El responsable de desarrollo computacional y director de Tecnología de Desarrollo Espacial de la NASA, Rupak Biswas, ha visitado la Facultad de Informática de la UCM para dar una charla sobre la agencia espacial y sobre las muchas posibilidades de investigación y desarrollo tecnológico que allí se ofrecen. Él mismo aseguró que la NASA necesita prácticamente de todo lo que se pueda imaginar, desde expertos en ciencias de la vida hasta desarrolladores de computación cuántica, intereses que se dividen en cuatro líneas fundamentales de trabajo: investigación aeroespacial, exploración humana y operaciones, tecnología espacial y ciencia. Y detrás de todas ellas hay una herramienta fundamental: la computación.
De acuerdo con Rupak Biswas, la visión que tienen ellos del planeta "no la tiene ninguna otra agencia", ya que pueden ver la Tierra de una manera diferente y mucho más completa que el resto. De hecho, los intereses principales de la NASA ahora mismo son la Tierra, la visión desde fuera de la Tierra de nuestro planeta, la exploración a otros lugares como Marte, la tecnología, los estudios aerodinámicos y la búsqueda de vida extraterrestre.
Esa observación de nuestro planeta y de su entorno lo hacen desde diez centros repartidos por todo Estados Unidos, incluidos el Ames Center de la NASA, de Silicon Valley, donde desarrolla su trabajo el propio Biswas. De acuerdo con el investigador de la NASA, todas las áreas a las que se dedican en ese centro son de investigación aplicada en temas como el tráfico aéreo, los sistemas de entrada en la atmósfera, la computación avanzada y sistemas de tecnología informática, sistemas de inteligencia adaptativa, estudio de misiones espaciales coste-eficientes, aerodinámica, astrobiología y ciencias de la vida, y ciencias del espacio y la Tierra.
Explica Biswas que para todos esos estudios necesitan la computación, porque aunque pueden hacer tests físicos de aterrizaje o de caída, para muchos temas, como para las predicciones de futuro, necesitan simulaciones computacionales.
Unas simulaciones que sólo serán buenas si el modelo, o modelos, de los que parten lo son. Considera Biswas que en computación y en el desarrollo de esos modelos sólo una parte es el hardware y por eso, los equipos están compuestos, no sólo por informáticos, sino también por expertos en otras áreas como químicos, físicos, ingenieros o biólogos.
La supercomputación en la NASA tiene muchas caras, entre ellas la computación cuántica, la computación neuromórfica, los ambientes colaborativos o el machine learning. Y como herramienta para todas ellas, el cloud computing.
Desde el Ames Center de supercomputación que él mismo dirige se pueden hacer simulaciones globales de muchos tipos. Biswas compartió con estudiantes y profesores de Informática algunas de esas simulaciones como las de los rotores de un helicóptero para ver las presiones que ejercen sobre su fuselaje y su avance, el estudio global del comportamiento del océano en una amplia escala temporal, las presiones que se ejercen durante un lanzamiento para comprobar la estabilidad de un cohete, o la separación de los impulsores sólidos de un cohete (SRB) del próximo modelo SLS con el que contará la NASA en futuras misiones.
En referencia a la computación cuántica, considero Biswas que estará disponible en un plazo mínimo de diez años y que ahora ya cuentan con ordenadores cuánticos, de unos pocos qubits, que sólo son capaces de resolver un tipo concreto de problemas.
Cuando esa tecnología esté accesible realmente se espera que sirva, en la NASA, para el análisis de datos y la fusión de esos datos, para el control de tráfico aéreo, para la planificación y coordinación de las misiones y para la detección previa de anomalías que mejoren la toma de decisiones. De manera más general, servirán para resolver problemas que tengan una enorme complejidad matemática.
Todo con un único objetivo que probablemente nos acompaña a los humanos desde que lo somos: "la exploración de lo desconocido".