"Maestro de la palabra". Este es el título que, por si hiciera aún falta que constara por escrito, le entregó en mano el rector Carlos Andradas: "La Universidad Complutense de Madrid a Raúl del Pozo, maestro de la palabra en reconocimiento a su contribución ejemplar al periodismo español". Fue el colofón al I Congreso de Periodismo y Comunicación Global, celebrado en la Facultad de Ciencias de la Información los días 6 y 7 de febrero, y que tras la presencia inaugural de Iñaki Gabilondo fue dando la palabra a buena parte de los más destacados periodistas y comunicadores de la España de ayer y hoy: Victoria Prego, Lucía Méndez, Javier Ruiz, Pablo Montesinos, Agustín Yanel, Jan Martínez Ahrens, Miguel Ángel Oliver, Nacho Cardero, Ignacio Escolar, Ana Pardo de Vera, Luis Ventoso, Jesús Maraña, Juan Pablo Colmenarejo, Antonio Rubio, Ana Pastor, Raquel Ejerique, Javier Chicote, Ana Tudela, Antonio Maestre, Fernando Garea, Begoña Alegría, José Pablo López, Alejandro Cabalero, Jaime Olmo, Carmen Rigalt, José María García, Jorge Bustos, Jesús Fernández Úbeda, Eduardo Martínez Rico...
Y Raúl del Pozo. Y junto a él, algunos buenos amigos: Arturo Pérez Reverte, Antonio Lucas, Carlos Alsina y Edu Galán. Entre los cinco entablaron un desenfadado diálogo, delirante en ocasiones y hasta "chusco", como señaló el propio Raúl del Pozo, en otras. Describieron cómo un niño de Cuenca, criado entre ovejas y cabras, sin formación superior pero unas inmensas ganas de aprender, se fue haciendo un hueco en el "aventurero y un tanto golfo" periodismo español de la Transición. Se contaron anécdotas, algunas deliciosas, pero también se habló del futuro.
Internet. Dice Del Pozo que unos "zumbados matemáticos de San Francisco que jugaban al ping pong" la liaron como nunca ni siquiera llegaron a imaginar. Suyo fue el invento "más maravilloso de la historia", a la altura del de la rueda y superior al de la imprenta. "Han puesto todo el conocimiento al alcance de un clic, pero también permiten que psicópatas, gente malísima te haga la vida imposible". Sabe que bastaría con no hacer ni caso, pero "lo siento, a mi no me da igual". Eso de que le insulten con un lenguaje soez y le inviten a pasar a mejor vida no le deja indiferente. "Al menos me dicen, que cuanto más me insultan más clics recibe el artículo".
Pese a todo, Internet es el presente del periodismo y confía que también el futuro. Muchos no son tan optimistas y la actualidad presenta empresas periodísticas arruinadas y periodistas mal pagados. "Hasta yo cobro la mitad que antes", reconoce. Pero Del Pozo confía en las nuevas generaciones de periodistas, "mucho mejor preparados que nosotros; la universidad es esencial". Hoy "dos periodistas pueden montar en su casa el New York Times". "Nunca tuvo el talento tantas posibilidades como ahora", redunda Pérez Reverte. Eso sí, Del Pozo da un consejo a los estudiantes que le escuchan: "Nunca hay que escribir gratis; mejor guardarlo en un cajón. Si no lo hacéis, van a devorar la profesión".
Entre más anécdotas, Lola Flores, Luis del Olmo, diputadas, embajadores japoneses, filósofos y unos tiempos "que ya nunca volverán" transcurre la charla y llega el homenaje. Del Pozo comenta emocionado que ya son muchas las veces que le han premiado o reconocido, pero que esta es muy especial. "Lo de hoy lo siento como un caso de extraordinaria generosidad por parte de la Universidad. Lo agradezco enormemente". El rector le agradece las palabras y añade que la universidad, a la que Del Pozo tanto recomienda ir, a veces también debe dejar que fluya "el talento y la libertad". Raúl del Pozo es un gran ejemplo