Aurelio García Csaky, director del Instituto Pluridisciplinar (IP), explica, que durante estos primeros 25 años de vida, se ha convertido en un auténtico centro de investigación de carácter multidisciplinar. Considera el rector Carlos Andradas que este Instituto es "de esas aventuras que merecían la pena y que han dado nombre a la Universidad Complutense, aunque en la actualidad hay algo que no existía hace 25 años, o al menos no existía formalmente, y que hoy tiene una grandísima importancia: "la transferencia y el emprendimiento". Por eso, la idea de futuro es "prestar una atención muy especial a esa nueva faceta de las misiones de la universidad, que debe tener cada vez más importancia, y convertir este IP en un centro pluridisciplinar de investigación y emprendimiento", metiendo aquí a las "personas innovadoras de la Universidad, dándoles facilidades para que puedan establecerse y crear un entorno colaborativo entre la fase más emprendedora y la investigación básica". Y para conseguir eso, la UCM "pondrá el mayor de sus esfuerzos". Pedro Duque, ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, asistió también al acto de celebración del cumpleaños del IP, y reconoció que "la investigación básica es uno de los pilares fundamentales, pero también lo es la transferencia del conocimiento, para hacer avanzar la ciencia".
El director del Instituto Pluridisciplinar (IP), Aurelio García Csaky, recuerda que el centro se creó en 1992, se inauguró oficialmente en noviembre de 1993, y adquirió su estatus de instituto universitario en 1997. Desde su creación el Instituto tiene como sede el edificio ubicado en el número 1 de la calle Juan XXIII, conocido popularmente en el ámbito universitario como "edificio pluridisciplinar", ya que el IP lo ocupó en su totalidad hasta 1997.
El edificio es anterior, ya que se comenzó a construir en los años 50 en terrenos de la Universidad, a instancia de los embajadores de Reino Unido y de Gran Bretaña para la instalación del Hospital Angloamericano, destinado a atender a personas de habla inglesa que residían en Madrid. Finalmente, ese edificio se inauguró en 1954 y estuvo operativo hasta 1986, cuando quebró económicamente. García Csaky señala, a modo de anécdota, que por aquí pasaron personas como Ava Gardner, Charlton Heston, Sofía Loren e incluso quizás algún espía.
Tras estar el edificio prácticamente en ruinas, "la Universidad Complutense lo recompró, acometió una obra civil y lo puso en manos de cuatro catedráticos e investigadores punteros: Francisco Rubia, Manuel García Velarde, Ángel González Ureña y Manuel Cortijo, los dos primeros de ellos presentes en la celebración de los 25 primeros años del IP".
Evolución del Instituto
Las cuatro unidades iniciales evolucionaron de manera muy diferente a lo largo del tiempo. Dos de ellas siguen operativas, y a día de hoy en el edificio conviven cuatro centros de investigación diferentes, por una parte el IP propiamente dicho, por otra el Instituto de Estudios Funcionales, a los que se suman los CAI de Cartografía Cerebral y el de Resonancia Magnética Nuclear, que tuvieron su origen en las unidades originales del Instituto. Además, en el IP está instalada la empresa de base tecnológica Infiqus, dirigida por la profesora Ángeles Heras, actual secretaria de Estado de Universidades, Investigación, Desarrollo e Innovación.
La unión del CAI de Resonancia Magnética Nuclear y de Espín Electrónico, el de Cartografía Cerebral y el Servicio de Diagnóstico por Imagen, del Hospital Clínico Veterinario Complutense han dado lugar recientemente a BioImac, la Unidad de Bioimagen Complutense.
En cuanto a productividad científica, el director informa de que "en estos 25 años se han publicado un total de 1.075 artículos, es decir, unos 43 artículos por año, más del 80% de ellos en el primer cuartil de las diferentes áreas científicas". También se han llevado a cabo conferencias, seminarios, másteres y "se han ejecutado experimentalmente 117 tesis doctorales".
La financiación ha provenido de 752 proyectos de investigación. Estos datos, según el director del IP, "lo mantienen en el primer cuartil de los institutos universitarios de la UCM", y en la actualidad se llevan a cabo doce proyectos de investigación diferentes y se está a la espera de la concesión de seis proyectos más que se solicitaron en 2018.
Experiencias personales
En estos 25 años han visitado el centro unos 170 investigadores extranjeros, entre los que cabe destacar la presencia de varios premios Nobel. "Algunos de los investigadores del instituto compaginan sus labores docentes e investigación con altos cargos políticos, como el profesor fundador del IP Manuel García Velarde, que continúa teniendo una actividad científica increíble, con multitud de galardones y distinciones". Por todo ello, García Csaky pidió al rector que considerarse a García Velarde para la concesión de la Medalla de Oro Complutense. El propio García Velarde agradeció que le dejen seguir colaborando con el IP, aunque bromeó que él no quiere ser ejemplo para nadie, simplemente desea seguir investigando.
Francisco Goycoolea, profesor de la Universidad de Leeds (Gran Bretaña), repasó su colaboración como investigador con el IP desde el año 1998. Para él, este Instituto fue pionero en reconocer la pluridisciplinareidad, porque "ahora ya sabemos que no es posible trabajar de otra manera".
Andreas Wierschem, de la Universidad de Erlangen (Alemania), recuerda que su primer contacto con el IP fue en 1993, pocos meses después de su constitución, en un simposio organizado por el profesor García Velarde. Al igual que Goycooloea, Wierschem también considera que este es un centro "realmente pluridisciplinar, incluso dentro de cada una de sus unidades, y eso es muy inspirador". Cuenta el investigador que cuando llegó no sabía nada de mecánica de fluidos, pero al final ese conocimiento es lo que le ha servido para desarrollar toda su carrera científica y para formarse como persona.
José María Benlloch, director del Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular (I3M), de Valencia, cuenta la historia de una alianza de éxito, como fue la de hablar con él para llevar a cabo una investigación más aplicada en el campo de la Medicina. Lo mejor para Benlloch, fue que los investigadores del IP creyeron en él, en lo que "fue un acto de fe importante".
Carlos Andradas reconoce que quedó deslumbrado cuando conoció el IP por primera vez, porque la idea en sí es magnífica y ahora "hay muchas universidades que buscan ya esos espacios mixtos, de colaboración entre distintas disciplinas, que provoquen saltos cualitativos en la forma de afrontar problemas complejos que necesitan de ese punto de vista interdisciplinar".
El futuro del centro, de acuerdo con Andradas, pasa por "volverse a plantear el punto de vista inicial, retomarlo e incluso poniéndolo al día en el contexto de estos 25 años". Aclara el rector que el IP no peligra en estos momentos en los que se está llevando a cabo una valoración de los Institutos, porque "estamos convencidos de que la división de esfuerzos nos empobrece, así que hay que intentar concentrar, agrupar, crear masas críticas, obligar a interactuar entre grupos distintos, buscando una energía mayor y también un mejor posicionamiento frente a convocatorias".