La iniciativa Encuentros Sonoros, de música experimental y arte sonoro, que lleva a cabo Encuentros Complutense en el salón de actos de la Facultad de Bellas Artes, ha tenido como protagonista, este 21 de febrero a Suso Saiz, un creador especializado en lo que se denomina "música ambient". Él mismo reconoció que Brian Eno fue que dio ese nombre a una música que ya existía. Eso sí, si para Eno, la música ambient no debía tener protagonismo alguno, "debía ser una superficie sonora vacía", mientras que en el caso de Saiz es todo lo contrario, porque aspira a construir, como si se tratase de "un arquitecto o de un diseñador de interiores". Tras una de sus interpretaciones, el músico añadió que con esa música lo que quiere es "construir un espacio sonoro en el que se puede vivir o al menos estar un rato".
Reconoce Suso Saiz que hacer algo así no es tarea fácil y que requiere, sobre todo, "trabajo, trabajo y más trabajo". Confesó el músico que en un momento de su vida creyó en el talento, pero hoy en día considera que ese es un "concepto totalmente sobrevalorado, ya que el trabajo es lo único que hace mejor, cada día, a un ser humano".
Para llevar a cabo ese trabajo, hay que tener mucha disciplina y además estudiar "eternamente, hasta el día en que uno se muera". Por lo tanto, su oficio es "costoso, pero también es un gran placer que te lleva a seguir y a seguir" hasta conseguir "dotar de un carácter propio aquello que haces".
Es consciente Suso Saiz que "el objetivo de la sociedad actual va por otro lado, ya que busca que todos seamos iguales, que seamos clones". Siguiendo a pensadores como el surcoreano Byung-Chul Han, el músico piensa que "la sociedad nos anula de una forma total a través de las redes sociales" y ahora lo rentable es "tener millones de amigos que te digan todo el rato que lo que haces les gusta, que jugamos al mismo deporte, que comemos lo mismo, que estamos en el mismo club...".
Eso redunda en una concepción de la cultura y de la música que no pasa del "amateurismo puro". Por eso, para Saiz es "un milagro que haya gente haciendo música en España, sobre todo si son menores de 30 años". Él vive de su trabajo musical, pero reconoce que él es "una reliquia" y piensa que en su campo es casi imposible convertirse en un auténtico profesional y no solo en alguien que practica un hobby.
De todos modos, opina que "ojalá todo el mundo tuviera un hobby así y no matar jabalíes o hacer daño a los demás, aunque, por desgracia, eso no nos llevará a que la música tenga el nivel que debería tener".
En cuanto a su música, Suso Saiz explica que jamás reproduce ninguna de sus piezas de forma exacta a como la haya podido grabar en un disco, así que en sus interpretaciones hay siempre una gran parte de improvisación. Añade que jamás ha escuchado un disco suyo, porque no se puede aguantar a sí mismo, ya que siempre encuentra imperfecciones en su trabajo. De esa manera, todos y cada uno de sus conciertos, incluido el que hemos podido disfrutar en la Facultad de Bellas Artes, son únicos e irrepetibles.