Los primeros tardaron poco más de media hora en recorrer los 7 kilómetros de recorrido y los últimos algo menos de hora y media, pero todos llegaban con la misma cara de satisfacción. Poco importaba, incluso, el madrugón que se habían dado en domingo. Hay cosas, como diría el archiconocido anuncio, "que no tienen precio". Una de ellas, sin duda, es correr por las calles de la Ciudad Universitaria, por un día libres de coches y autobuses. El gustazo se lo dieron los trescientas cincuenta y siete participantes en la "Carrera 90 Años Ciudad Universitaria-Voluntariado Complutense", celebrada este domingo 22 de octubre. "Hemos querido unir sinergias -explica la vicerrectora de Relaciones Institucionales, Isabel Fernández- y además de celebrar el 90 aniversario de la Ciudad Universitaria, visibilizar el Plan de Voluntariado que hemos puesto en marcha en la Complutense"
Aunque lo de menos era ver quiénes eran los más rápidos, la carrera la ganaron Juan Mir, estudiante de Ingeniería Industrial y residente del Colegio Mayor Jaime del Amo, y en categoría femenina, Ana María del Sol, antigua estudiante de Farmacia. Ellos fueron los primeros en cubrir los 7 kilómetros de distancia que partiendo de la Glorieta Cardenal Cisneros les llevó por la Avenida Juan de Herrera, calle Arquitecto López Otero, Facultad de Ciencias de la Información, calle profesor Aranguren, vuelta completa al Paraninfo, desvío por las facultades de Ciencias de la Salud, Avenida Complutense, de nuevo la Glorieta Cardenal Cisneros y Avenida Juan de Herrara, para acceder a las Instalaciones Deportivas de la Zona Sur y concluir dando una vuelta de honor a la vieja pista de atletismo. Esta pista de ceniza, como recordó la vicerrectora de Extensión Universitaria, Cultura y Deporte, María Nagore, es la más antigua de España de la que se tiene constancia, y en ella entrenaron los primeros atletas olímpicos españoles.
Todo el recorrido estuvo salpicado de estudiantes voluntarios que impidieron que nadie se perdiera una vez dejara de ver a la patrulla de la Policía Municipal que iba abriendo el paso. Y es que, como decíamos al comienzo, lo importante de esta carrera no era ganarla, sino correrla. Cada uno lo hizo a su ritmo y de acuerdo a sus posibilidades. La organización, en la que llevó el peso la Unidad de Gestión de Actividades Deportivas, dividió las clasificaciones en ocho categorías, cuatro por cada sexo, de acuerdo con la edad de los participantes: hasta 30 años, de 30 a 45, de 46 a 60, y de 61 en adelante. Los tres primeros clasificados de cada una de ellas se llevaron un trofeo a casa. A su vez, muchos se llevaron también información sobre cómo colaborar con asociaciones como Solidarios, Rumiñahui o Caritas, y ayudar ante enfermedades como la esclerosis múltiple o simplemente cómo echar una mano a la gente mayor que vive sola. También hubo un pequeño mercadillo de libro solidario.