La cantante Luz Casal ha sido la sexta invitada del ciclo "Desayunos con mujeres líderes", que organiza el Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI), en colaboración con el Consejo Social de la UCM. Su presencia -la primera de una mujer del ámbito de la cultura en esta iniciativa, como señaló el rector Carlos Andradas, quien como es habitual no quiso faltar a esta cita que reúne a profesionales de prestigio con alumnas complutenses- estuvo presidida por "la verdad y la libertad", características que no solo Luz Casal consigue que se hagan patentes en su música, sino también en su vida. En plena gira con su último disco, "Que corra el aire", hace un alto en el camino antes de cantar este próximo fin de semana en Estrasburgo y de manera altruista se presenta un martes y 13 ante un grupo de veintiuna universitarias con ganas de conocerla y charlar con ella. "Me hace ilusión estar aquí", son sus primeras palabras.
Lo primero, vocación
La artista gallega regala a las estudiantes "una pequeña presentación de lo que soy para mí misma". Así, se presenta como una persona tremendamente afortunada. "La mayor suerte de mi vida ha sido tener claro que la música es lo más importante en mi vida". Esa vocación la ha permitido que a diferencia "de mucha gente que dedica su vida a trabajar, yo tenga una profesión que es mi hobby, que me apasiona". Anima a todas a hacer lo mismo, a encontrar esa vocación, a seguirla, a no tener miedo "cuando tengan el olfato o el cosquilleo de que eso es lo que quieren hacer".
Después, trabajo y estudio
Por supuesto, no todo es tan fácil. Para ser quien es, Luz Casal ha tenido que desarrollar ese hobby. Ha luchado, trabajado, estudiado. Estudiar es una palabra que aparece continuamente en su charla. Confiesa que de una de las cosas de las que más se arrepiente es de no haber cursado estudios universitarios, "que sí o sí habrían cubierto ciertas lagunas que sé que tengo". Pero aunque no fuera en la universidad, nunca ha dejado de estudiar, y nunca lo dejará de hacer. "Nunca debes de dejar de aprender, de informarte sobre aquello que te gusta". "La formación debe llegar hasta el final, hasta un momento antes de partir hacia el otro lado", señala en otro momento de su charla.
Por ser mujer
Nada es fácil, y aún menos siendo mujer, y menos aún en el mundo de la música. Nunca se ha quejado ni tampoco ha presumido, pero sus méritos están ahí: quince discos, decenas de premios, cientos de conciertos, millones de espectadores... "Llegas a la edad adulta y los deseos que tenías más o menos están cumplidos, pero de repente te encuentras con dificultades no previstas que tienen que ver con el género y la edad, situaciones que nadie te ha enseñado a manejar". Ser mujer en un mundo de hombres como el de la música no es fácil. Incluso, preguntada por una de las estudiantes, confiesa que en alguna ocasión ha tenido que parar a alguno que buscaba de manera equivocada, pero que al empezar tan joven, con apenas 11 años, fue aprendiendo "técnicas para sobrevivir y no llegar a sufrir mucho". Su madre le decía que tenía "mirada de guardia civil". "Y sí, esa forma de decir todo con solo mirar al otro a los ojos, me ha evitado muchas situaciones incómodas". También, "ya que queremos decir todo", culpa a las fans, "a las, no a los", de en ocasiones sobrepasar los límites, de estar dispuestas a cualquier cosa.
Pero el problema no es ahora el acoso, es simplemente ser mujer. Leer críticas en periódicos que se dedican más a su forma de vestir que de cantar, le sigue enojando. Pensar que eso jamás le sucedería a un cantante, hace que "a veces me den ganas de darme cabezazos porque no soy capaz de entenderlo". La edad en este mundo de la música tampoco es buena compañera si se es mujer. "Recientemente -confiesa- la sensación que tengo es que hay un cierto rechazo a la edad, pero no les pasa a mis compañeros que tienen una edad similar a la mía o incluso mayor".
Una jabata
Sabe, siempre lo ha sabido, que el mundo de la música es "una aventura diaria", pero no llega a entender que "parece que lo que has hecho no sirve, que no es suficiente, y que tengas que estar en constante alerta para subsistir. Es una profesión en la que se está siempre en una especie de tabla insegura de la que intentas no caerte para que no te devoren los tiburones". Pero ella acepta el envite, y pese a esa constante sensación de inseguridad, a ese constante depender de que sean los demás quienes valoren lo que haces, sigue ahí, trabajando, aprendiendo, sacando nuevo disco... "Aquí estoy, hecha una jabata", concluye con una sonrisa.
Atreverse, luchar, no callar
Tras el privilegio de conocer a Luz Casal vista por la propia Luz Casal, a las estudiantes les llega el turno de preguntar. La primera cuestión es sobre sus cambios constantes de género musical, sobre si ello no ha hecho que algunos la hayan tachado de no tener las cosas claras. La cantante no solo se defiende -"los géneros, los estilos, en el caso de la música están para saltárselos, para usarlos. Lo importante es que tu música sea verdad"-, sino que anima a que cada uno lo pruebe en sus propios ámbitos, "cambiar forma parte de la vida. Yo no concibo una vida monótona, siempre igual...". La segunda intervención trata sobre si es posible encauzar la rabia, convertirla en algo positivo. "Desesperarse no está tan mal; muchas veces de ahí sale la luz, ideas que no habías ni imaginado. Por otro lado, da mucha fortaleza; no sabes la fuerza que tienes hasta que la necesitas".
Van saliendo más temas, incluso le piden consejos. Nunca le ha gustado darlos, aunque reconoce que sirven de pauta, de guía y que incluso "ser ejemplo mola un montón para el rollo del ego". Lo más importante para ella y para cualquiera deben ser las experiencias propias, el enfrentarte con lo que te sucede, con la vida. No obstante, algun pequeño consejo finalmente da: ilusión y curiosidad nunca deben faltar; tampoco hay que darse nunca por satisfecha, llámesele ambición si se quiere, pero esta siempre debe conducir a querer saber más y a disfrutar. También anima a no callarse, a defenderse de lo que se considere injusto, en suma a ser libre. "Porque cuanto más libres seamos, más interesantes somos para la sociedad".