Cerca de 1.000 inscritos, procedentes de 40 países, están participando en la sexta Conferencia de la Asociación Europea de Escuelas de Trabajo Social, que organiza y acoge la Facultad de Trabajo Social de la UCM del 4 al 7 de junio. Como destaca la decana , Aurora Castillo, presidenta del comité organizador, se trata de una cifra récord de asistentes en la historia de estas conferencias, que en esta edición está dedicada a debatir sobre "las dimensiones de la calidad de la educación en trabajo social en una Europa en cambio". Para ello se están celebrando más de 500 comunicaciones, 80 pósteres, más de 60 simposios y 8 actividades precongresuales, además de visitas a centros sociales, como el de la Cañada Real, el SAMUR social o un centro de atención a personas sin hogar. La Conferencia cuenta con la presencia de 90 estudiantes voluntarios de Trabajo Social y de Traducción e Interpretación de la Facultad de Filología
Aunque la calidad de la educación es el eje central sobre el que girarán las intervenciones, con propuestas concretas sobre novedades a implantar en las aulas o temas en los que es necesario desarrollar nuevas líneas de investigación, por supuesto el motor de este congreso es el futuro del trabajo social en Europa. Como explica la decana, hay tres grandes temas que en estos momentos se trabajan de manera transversal en el continente. El primero es la problemática/oportunidad que supone la inmigración "y cómo los trabajadores sociales tenemos que afrontar esta cuestión de los movimientos masivos de gente que tenemos que acoger porque nos sentimos responsables", puntualiza Castillo. Otro área en la que se está trabajando mucho es la diversidad, su fomento e inclusión. Por último, están los temas ecológicos, no sólo desde, por supuesto la defensa medioambiental, sino en especial su uso como herramienta con las que trabajar y ayudar a las personas. En este sentido, de acuerdo con la decana, en países como Finlandia ya es práctica habitual el empleo de los espacios naturales en el trabajo que se lleva a cabo con los inmigrantes.
Aunque en ocasiones, como reconoce la propia decana, las características o formas de ser propias de cada país pueden parecer muy diferentes, lo cierto es que "los trabajadores sociales, seamos de donde seamos, compartimos valores y objetivos. Aunque en cada país adaptamos estos valores y principios a nuestros códigos, la verdad es que las preocupaciones que tenemos son muy similares". Por ello, uno de los objetivos de la conferencia es generar redes para investigar problemas comunes europeos.
La inauguración de la Conferencia -que dado el elevado número de inscritos se trasladó al salón Mariano Yela de la Facultad de Psicología- contó con la presencia de la secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Ana Isabel Lima; del rector Carlos Andradas, y de Mar Ureña y Almudena Ruiz Escudero, en representación de los ayuntamientos de Madrid y Pozuelo de Alarcón, respectivamente. La sesión estuvo amenizada por la divertida actuación de Apple Golden Quartet.
La secretaria de Estado, quien es profesora asociada -ahora en excedencia- de la Facultad de Trabajo Social de la UCM, donde también se tituló, defendió en su intervención la necesidad de avanzar en un nuevo modelo social europeo, que no solo defienda el Estado de bienestar o el derecho al empleo, sino que afronte otros retos como puede ser, por qué no, el establecimiento de la tantas veces hablada renta mínima europea. De acuerdo con la secretaria de Estado, el papel del trabajo social debe hacerse cada vez más amplio. Por ejemplo, en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, "no solo debemos estar vinculados a los objetivos 1 y 10, la lucha contra la pobreza y la desigualdad, sino que debemos estar presentes, contribuir, en los 17", aseguró Ana Isabel Lima, para concluir que el papel del trabajo social debe ser ayudar a que todas las personas hagan efectivo su "derecho a tener una vida que merezca la pena ser vivida".
Sobre la educación en Trabajo Social, la secretaria de Estado también aportó su visión, estableciendo como ineludible una mayor interrelación entre la formación, la práctica y la investigación. También la innovación debe abrirse camino de la mano de las nuevas tecnologías. "La intervención on line debe ser pronto una realidad", concluyó.