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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Viernes, 26 de abril de 2024

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Educación abre la primera hiperaula de las universidades públicas españolas

La Facultad de Educación de la Universidad Complutense se ha convertido en el primer centro de una universidad pública española en contar con una hiperaula dedicada a la docencia. "Ahora mismo somos la referencia y hay una gran expectación con este espacio tanto en la propia Facultad, como en toda la Complutense, y también desde muchas otras universidades", señala el decano, Gonzalo Jover. "Hemos encontrado, como suele decirse, la ventana de oportunidad para hacer esto, y yo creo que una vez esté en marcha y se vea, y la condición para entrar aquí es el dejarse ver, habrá mucha más gente que quiera entrar", añade el catedrático Mariano Fernández Enguita, director académico de la Hiperaula UCM y precursor de este espacio en el que el diseño, la tecnología y la innovación se unen por y para el aprendizaje.

 

Explica el decano Gonzalo Jover que esta iniciativa de dotar a la Facultad de un espacio docente diferenciado e innovador de donde "realmente viene es de los centros escolares. Ellos son los que empiezan a hacer este tipo de reconfiguración del espacio. Hay iniciativas aquí en España y en otros lugares, y eso nos llama mucho la atención. A través de Mariano Fernández Enguita, que trabaja estos temas, estuvimos visitando centros, contactamos con las empresas que los habían montado y nos animamos a montarlo aquí. ¿Por qué? Porque aquí formamos a los maestros que van a ir luego a estos sitios y lo que no podemos es tener aquí un tipo de espacio que esté desfasado respecto a lo que van a encontrar después en las escuelas. Esto vale para cualquier facultad, pero para nosotros es más importante todavía. Para nosotros era una obligación hacerlo".

 

¿Por qué una hiperaula en Educación?

"¿Que por qué es necesaria una hiperaula en esta Facultad?, se pregunta el propio Mariano Fernández Enguita. "Porque somos la Facultad de Educación. Es necesario en general porque estamos como estaba Comenio en el XVI y esto ha cambiado radicalmente y muy ampliamente. Ha cambiado todo el contexto alrededor de la escuela y ha cambiado muy intensivamente. No es como cuando llegó Guttemberg, que hicieron falta 200 años para que la gente tuviera libros en casa, sino que ahora en 10 años la gente tiene móviles, tiene internet... Los alumnos viven en otro mundo. La escuela tiene un público cautivo y no lo nota porque no se van... Pero claro, lo pagan en forma de aburrimiento, rechazo, descuelgue, desenganche... Porque además tenemos a todos los alumnos, no como antes que unos pocos estaban mucho tiempo, los incondicionales, y otros poco tiempo, sino que ahora todos están 15 años, que se dice pronto; 10 obligatorios y en la práctica casi todo el mundo, 15 años. Eso no hay quien lo aguante. Las escuelas están cambiando y la Facultad de Educación tiene que cambiar. Las escuelas, que están más cerca de la vorágine, yo creo que una parte de ellas han cambiado más rápido, pero nosotros debemos estar a la altura y ojalá estemos en vanguardia y seamos acicate y un ejemplo. Que se nos vea y que los alumnos salgan de aquí cuando vayan a ser profesores con esa experiencia. En cierto sentido, el cambio en la universidad es más difícil, porque la universidad es más atomizada, el profesor hace más lo que quiere, el alumno viene de todas las maneras, cuando le parece mal se marcha y por consiguiente no hay conflicto; pero al mismo tiempo somos una facultad grande y hay gente con ganas de cambio y hemos encontrado el hueco, como suele decirse la ventana de oportunidad para hacer esto. Y yo creo que efectivamente una vez esté en marcha y se vea, y la condición para entrar aquí es el dejarse ver, habrá mucha más gente que quiera entrar".

 

¿Para qué?

Gonzalo Jover y Mariano Fernández Enguita hablan con pasión del nuevo espacio, de sus posibilidades, de cómo puede ser un antes y un después para los estudiantes y, antes incluso que para ellos, para los propios profesores. El hiperaula cambia muchas cosas y la primera es, sin duda, la manera de impartir las clases.

 

- ¿Qué le cambia a un profesor el hecho de impartir su clase en un hiperaula?

