El 28 de febrero concluye el plazo de presentación a la convocatoria que la Comisión Europea ha lanzado a las universidades del continente para que conformen alianzas entre ellas, con el objetivo final de crear "universidades europeas". En principio la Comisión había destinado 30 millones de euros para 6 alianzas, es decir 5 millones para cada Alianza, pero hace escasas fechas ha decidido duplicar el dinero y el número de alianzas que se escogerán. Serán 60 millones de euros para 12 alianzas. La Universidad Complutense acudirá a la convocatoria unida a otras seis universidades: Freie Universität Berlin (Alemania), Università di Bologna (Italia), Uniwersytet Jagiellonski w Krakowie (Polonia), KU Leuven (Bélgica), University of Edimburgh (Escocia, Reino Unido) y Université Paris I - Panthéon Sorbonne (Francia). La alianza se denomina UNA Europa, y aúna los esfuerzos de más de 20.000 docentes y las ilusiones de más de 350.000 estudiantes. 

La vicerrectora de Relaciones Internacionales, Isabel Durán ha encabezado, junto al vicerrector de Investigación, Política Científica y Doctorado, Ignacio Lizasoain, la delegación complutense en las muchas negociaciones que han sido, son y serán necesarias para llevar a buen puerto este ambicioso y, sin ninguna duda, revolucionario proyecto.

- ¿A qué responde este proyecto de la Unión Europea de fomentar las alianzas de universidades?

En septiembre de 2017, el presidente francés Emmanuel Macron propuso crear al menos 20 "universidades europeas" para el año 2024, creando una red de universidades en toda Europa con programas en los que todos sus estudiantes estudien en el extranjero y tomen clases en al menos dos idiomas. Estas universidades europeas también impulsarán la innovación educativa y la búsqueda de la excelencia. Bolonia ha tenido sus sombras y sus luces y aquello del espacio europeo de educación superior no ha llegado a las perspectivas que se auguraban de propiciar títulos válidos en todo el espacio europeo, del reconocimiento automático de créditos y titulaciones, etc.  La idea de Macron también está en parte motivada como respuesta a los sentimientos antieuropeístas que están brotando, al Bréxit... La idea de fondo es reforzar el sentimiento de identidad europea, tener unos valores y una misión como europeos y el vehículo más lógico para lograrlo es a través de la educación.

- ¿Cómo nace la alianza UNA Europa?

- Las primeras alianzas partieron de universidades francesas, al venir la propuesta de Macron, pero pronto todas las universidades empezamos a hacer networking entre nosotras. Nuestra alianza parte de Paris I y de nosotros. Paris I y la Universidad Complutense, gracias al apoyo y convencimiento del rector Carlos Andradas,  somos los dos gestores de nuestra alianza, que se llama UNA Europa. El nombre, por cierto, creo que es muy acertado porque en España y en Italia tiene el doble sentido de "una", aunque en realidad significa University Alliance. Como decía, Paris I y nosotros, allá por octubre de 2017, nos reunimos y empezamos a hablar de montar una alianza y buscar qué universidades podíamos incluir. Ya estaba en el horizonte que la Comisión Europea iba a convocar una acción 2 de Erasmus + para dar financiación a las alianzas europeas. Uno de los requisitos que sabíamos que iba a tener era el de la diversidad geográfica, es decir que no todas fueran del Mediterráneo, o todas del Norte o todas del Sur, sino que abarcara lo máximo posible. Paris I hizo la primer labor de estudiar con qué universidades teníamos ambas más conexiones, colaboraciones, movilidades erasmus, proyectos europeos conjuntos, pertenencia a redes internacionales, títulos dobles o conjuntos... Empezamos a hacer una especie de mapeo de universidades prestigiosas, que fueran también universidades como nosotras, generalistas, prestigiosas en sus países y en los rankings internacionales, con un alto número de estudiantes, muy volcadas hacia la sociedad, potentes en investigación... Dimos con un mapa en principio de cinco universidades, que éramos, aparte de nosotras dos, Bolonia, Berlín y Lovaina. Luego nos dimos cuenta de que geográficamente no cubríamos todo el espectro porque no había ninguna de Europa del Este y propusimos a la Jagiellonski de Cracovia que entrara, y aceptó. Por último, nos dimos cuenta de que éramos seis universidades con seis idiomas distintos: italiano, polaco, alemán, holandés, francés y español. Pero vimos que la lengua franca que vamos a utilizar es el inglés. Empezamos a reflexionar y vimos que sería un movimiento políticamente muy interesante incluir una universidad de Reino Unido. Por razones de prestigio, y otras muchas que se tuvieron en cuenta, se lo propusimos a la Universidad de Edimburgo, con la que teníamos ya mucha conexión sobre todo en investigación, que también aceptó enseguida. Creo que ha sido una acertada incorporación.

