respuesta de los vasos, el grosor de las arterias... Vemos -continúa explicando el profesor Sanz- que los individuos que tienen periodontitis tienen todos estos marcadores elevados, y que cuando implementamos tratamiento de las encías todos estos marcadores disminuyen. No tenemos una evidencia definitiva sobre la reducción de infartos o de ictus por el tratamiento de las encías, pero sí que son un claro beneficio el hacerlo".
De acuerdo con el profesor Sanz pronto la odontología dejará de ser considerada ante todo por su papel "rehabilitador o reponedor", sino que se valorará en términos de "salud y enfermedad". Desde este punto de vista es evidente, a juicio del director de este curso de verano, que si hasta ahora se decía que cada uno tenía que hacerse cargo de su rehabilitación o reposición, al hablar de salud o enfermedad sea ya el sistema nacional de salud el que tenga que velar por ella.