La Facultad de Ciencias de la Documentación celebra, los días 2 y 3 de abril, las XXVIII Jornadas FADOC, tituladas en esta ocasión "La encuadernación como fuente de información" y coordinadas por Antonio Carpallo Bautista. José Luis Gonzalo Sánchez-Molero, decano de la Facultad, explica que estas son las primeras jornadas FADOC que se han dedicado a la encuadernación, "un tema relevante en la Facultad, aunque todavía no haya una asignatura sobre ello". Bromeó el decano con que la encuadernación tiene algunos tópicos, como que es "esa disciplina que nos permite utilizar libros sin abrirlos". Más allá de la broma, reconoció que "los libros también son sus tapas, y uno de los méritos de estas jornadas es dar a las tapas su importancia, ya que también nos dicen mucho sobre el contenido que esos libros tienen". Otro tópico, de acuerdo con el decano, son las denominaciones sinónimas de encuadernación como bibliopegia o arte ligatorio... Son términos que encajan, sobre todo este último "porque con estas jornadas y la exposición que la acompaña, los asistentes se van a enamorar de la encuadernación". Una idea que recogió también Ignacio Lizasoain, vicerrector de Política Científica, Investigación y Doctorado, quien señaló que como neurocientífico, si el término ligatorio va unido al enamoramiento, estas jornadas y la exposición que la acompañan seguro que "producirán alguna alteración de los neurotransmisores de los visitantes".
Antonio Carpallo, profesor de la Facultad y coordinador de las jornadas, considera que es "un tremendo placer ver el salón de actos lleno, porque eso demuestra que este tema de la encuadernación, aunque muchos lo consideran anticuado, no lo es realmente". Para hablar sobre ello, se han juntado expertos y estudiosos de diferentes lugares de España y de Grecia, que hablan tanto de la situación actual en nuestro país, como de la importancia de los papeles decorados en las encuadernaciones, las exposiciones como medio de difusión, la bibliofilia y el coleccionismo, la encuadernación griega y su importancia en la encuadernación renacentista, la encuadernación en el libro japonés, la organización de un taller de encuadernación tradicional o cómo se trata esta disciplina en lugares como la Biblioteca Histórica de la UCM, la Diputación Provincial de Zaragoza, las Reales Academias, la Imprenta Municipal de Madrid o la Biblioteca Nacional.
El propio Carpallo reconoce que "son unas jornadas muy apretadas, pero había que aprovechar esta oportunidad úica que se la ha ofrecido a la encuadernación".
Junto a las mesas redondas, ponencias y comunicaciones, se ha montado una "pequeña exposición de fuentes bibliográficas sobre encuadernación", gracias a piezas cedidas por instituciones como la Biblioteca Histórica de la UCM, la biblioteca de la Facultad y a unos cuantos particulares. La pena, de acuerdo con Carpallo, comisario también de la muestra junto a Yohana Yessica Flores, es que "la sala de exposiciones es pequeñita, así que se ha tenido que desestimar un maletón enorme de libros que no cabían".
La muestra El arte ligatorio y sus fuentes bibliográficas se puede visitar hasta el 29 de abril, y en sus vitrinas se pueden ver, entre otras cosas, obras de referencia, anuales generales y específicos sobre temas como la parte constructiva o la decorativa de la encuadernación, algunas maquetas de diferentes tipos de encuadernaciones, obras originales de los siglos XVIII al XX, biografías de encuadernadoras y encuadernadores, las escasas revistas que se hacen eco de esta disciplina y un ejemplar de El arte en el libro y en la encuadernación, de Emilio Brugalla, uno de los encuadernadores contemporáneos más célebres.