Hasta el 18 de septiembre, y en el marco del máster de Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual, impartido en el Centro de Estudios del Museo Reina Sofía en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el Espacio D del Centro de Documentación del Museo presenta Vis a vis: Quico Rivas, archivo y cárcel, un ejercicio académico y expositivo a cargo del grupo de alumnos perteneciente al itinerario de crítica del máster. Sergio Rubira, uno de los coordinadores del máster por parte de la UCM, explica que es un máster que "no sólo abre las puertas hacia una carrera de investigación, sino que además es profesionalizante", y aunque desde el principio, la colaboración con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) estaba muy clara en cuanto al itinerario de gestión, "no terminaban de articular el itinerario de crítica de arte".
Cuenta el coordinador que todo cambió cuando "se incorporó al Reina, Mela Dávila, como jefa de actividades, y ella fue quien impulsó la iniciativa desde el propio Museo. Así, entre "Juan Albarrán, coordinador del máster por la Universidad Autónoma de Madrid, Mela y los coordinadores de la UCM se pensó cómo articular esas prácticas dentro del Museo".
Lo primero que se hizo, en la edición de 2014-2015, fue crear la revista Acta, específica del máster, que hacen los alumnos del itinerario de crítica, y en esta última edición se ha añadido una exposición, "porque muchos de los estudiantes lo que quieren hacer después, en su vida laboral, es comisariar exposiciones".
El tema de la primera muestra de este máster, el archivo de Quico Rivas, lo eligieron los coordinadores porque "se tenía que trabajar en la sala de exposiciones de la biblioteca del Museo y se pensó que era importante hacerlo con los archivos del propio Reina".
De acuerdo con Rubira, "el archivo de Quico Rivas es muy grande, en torno a 170 cajas, forma casi un universo y permite establecer relaciones con otros archivos del Museo, además él mismo fue una figura fundamental en la crítica de arte de las últimas décadas".
Dentro de ese archivo, el tema de la cárcel fue elección de los estudiantes. Juan Carlos Pérez, alumno del máster y licenciado en Historia del Arte en la Universidad de Granada, asegura que analizaron el archivo en busca de sus intereses y su vida y se dieron cuenta de que "la cárcel había sido como un leit motiv, algo que había tenido presente desde muy joven por diversas cuestiones, no sólo desde un punto de vista del activismo político, sino también estético". Ahí está, por ejemplo, el proyecto Las otras galerías, que fue tomando cuerpo en su mente durante toda su vida y que al final no vio la luz más que como una idea en la edición de ARCO del año 2003.
Irene Holguín, licenciada en Bellas Artes en la UCM y también estudiante del máster, informa que "desde el primer momento los 18 estudiantes del itinerario de crítica han trabajado de manera conjunta entre revista y exposición, aunque luego se dividieron las tareas".
Holguín explica que ella no había trabajado nunca con un archivo, y al igual que ella también lo habían hecho muchos compañeros, "así que fue muy interesante el acercamiento a todo ese material". Gracias a ello ha aprendido, no sólo sobre la figura de Quico Rivas, "sino también sobre cómo coordinar una exposición y entenderse con 18 personas". Para Juan Carlos Pérez, el mayor aprendizaje ha sido, "la posibilidad de trabajar con un archivo moderno, porque en Historia del Arte casi nunca se trabaja con archivos de arte contemporáneo y esa ha sido una experiencia muy valiosa".
Y sobre todo con un archivo que "tiene de todo lo que te puedas imaginar, desde una careta suya, hasta fotografías, recortes de periódicos, servilletas de bares, dosieres de exposiciones, cosas que mandaban los artistas... No es un archivo metódico, sino que es una amalgama de todo tipo de cosas".
Aclara Rubira que "era un archivo que estaba prácticamente sin tocar, porque había llegado relativamente hace poco al Museo y estaba casi como a la espera, en potencia para ver qué se podía hacer con él, y por eso al propio Reina le ha venido bien que los estudiantes trabajaran sobre esos documentos".
María Dolores Jiménez-Blanco, la otra coordinadora UCM del máster, asegura que "el director del Museo está encantado y se ha quedado que para el año que viene se hará otro proyecto expositivo, pero siempre intentando que tenga relación con alguno de los archivos que hay en la biblioteca del Reina Sofía, dándole así visibilidad".
Añade la profesora que "este máster es como una joya, porque hay cientos de solicitudes para veinte plazas de la UCM y veinte de la UAM". De acuerdo con Rubira, la selección se hace en el mes de junio "por expediente, por currículum y, en una segunda fase, por entrevista personal, que suele dejar bastante claro a quién le interesa realmente hacer este máster".
Como por ejemplo, Juan Carlos Pérez que "de hecho se había enfocado al arte contemporáneo desde el principio de la carrera y tenía claro que este era el mejor sitio para estudiar un máster". Por su parte, Irene Holguín lo solicitó porque "en Bellas Artes hay una falta muy grande de estudiar teoría o referentes del arte contemporáneo y era fundamental para completar la formación".
En esta edición ha habido además licenciados en Audiovisuales y Arquitectura, y para la próxima edición, que tendrá que trabajar con un nuevo archivo y editar el número 3 de la revista, hay incluso un licenciado en Filología y otro en Filosofía.
