El paraninfo de San Bernardo ha acogido, el viernes 14 de septiembre, la apertura de este curso académico 2018-2019, para el que de acuerdo con el rector Carlos Andradas y "usando un símil automovilístico, estamos mejor colocados en la parrilla de salida que el curso anterior". Tiene claro el rector que "el papel de la UCM no puede ser otro que el de continuar siendo una universidad de referencia a nivel nacional e internacional" y que para conseguir "ese horizonte hace falta un compromiso colectivo, sabiendo que el camino es arduo y que no hay más senda que la calidad y la exigencia en todo lo que hacemos, características que tenemos que incorporar definitivamente a nuestro acervo y nuestro ADN". Por todo ello, considera que este es un año apropiado para "mirar lejos y pensar en grande".
Tras la lectura de un avance de la memoria del curso académico 2017-2018, por parte de la secretaria general de la Universidad, el encargado de impartir la lección inaugural de este año ha sido José Carlos de la Macorra, decano de la Facultad de Odontología, quien repasó la historia y la actualidad de su disciplina en un discurso titulado "Odontología en el siglo XXI: Volver a poner la boca en el cuerpo humano".
Explicó de la Macorra, en detalle, las muchas funciones de la boca en las que intervienen tanto los dientes como la mandíbula, los músculos, la mucosa bucal y la lengua. Tras ello habló de la prevalencia de muchas de las enfermedades de las que se ocupa su disciplina y de los avances técnico-científicos que han hecho de la Odontología una ciencia moderna, que "puede ayudar a todas las personas y hacer mejor su vida, y que nos resulta tan cercana porque la tenemos siempre en la punta de lengua". Andradas coincidió con el decano en que "pocas cosas muestran tan claramente el desarrollo cultural y del estado del bienestar de un país y una sociedad como la salud bucal", por ello desde "la UCM nos sentimos orgullosos de nuestra Facultad de Odontología que sistemáticamente aparece entre las cincuenta primeras a nivel mundial".
La imprescindible presencia de los estudiantes
Carmen Beatriz Romero Rodríguez, presidenta de la Delegación Central de Estudiantes, recordó la lista, escasa, de mujeres ilustres en la historia de la Complutense, entre ellas Concepción Arenal, María Goyri, Clara Campoamor, Victoria Kent y María Zambrano, todas ellas "valientes, inteligentes e incorregibles, porque nunca cesaron en su lucha por una sociedad más justa".
Consideró Romero Rodríguez que "la UCM ha sido y es una trinchera desde la que luchar por la democracia, la libertad, la tolerancia y el progreso", y que siempre habrá en la universidad mujeres "que pregunten y se pregunten cómo hacer un lugar más justo e igualitario". Andradas felicitó a Romero Rodríguez por unas palabras con las que se consolida, por tercer año la presencia y "la voz imprescindible de los estudiantes" en esta ceremonia, porque si existimos como Universidad es porque los estudiantes acuden a ella y "su voz debe escucharse no sólo en las aulas y los órganos colegiados que corresponda, sino también en los actos académicos pertinentes".
Profesores y medallas
Como es tradicional, se aprovechó este acto para dar posesión académica de sus cargos a los catedráticos y profesores titulares de los distintos centros de la UCM incorporados durante el último curso académico, y también a la entrega de medallas de la Complutense. Tras ello, el rector Carlos Andradas agradeció "a todos los que han hecho posible el desarrollo del curso pasado, reconociendo expresamente el quehacer cotidiano, la preparación e impartición diaria de la docencia, todo el trabajo administrativo y soporte físico que la sustenta, el esfuerzo de escritura de los trabajos de investigación, de pelea con la burocracia, tanto interna como externa, y a los encargados de mantenimiento de las instalaciones".
Quiso personificar el rector ese agradecimiento en las personas que han recibido las medallas de sus servicios a la UCM, porque sin ellos "esta Universidad no sería hoy lo que es". También hizo una mención especial a los que han recibido la medalla de honor de la Complutense, porque con su dedicación "a los órganos de gobierno, unipersonales o colegiados, han contribuido al funcionamiento y el progreso de la Universidad".
Recordó Andradas que los profesores y profesoras que han tomado posesión hoy son "sólo una pequeña muestra de las 428 plazas a tiempo completo convocadas siguiendo el Plan de Actuaciones en PDI de 2017, que se suman a las 340 del año 2016 y a las que habrá que sumar las más de 650 del Plan de 2018".