- ¿Hasta qué punto ya está formalizada UNA Europa?

- La semana pasada en Cracovia los siete rectores firmaron los Estatutos que van a regir el funcionamiento de UNA Europa. Incluso ya hay una secretaria general, que se ha elegido tras una convocatoria lanzada en toda Europa para cubrir el puesto, a la que se presentaron 70 candidatos. Todo ha sido muy rápido. Tras la primera reunión constitutiva celebrada en París en febrero de 2018, empezamos a movernos en crear una descripción de nuestra misión, de nuestros valores, la redacción de unos estatutos con un equipo de abogados, la elección de una sede, que finalmente va a ser en Bruselas, aprovechando los edificios que Lovaina tiene allí... Después, en Lovaina, en junio, celebramos una reunión en  la que cada universidad fue representada por varios decanos y decanas representantes de una serie de áreas temáticas en la que queremos focalizarnos en un principio. Son cuatro áreas muy transversales, de gran interés para todas las sociedades europeas y que implican a muchísimas Facultades. Ya estamos hablando de temas concretos como futuros grados y másteres conjuntos, MOOCs, micromáteres, escuelas de doctorado conjuntas...

- ¿En términos prácticos qué significa participar en esta alianza?

- La idea final es tener un campus transnacional. Es decir que los estudiantes de las 7 universidades que finalmente componemos UNA Europa no solo sean estudiantes de una de ellas, sino que se sienten componentes de este espacio europeo que conforma UNA Europa. Para esto tiene que haber instrumentos concretos, no solamente que haya proyectos conjuntos, títulos, sino instrumentos como el student card de UNA Europa que le dé acceso directo a las bibliotecas, servicios deportivos, recursos on line... Que haya muchísimo más intercambio de profesores y de PAS. Han ido surgiendo otras muchas iniciativas que las estamos ahora recopilando en esta solicitud de financiación que vamos a presentar el 28 de febrero.

-¿Qué posibilidades hay de ser elegidos por la Comisión como uno de los 12 consorcios "ganadores"?

- Hay quinielas sobre cuántas alianzas se van a presentar. Algunos dicen que 80, 100, 150... Habrá que ver. Estamos todos muy esperanzados porque somos siete universidades muy potentes, con más de 350.000 estudiantes y 20.000 profesores. Llevamos ya mucho trabajado, meses de trabajo a nuestras espaldas, una infraestructura, una sede, una secretaria general, unos estatutos aprobados, y también ya una serie de actividades conjuntas que hemos hecho en estos meses. En la UCM organizamos la primera actividad de UNA Europa, un Doctoral Workshop sobre patrimonio cultural, en noviembre, con 30 estudiantes de doctorado de las seis universidades que éramos entonces. Las otras universidades ya están preparando nuevas actividades; en abril mandaremos cinco estudiantes becados al II Doctoral Workshop en la Universidad Libre de Berlín, tras una convocatoria publica que cerramos el pasado viernes. También ha habido reuniones de investigadores en París, acciones solicitadas para atraer talento... Hay otras muchas ideas en el horizonte. Incluso la creación de un coro conjunto, formado por los siete coros universitarios, que intervendrá en el 20 aniversario del Programa Bolonia el próximo verano.

- ¿Si UNA Europa es una de las alianzas elegidas, cuándo podría haber títulos oficiales conjuntos?