- Gonzalo Jover: Cambia sobre todo la forma de entender lo que es la educación. Que ya no es sencillamente algo que nace en el profesor y va al alumno, una especie de relación unidireccional. Ahora todos ya sabemos que no es así porque eso estaba bien cuando entendíamos que el profesor era el que tenía el conocimiento, y se trataba de que de alguna manera lo distribuyese. Ahora no es así. El conocimiento está por ahí, está al alcance de todo el mundo, está en el hiperespacio como se suele decir, y el profesor se convierte sobre todo en alguien que lo que tiene que saber es cómo organizar eso, cómo organizar la situación para que los estudiantes accedan a ese tipo de conocimiento que ya no es exclusivo suyo, sino que está circulando por el mundo. A nosotros también nos exige un cambio de mentalidad, un cambio de lo que tenemos que hacer.

 

- Mariano Fernández Enguita: Lo fundamental es que en el hiperaula el espacio, y con el espacio, el tiempo y la actividad, son totalmente reconfigurables. Podría decir que es amplio, y lo es; que es abierto y lo es; que es flexible y lo es; que es muy móvil, y lo es, aunque igual parece redundante porque los muebles son por definición móviles pero cuando se atornillan al suelo dejan de serlo... Todo eso es verdad, pero lo más cierto es que es reconfigurable. Tú puedes organizar una suerte de aula tradicional, una mesa redonda, montones de grupos, aislarte un poquito por aquí y por allá... Es reconfigurable y, por consiguiente, el profesor no se va a encontrar una propuesta de espacio, sino un espacio en el que tiene que hacer una propuesta. El profesor diseña esto. Cuando digo diseña quiero decir que tiene que decir si su clase va a ser colectiva o en grupo; si va a distribuir el tiempo así o "asao" ... Lo hemos llamado hiperaula porque en ese sentido es un hiperespacio. Nosotros jugamos fácilmente y sin restricciones con las dos dimensiones, que es lo que todo el mundo piensa; jugamos con la tercera, puedes estar sentado más en alto o más en bajo. Y la cuarta dimensión es el tiempo; podemos hacer lo que queramos con el tiempo. El primer grupo que por calendario se hará aquí será el del máster de Formación del Profesorado. Tendrán dos horarios de entrada y dos de salida, pero podrían tener 80, tantos como alumnos, siempre y cuando sepamos combinar lo que es tiempo común, con lo que es tiempo individual, con lo que es tiempo de equipo, etc. Esto lo permite. En ese sentido es una reconfiguración radical de lo que era el aula, en la que metemos a toda la gente en el mismo sitio, de tal manera, que como en una huevera todos estén mirando al profesor, el profesor en alto para ver a todos, vigilándoles...

 

- G. J.: A mí, precisamente porque este es un entorno muy tecnificado, con mucha cosa moderna y tal, me gusta decir que es un espacio poético. Porque aquí se trata de venir a crear; aquí no está todo predefinido. El profesor va a venir aquí, se va a encontrar con una serie de cosas, múltiples, que puede manejar de diferentes tipos de maneras. Igual que la poesía tiene unas normas aquí también hay unas normas. Hay que usarlo para algo en concreto, pero dentro de eso tienes diferentes posibilidades para poder usarlo, igual que en la poesía se trabaja con las mismas palabras pero puedes configurarlas de maneras diferentes. Pues aquí pasa igual. Es un espacio abierto y poético. A veces hay reticencias por parte de algunas personas que piensan que en el fondo te vendes a la tecnología, que acabas con la dimensión, qué diría yo, más personal o íntima. No, para nada. Aquí hay un conjunto de recursos que tú podrás usar de una manera o de otra y para nada niega la figura del profesor ni lo que puede transmitir o hacer. En el fondo es su propia iniciativa. Este espacio da más responsabilidad al profesor. Ahora tenemos que aprender cómo hacerlo. Aquí si aburrimos a los estudiantes, sí que se va a notar. En las clases normales también se nota pero aquí no te puedes permitir ese lujo porque te van a decir: "Oye, eso por qué no lo estamos usando y aquello por qué no lo usas". A mí mismo, que aspiro a usarla y voy a hacer el curso de formación, me añade una cierta presión.

 

¿Para quién?

Aunque como avanzaba Mariano Fernández Enguita los primeros profesores y estudiantes en utilizar el espacio serán los del Máster de formación del profesorado de educación secundaria, la idea de la Facultad es que todos los estudiantes del centro pasen en algún momento de su formación por el Hiperaula. Como explica el decano, en ella pueden confluir más de un centenar de estudiantes a la vez, por lo que se trata de ir viendo cómo casar los horarios y los huecos. Tampoco se quiere, como señala el decano, que el nuevo espacio sea el único del centro con este diseño y tecnología, sino que el plan es ir extendiendo aunque sea "de una manera algo más modesta" el mismo planteamiento por otras zonas del centro.