El problema del personal
Reconoció el rector que sin duda "el problema del personal tanto en PDI como en PAS es el más acuciante de nuestra Universidad, en sus tres vertientes: la incorporación de nuevas personas que aporten juventud, energía y nuevas ideas; la promoción de aquellas que ya están dentro permitiendo el desarrollo de su carrera profesional, y la estabilización de todas aquellas que se encuentran ahora mismo en condiciones precarias y que vayan cumpliendo los requisitos necesarios para ello".
Se dirigió Andradas a la secretaria de Estado para solicitar algunos cambios legislativos y en particular la eliminación de la "ya tan denostada tasa de reposición, dando a las universidades la responsabilidad, en el ejercicio de su autonomía, de gestionar su capítulo I". Explicó el rector que no es sólo el número de plazas lo que importa, sino su distribución y otros efectos colaterales de la tasa de reposición. Puso como ejemplo el hecho de que "el Consejo General de la Universidad aprobó en enero su plan de actuaciones de PDI que incluye la convocatoria de más de 400 plazas permanentes, pero que a fecha de hoy no se ha podido convocar ninguna, a pesar de estar presupuestadas y con el presupuesto aprobado, ya que hasta el mes de julio no hubo Presupuestos Generales del Estado, con lo que hasta finales de agosto la Comunidad de Madrid no aprobó la tasa de reposición de 2018".
De modo que "nos vemos ahora ante la necesidad de intentar recuperar, en tres meses, lo que debíamos haber hecho en doce, tarea, a todas luces imposible y que afecta a la ejecución de los presupuestos, además, por supuesto, de a la vida y a la organización personal y los sueños de todos aquellos pendientes de su promoción o estabilización".
Añadió Andradas que "por fin, el decreto de becas para estudiantes universitarios ha sido modificado en el sentido tantas veces reclamado por los rectores de que éstas se conciban como un derecho ante una situación socioeconómica concreta, como una ayuda para aquellos que han accedido a la Universidad y lo necesitan".
Eso sí, si ya antes las cuantías de las becas eran exiguas, "ahora, con una base mayor de solicitantes, lo serán aún más, salvo que, evidentemente, se inyecte más dinero en esa bolsa, algo que desde luego solicitamos". Por parte de la Complutense "tenemos el convencimiento de que, en justicia, ningún estudiante deba abandonar sus estudios por razones económicas", lo que nos llevó a dotar, desde el primer momento, "un fondo de un millón de euros anuales para ayudas a los estudiantes, fondo que hemos mantenido a lo largo de los años y con el que seguimos comprometidos en el futuro y al que se han sumado otras partidas y distintas modalidades de ayudas y programas como el de refugiados, el de necesidades sobrevenidas, el de ayudas para másteres...".
Curso 2018-2019
Opina Andradas que comenzamos el curso 2018-19, "usando el símil automovilístico, mejor colocados en la parrilla de salida que el curso anterior". Las razones de esa mejor posición son el aumento en el número de estudiantes y en las notas de corte, el lugar cada vez más elevado en los rankings internacionales y la aprobación del sistema Audit para la Facultad de Filología, "al que se unirán enseguida los de las Facultades de Informática y de Ciencias Económicas y Empresariales, centros pioneros cuya experiencia nos permitirá acreditar todos los demás centros progresivamente, reduciendo el peso burocrático de las acreditaciones individuales de los títulos".
El curso, de acuerdo con el rector, arranca con algunas novedades como la propia fecha de celebración de este acto. En el discurso de apertura del curso pasado ya se habló de "la necesidad de aunar los calendarios existentes dentro de la propia Universidad y adecuarlos, a los de la mayoría de las universidades españolas y europeas, facilitando así una mejor organización y una mayor interconexión, captación e intercambio de estudiantes y profesores". Este curso además, "la programación docente se ha realizado, sin grandes contratiempos, con la nueva estructura departamental, demostrando así la madurez de nuestra Universidad".
Señaló Andradas que en este curso "recibimos la primera cohorte de estudiantes nacidos en el siglo XXI y a los que tenemos la obligación de ofrecer una universidad acorde al siglo al que pertenecen". Por ello será este un curso "cargado de futuro".
Recordó el rector las palabras de Ortega y Gasset, quien afirmaba que "sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande". Y ese es precisamente el objetivo que declara haberse fijado Andradas, "mirar lejos, pensar en grande, para avanzar, paso a paso, en el camino hacia la Universidad Complutense que queremos ser dentro de diez, quince, veinte años, porque el futuro se construye hoy".
