La Junta Directiva de la Sociedad Española de Neurociencia (SENC), con el apoyo económico de Olympus España, convoca cada dos años el Premio Olympus para Jóvenes Investigadores con el que se reconoce el esfuerzo de jóvenes neurocientíficos hasta 35 años de edad para estimularlos a que continúen su trabajo dentro de España. El premio se hace coincidir con un congreso sobre Neurociencia, y con él se pretende promocionar la investigación, así como recompensar un trabajo de reconocido nivel científico. El premio incluye una acreditación y una dotación económica de 3.000 euros y en esta quinta edición el galardón ha recaído en Ricardo Martín Herraz, investigador de la Facultad de Veterinaria, por el descubrimiento de los astrocitos como mediadores de la transmisión sináptica.
Martín Herraz explica que en el cerebro hay dos tipos de células fundamentales, las neuronas y las gliales. En principio se pensaba que "estas últimas eran células que tenían sólo un papel estructural, pero se ha visto que también tienen un papel metabólico ayudando a la función neuronal". El grupo de Alfonso Araque, con el que Martín Herraz ha trabajado en el Instituto Cajal, ha estudiado un terecer tipo de células, los astrocitos, y han visto que son células activas que participan en el procesamiento de la información, "así que en el cerebro los astrocitos son una pieza más de las redes neuronales". Asegura el investigador que un astrocito puede regular "unas 140.000 sinapsis, que son las conexiones entre neuronas, y eso hace que tengan mucho impacto en la actividad cerebral".
Lo que se ha descubierto, y por lo que le han concedido el Premio Olympus, es que "los astrocitos no conectan de manera indiscriminada sino que están regulando de manera específica, detectan la actividad neuronal y modulan determinadas neuronas". Explica Martín Herraz que el estudio se hizo en ganglios basales que están muy relacionados con el párkinson, ya que controlan el movimiento, y cuando fallan estos circuitos se producen disfunciones motoras.
Se ha visto que hay dos vías en esos circuitos, una directa y otra indirecta, y mientras que una de ellas inhibe el movimiento y la otra lo potencia. Los investigadores han descubierto que esas dos vías tienen diferentes redes de astrocitos asociadas, es decir, "que hay astrocitos que responden a neuronas de un tipo de vía y no a la otra, y modulan específicamente cada una de las regiones y esa es la primera evidencia de que hay astrocitos específicos de una determinada neurona, porque antes se pensaba que todos los astrocitos eran iguales y que modulaban a las neuronas simplemente porque estaban al lado".
Con esa investigación se ha llegado, por tanto, al concepto de heterogeneidad de los astrocitos. Y si ya se sabía, desde hace mucho tiempo, que hay muchas neuronas diferentes, dependiendo de su funcionalidad o su estructura, "los astrocitos eran como un saco en el que se consideraba que todos hacían lo mismo, pero con este estudio se ha visto que hay poblaciones heterogéneas, de diversos tipos funcionalmente diferentes".
Ricardo Martín Herranz realizó la tesis doctoral en Bioquímica en la UCM, bajo la dirección del catedrático José Sánchez-Prieto. Luego estuvo un año en el Instituto Max-Planck de Medicina Experimental, de Göttingen, Alemania, y de ahí volvió a España al Instituto Cajal, con un contrato Juan de la Cierva, con el equipo de Alfonso Araque. De allí regresó a la UCM como investigador postdoctoral y ahora mismo está esperando a "que venga otro contrato del Plan Nacional de I+D" para poder independizarse como científico.
En la UCM el estudio que realiza "se hace a nivel más sináptico, es decir, ver cómo receptores que están en la sinapsis, en este caso de glutamato, modulan la transmisión sináptica". En estos momentos han enviado un trabajo para su publicación en el que se describe que un receptor concreto tiene una función bidireccional, "por un lado inhibe la transmisión de información y por otro la potencia". Explica el investigador "que los ratones que carecen de este receptor presentan síntomas de epilepsia y eso podría tener relevancia, ya que muchos tratamientos para esta patología funcionan en determinados pacientes, en los que provocan una mejora, mientras que en otros provocan empeoramiento. Y esos efectos diferentes podrían explicarse por la modulación dual de ese receptor".
Martín Herranz informa de que otros estudios realizados en el Instituto Cajal, en los que él no ha intervenido, han visto, con muestras de pacientes epilépticos humanos, que los astrocitos también están modulando la actividad sináptica.