 

¿Cómo?

La dotación tecnológica de la Hiperaula UCM incluye ordenadores personales ultrapequeños, ordenadores portátiles convertibles en tablets, cámaras interactivas inalámbricas, displays wireless para la transmisión inalámbrica de presentaciones, vídeos, etcétera, procedentes de ordenadores, tablets, smartphones..., monitores de 86 y 32 pulgadas, atriles electrónicos o un equipamiento de realidad virtual, que incluye mochila y batería de transporte y gafas de VR.

 

La Facultad ya ha programado un curso de formación para los profesores que quieran utilizar la Hiperaula. Como señala el decano, es tal la expectación levantada que en media hora se agotaron las plazas, por lo que el Decanato ya está tratando de organizar próximos cursos: "En los cursos - señala Jover- te van enseñar a utilizar los aparatos, pero cómo los vas a utilizar lo vas a diseñar tú. Esto va a requerir un cierto autoaprendizaje importante por parte de los profesores que lo quieran usar. Tenemos la ventaja de que esto es una facultad de educación, la gente es muy dinámica y el profesorado estupendo y todo el mundo quiere aprender. Pero causa cierta presión. Esto no es sencillamente el espacio en el que tú te vienes con tus alumnos y en lugar de sentarlos en fila los sientas de otra manera... No. Ahora tienes que empezar a usar todo lo que hay, y aunque es verdad que hemos ido introduciendo algún tipo de cosas en los últimos tiempos, no tiene nada que ver con el volumen y posibilidades que esto ofrece", concluye Gonzalo Jover.

 

TRABAJO EN EQUIPO PARA SU CREACIÓN

Si el Hiperaula es innovadora, también lo ha sido la manera de hacerla realidad. Como explica el gerente de la Facultad de Educación, Alejandro Cremades, desde el momento en que se decide crear la Hiperaula, se establece un equipo de trabajo en el que está presente tanto la dirección académica del proyecto, como la dirección de obra, la contratación, los diseñadores, los tecnólogos... Entre otras empresas, como destaca el gerente, se ha trabajado de manera conjunta con firmas como HP, Intel, Clevisa, Grupo AE y Grupo ACE. "Todos a la vez trabajando juntos desde el principio. De la misma manera -señala Cremades- que antes se contrataban las cosas dependiendo del presupuesto que había o con una tecnología que nadie había solicitado pero que nos habían vendido, la incorporábamos y luego teníamos que convencer al profesor de que utilizara eso que ni había pedido ni le gustaba; lo que hemos hecho aquí es justo al revés, Hemos primero preguntado al profesorado, a Mariano Fernández Enguita, como director académico del proyecto, cómo quieres enseñar, qué quieres hacer. Y nosotros hemos ido buscando las tecnologías que se adaptaban a las necesidades que ellos habían detectado para cambiar ese método de enseñanza. Con los muebles o el diseño, lo mismo: qué necesitas y yo los busco. Parte del éxito del proyecto radica en esto. Los medios han servido a la finalidad y no al revés", concluye el gerente de la Facultad, reconociendo que la creación y equipamiento del hiperaula "es un poquito más caro" que las de un aula tradicional, pero está dentro de los estándares de inversión de la Facultad". "Lo cierto, y como él no lo va a decir, lo digo yo -añade el decano Gonzalo Jover- es que el gerente se ha movido muy bien y ha conseguido precios muy buenos. La verdad es que no ha sido tan caro como pesábamos que iba a ser". Para concluir, el decano quiere también destacar el apoyo recibido por el Rectorado para hacer realidad el proyecto, "y no hablo de una palmadita en el espalda, sino de un apoyo real".

 

Vídeo de la construcción de la Hiperaula UCM

 

Galería de imágenes

Vista general de la Hiperaula UCM. Fotografía: Lab. MAV e Informática, Facultad de EducaciónMariano Fernández Enguita, Gonzalo Jover y Alejandro CremadesEntrada a la nueva Hiperaula UCMEl decano, flaqueado por Fernández Enguita, director académico de la Hiperaula UCM, y Alejandro CremadesUno de los espacios que se pueden componer en la hiperaulaA la inauguración de la hiperaula, celebrada a finales del pasado mes de abril, asistieron el rector electo, Joaquín Goyache, y el rector en funciones, Carlos Andradas. En la imagen, ambos con el decano Gonzalo Jover y el gerente Alejandro Cremades. Fotografía: Lab. MAV e Informática, Facultad de EducaciónAcceso al nuevo espacio

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