El papel de la UCM, en un mundo cada vez más tecnificado y en el que la universidad ya no tiene la exclusividad de la educación superior, "no puede ser otro que el de continuar siendo la universidad de referencia a nivel nacional e internacional que ha sido. Una universidad transformadora, que ilumine, generadora de pensamiento para los ciudadanos y la sociedad, en estos momentos donde lo incierto, la posverdad, las fakenews, lo provisional, la precariedad laboral y las desigualdades crecientes son la moneda corriente que se nos presenta como el precio inevitable del desarrollo, o mejor dicho de la crisis de la que precisamente mañana, 15 de septiembre, se cumplen 10 años con la quiebra de Lehman Brothers".
Tiene claro Andradas que "para alcanzar ese horizonte, esa universidad viva, moderna y vibrante que vislumbramos, nunca la investigación ha jugado un papel tan importante para el reconocimiento y posicionamiento de una universidad como ahora". Por eso reclamó "una investigación cada vez más cercana a los departamentos universitarios y a las y los estudiantes frente a las tentaciones de concentrarla en centros especializados", así como "más medios y menos impedimentos, porque tan importante como los fondos es que la gestión de aquellos sea más simple, que las auditorías sean más sensatas, que la confianza en los investigadores y las instituciones sea más grande".
Explicó el rector que la universidad nunca ha sido tan universal y transnacional como ahora, por eso "tenemos que alcanzar un campus internacional, plural, cosmopolita, con enseñanzas en diversas lenguas y por ello trabajamos sin descanso en nuestras relaciones internacionales, en tres ejes principales: América, Asia y Europa". Con Asia, en concreto se ha firmado el acuerdo para "echar a andar un centro asociado en China y se acaba de crear el Centro de Estudios sino-hispanos con la Universidad Internacional de Pekín".
Junto a "la formación de calidad, de la presencialidad, de ese calor y ese pálpito del compañero de al lado que estimula, del profesor que acompaña e ilumina, necesitamos adentrarnos en los vericuetos digitales, el diseño de contenidos, su creación y uso, tanto para reforzar el soporte a nuestros estudiantes presenciales en los campus como para llegar on-line, también, a quienes no pueden acceder a nosotros de modo presencial, especialmente en el segmento de la formación permanente". Informó Andradas de que ya hay algunas iniciativas en este sentido, "pero debemos hacer un esfuerzo denodado por dotarnos de los medios y de las personas para que éstas no sean algo esporádico, sino ordinario".
Gestión y patrimonio
Junto a los avances en personal, docencia e investigación, la UCM necesita "una gestión moderna, con las mejores herramientas digitales y las mejores personas de administración y servicios. Por eso estamos empeñados, como una prioridad, en disponer de una administración electrónica y de las plataformas y desarrollos necesarios para hacer la gestión más fácil y cercana. Y por eso, estamos impulsando, también los procesos de estabilización, promoción e incorporación de personal de administración y servicios, siempre dentro de lo que nos permite el marco legal, con el desarrollo en estos momentos de nueve concursos-oposición para personal funcionario y más de veinticinco para el personal laboral".
La Complutense cuenta además con un patrimonio extraordinario que debemos preservar y mejorar, "empezando por lo más preciado: nuestra reputación, nuestro prestigio, nuestra credibilidad como institución, algo que se construye gramo a gramo gracias al trabajo continuo y riguroso de generaciones, para el que hay que pedir el máximo respeto y cuidado".
Pero también "un patrimonio físico inigualable, como nuestro archivo histórico para el que habilitaremos un espacio adecuado; como nuestros campus, incomparables en cuanto a ubicación e interés cultural y medioambiental y cuya degradación estamos intentando evitar y revertir; como nuestras instalaciones, aulas y laboratorios, que debemos adecuar a las necesidades actuales manteniendo su valor histórico innegable; y nuestra magnífica biblioteca".
Por si todo lo anterior fuese poco, también se quiere hacer de "nuestra Universidad un entorno saludable, cuidando de la salud global de la comunidad universitaria, para lo que mantendremos los servicios de Psi-call, los de atención a la diversidad y seguiremos desarrollando iniciativas dirigidas a la igualdad de género y a los programas de refugiados y de acción social".
Para concluir, recordó Andradas el tuit que publicó hace unos días y que decía: "Comenzamos el curso y los campus bullen de nuevo. Hagamos de la UCM un espacio de libertad, aprendizaje, investigación, debate y disfrute. Y sobre todo, de encuentro, igualdad, participación y respeto. En beneficio de todos. Bienvenidos al curso complutense 2018-19".