- La financiación será de tres años. En la convocatoria, como en todas las de proyectos europeos, hay que incluir presupuestos y cronogramas detallados. Si todo fuera bien, en tres años habría seguramente un grado europeo en marcha o incluso dos, según se vayan derribando las barreras legislativas nacionales. Cada país tiene su agencia evaluadora de la calidad, unos procesos muy complicados de acreditación de títulos. Lo cierto, es que el grado europeo es algo que no existe a día de hoy. Lo que hay son grados dobles o conjuntos entre dos universidades que firman un convenio. Hay que ir derribando barreras legislativas y que la UE nos vaya facilitando a las alianzas que las barreras que hoy existen dejen de serlo y tendamos hacia una universidad europea y los estudiantes puedan libremente moverse por el espacio que compone las universidades de sus alianzas.

- Antes mencionó también entre los proyectos en los que se está trabajando la creación de MOOCs (Cursos masivos on line) y otras acciones para postdocs?

- Sí, en efecto. Paralelamente a la convocatoria de la Acción 2 de Erasmus +, nos hemos presentado a una acción clave 3 (KA3), de digitalización de las universidades, que ya nos lo han concedido y que comenzaremos a desarrollar en septiembre y que se llama OpenU. En ella ya se incluye la edición de MOOCs conjuntos y otra serie de herramientas digitales, que luego se podrá utilizar en los grados, másteres o micromásteres, que estamos preparando. Y finalmente, esta misma semana hemos recibido la notificación de la concesión de una MSCA CO-Fund FP (fellowship programme) llamada UNA4CAREER, por la que la UCM recibirá 4.4 millones de euros que permitirá atraer a 40 investigadores postdocs a los grupos de investigación UCM, en 2 convocatorias de 20 postdocs cada una, durante 3 años. Los postdocs realizarán sus "secondments" en las restantes universidades de UNA Europa.

- ¿Micromásteres?

- Los micromásteres son versiones cortas de un máster. La idea es que se puedan configurar másteres modulares hechos a la carta. La idea es que sea el estudiante el que conforme  su propio itinerario dentro de la titulación , según sus intereses profesionales, con menos obligatoriedad, salvo una serie de asignaturas, pero el resto elegido por cada estudiante entre una oferta de micromásteres de cada una de las 7 universidades.

- Da la sensación de que estamos ante algo que puede revolucionar las universidades, tal y como las entendemos hoy.

- Esto es una revolución. Realmente, si esto se consigue supondrá una revolución. También responde a esas llamadas de SOS de que las universidades van a desaparecer porque no están respondiendo a lo que la sociedad profesional demanda. Otros dicen que Google o Amazon u otras grandes empresas no están contratando universitarios porque no tienen los conocimientos específicos que ellos demandan y que la formación se la pueden dar ellos mismos en unos pocos meses... Se olvidan de todo el background cultural y de la capacidad de enseñar a pensar y a formar a ciudadanos con capacidad crítica e investigadora que es lo que hacemos las universidades. La idea no es solamente revitalizar el europeísmo y concienciar a los estudiantes de que son estudiantes europeos, es mucho más. Ahí está otro componente importantísimo como es el multilingüismo. Con el inglés como lengua franca, pero con estudiantes que sepan hablar 3 idiomas, el suyo y otros dos. Por ejemplo, los MOOC que vamos a hacer se harán en los idiomas nacionales la parte de cada uno y con subtítulos en los otros seis idiomas. Como decía no va a ser solo reforzar los valores identitarios europeístas o la misión de Europa, sino que va a dar muchísima más fuerza a las universidades europeas en el mundo competitivo en el que vivimos. El objetivo es lograr que el 50 por ciento de los estudiantes tengan movilidad a lo largo de sus estudios ya sea física o virtual. Se trata de formar estudiantes para un mundo global.

- ¿Cuándo se conocerán las alianzas elegidas?

- El fallo será posiblemente en junio o julio. Pero, independientemente de que nos concedan o no la financiación, la alianza ya es un hecho, las siete universidades hemos comprometido ya una cantidad anual para mantener la estructura de la alianza. Para terminar, me parece importante trasladar la idea de que este es un proyecto transversal y horizontal en el que tiene que estar implicada toda nuestra Universidad. No es de uno u otro Vicerrectorado, sino que es un proyecto de la Universidad Complutense, en el que va a estar y tiene que estar implicado todo el PAS, todas las facultades y todo el profesorado, acompañando a nuestros estudiantes e investigadores en este sueño de creación de una auténtica universidad europea.