El salón de actos del Museo del Traje ha acogido, en la tarde del 24 de enero, la presentación de la cátedra extraordinaria Mindfulness y Ciencias Cognitivas, que la Complutense ha puesto en marcha con la empresa Nirakara. Ignacio Lizasoain, vicerrector de Política Científica, Investigación y Doctorado, reconoció que ha sido un proceso largo el que ha dado lugar a esta cátedra, que va a analizar "la relación que tiene el mindfulness con la neurociencia, la psicología y la inteligencia artificial, siempre con estudios científicos contrastados". Señaló también el rector Carlos Andradas que la única condición que se puso para la creación de esta cátedra fue la de "generar investigación, para aportar ciencia, método y rigor científico". Lizasoain añadió que "todos sufrimos un cierto estrés y el mindfulness puede ser una herramienta muy importante para luchar contra ello".
El psicólogo Agustín Moñivas, director de la cátedra por parte de Nirakara, considera que "las universidades tienen que estar atentas para recoger los saberes que se dan en la sociedad, de ese modo empezó en 2011 a perfilarse esta cátedra, con una negociación muy exigente por parte de todos los equipos rectorales". Informó Moñivas de que en 2013 ya se creó un título propio de mindfulness en la UCM y en 2014 se incorporó a la investigación el Hospital Clínico San Carlos. En febrero de 2018 se aprobó la actual cátedra, que ahora se ha presentado en público y que supone trabajo multidisciplinar con expertos en Lingüística, Física, Biología, Matemática, Biología, Filosofía, Neurociencias, Inteligencia Artificial y Psicología.
Según Moñivas, ha habido un aumento exponencial de papers publicados en revistas científicas que de un modo otro se refieren al mindfulness, y en concreto en el año 2018, hubo cerca de 700 trabajos en diferentes publicaciones. Añadió el codirector de la cátedra que esta sólo ha sido posible gracias al "Centro Superior de Estudios de Gestión, donde se ha gestado toda la formación de mindfulness en la UCM; el Hospital Clínico San Carlos, a través del doctor Juan Barcia en el servicio de Neurología y en una unidad de formación; la Brown University, que ha puesto mucho dinero sobre la mesa, y la empresa Nirakara".
Fernando Maestú, codirector de la cátedra por parte de la Complutense, no pudo asistir por motivos de trabajo, pero envió un vídeo en el que presentó esta cátedra "que intenta hacer investigaciones sobre la capacidad reflexiva y de la introspección humana, buscando las bases cerebrales cuando hacemos ese tipo de procesos y trasladarlo a modelos sobre el ser humano".
Maestú comentó que una de las muchísimas hipótesis sobre la enfermedad de Alzheimer son las situaciones de estrés, que pueden afectar a regiones concretas del cerebro y eso podría generar la aparición de ese tratamiento degenerativo. Opina Maestú que "el mindfulness puede evitar las situaciones en estrés y por tanto también el daño en el hipocampo". Algo que serviría tanto para el enfermo como la familia que lo cuida, así que "hay una faceta de prevención y otra de intervención con familiares".
Tiene claro Maestú que esta cátedra quiere "crear un foro multidisciplinar, que es lo que hace realmente avanzar la ciencia, y para eso hace falta información de muchas áreas científicas distintas".
Aplicaciones
Nazareth Castellanos, directora de Investigación y Desarrollo de Nirakara, asegura que "uno de los principales objetivos es estudiar la meditación desde el punto de vista neuronal, pero no sólo desde el punto de vista del cerebro, además ver cómo actúa la corporalidad en la meditación, la interacción electromagnética entre el cerebro y el resto del cuerpo, el corazón, los pulmones, el estómago y el intestino, y ver qué huella deja en esos órganos la meditación".
Gustavo Diex, director de Nirakara y secretario de la cátedra, informa de otro proyecto con el que se quiere demostrar que gracias a la cantidad de datos que se pueden tomar de una persona "es probable que en un futuro se podrán predecir las tendencias, los pródromos (síntomas iniciales) de enfermedades venideras, con la idea de poder actuar antes de que aparezca la enfermedad".
Según Diex, el mindfulness puede tener una trascendencia para reducir el estrés y con ello enfermedades que estén vinculadas por los mecanismos de dicho estrés. Asegura que "el estilo de vida, la alimentación, la actividad física y el mindfulness también son y van a ser el foco de la investigación de ahora en adelante, así como algunas terapias tempranas que todavía no conocemos".
Cuenta Diex que uno de sus trabajos se centra en el problema concreto del dolor de espalda, y dentro de ello en pacientes con discopatías sintomáticas. Opina que "un protocolo basado en mindfulness reduce el estrés y quizás servirá también para reducir los síntomas en pacientes con discopatías, se trata de ver qué relación tiene el dolor de espalda con la psicología de los pacientes".
Informó el director de Nirakara de que se va a desarrollar un primer congreso desde la cátedra de Neurociencia de Mindfulness, en Madrid, los días 20 y 21 de junio, para informar sobre la actualidad científica en temas como atención y memoria, redes neuronales, estrés y consciencia.
Redes de cooperación
Carmelo Vázquez, catedrático de Psicopatología de la UCM, informa de que su trabajo está centrado en el "análisis de redes que tiene que ver con mindfulness, porque eso puede ayudar a entender qué elementos se alimentan entre sí formando una estructura psicológica". Según Vázquez, la teoría de redes se apoya en la teoría de grafos, de las relaciones que existen en aparentes elementos aislados y esos estudios ya han llegado a "la actividad cerebral, que ya se entiende como una red de elementos, y también han llegado al ámbito de la psicología de un modo inesperado en los últimos siete u ocho años, para intentar entender los trastornos mentales, que podrían ser cadenas causales de síntomas".
Explica el catedrático que para hacer estos análisis usan "modelos basados en evidencias, en los que se estudian cinco variables diferentes, las que están relacionadas con el mindfulness, el bienestar, la compasión, los síntomas y las funciones psicológicas".
Opina Vázquez que "la meditación es una herramienta eficaz para controlar síntomas como depresión y ansiedad, y esa es una realidad incontestable, por eso el mindfulness sirve para tener mejores vidas". Según sus datos, "hay elementos que anuncian que la práctica de la meditación produce una especie de reorganización de todas las variables, y al final emerge, tras ocho semanas de meditación, en dos grandes grupos, uno que tiene que ver con una serie de factores que miden emociones positivas, felicidad, bienestar y aumento la capacidad de estar atento; y por otro lado, hay otro grupo que tiene que ver con los síntomas psicopatológicos".
Ana Arrabé, de Nirakara, presentó el proyecto de cooperación de la cátedra con el centro de mindfulness de la universidad de Brown (Estados Unidos). Asegura Arrabé que la visión de la cátedra es "crear fuertes canales interdisciplinares y una educación basada en la evidencia, además de dar apoyo a jóvenes investigadores que quieran investigar mindfulness y crear espacios donde la comunidad pueda dar continuidad a los programas de educación basados en mindfulness".
Por último, el rector Carlos Andradas consideró que este es "un proyecto apasionante, interesante y cargado de futuro, porque el mindfulness se revela como algo tremendamente útil, que comenzó como una herramienta contra el estrés y que ahora tiene muchas más ramas. La práctica del mindfulness ayuda, cambia estructuras, incluso la configuración cerebral y contribuye a mejorar el bienestar y a hacernos todos más felices".