El Instituto de Matemática Interdisciplinar (IMI) de la UCM organizó el pasado 23 de mayo en la Facultad de Matemáticas el acto de presentación en Madrid del informe "Impacto socioeconómico de la investigación y la tecnología matemáticas en España". Como explicó el director del IMI, Ángel Ramos, este trabajo es un encargo de la Red Estratégica en Matemáticas, asociación que engloba a instituciones matemáticas de toda España, a la consultora Analistas Financieros Internacionales (AFI). El informe concreta en valores la importancia de las matemáticas en la sociedad y sobre todo en la economía en España y lo compara con países de nuestro entorno. Los principales titulares son dos: la contribución directa de las matemáticas al PIB es del 10% y el 6 por ciento de los empleados en nuestro país hacen un uso intensivo de las matemáticas.
El informe también recoge que si estas dos variables, empleo y PIB, se amplían tanto en la contribución indirecta a la economía como en el uso más parcial de las matemáticas que hacen los trabajadores, estos porcentajes se elevarían hasta el 26,9 % en lo relativo al PIB y al 19,4 % de los empleos. Como indicó el propio decano de la Facultad, Antonio Bru, son buenas cifras, "aunque aún un poco alejadas de las europeas", pero lo verdaderamente importante es que "no sean flor de un día".
El informe lo presentó la consultora de AFI María Romero, quien antes de entrar revelar los datos más sobresalientes, abordó los detalles metodológicos del estudio, ya que estos suponían un "gran reto" al ser el primero estudio de este tipo que se realizaba en España. Según explicó Romero, el informe debía conjugar la consideración de las matemáticas como un bien público no apropiable, como puede ser el aire, que no se gasta por su uso ni se cobra por su empleo, con el intento de poner cifras a su contribución en la economía. Finalmente, esto se resolvió abordándolo desde un doble enfoque: por un lado su presencia en las ocupaciones -qué profesionales necesitan formación matemática para desarrollar sus trabajos- y, por otro, en los productos -cuáles utilizan los conocimientos matemáticos para su fabricación o para poder prestar sus servicios-.
La conclusión es que en España alrededor de un millón de trabajadores hacen un uso intensivo de las matemáticas, lo que supone el 6% del total de ocupados. Sin embargo, esta cifra se dispara hasta el 19,4, si se le añaden los empleos en los que ese uso es indirecto o inducido. En términos económicos, la contribución de las matemáticas al Valor Añadido Bruto -índice equiparable al Producto Interior Bruto- es del 10 por ciento, que se eleva al 26,9 por ciento si se incluyen las relaciones indirectas con otras actividades. Las actividades económicas en las que el informe considera que tiene mayor impacto las matemáticas son la informática, las actividades financieras, los servicios de telecomunicaciones y la rama de energía eléctrica y gas. Sin embargo, en el extenso listado de actividades en las que intervienen las matemáticas hay que señalar, por ejemplo, la seguridad y defensa, la genómica, la bioquímica, la meteorología, la logística, el comercio, la geografía, la planificación urbana...
En la comparación con otros países -aunque es cierto que no hay muchos informes similares- el impacto en la economía española es un poco menor tanto en repercusión directa como indirecta. En Reino Unido llega al 16 y al 43 por ciento, respectivamente; en Holanda al 13,2 y el 29,6, y en Francia al 15 por ciento, sin tenerse datos de la valoración indirecta. Esta comparativa lleva a los autores del informe a dar una serie de recomendaciones para situar a España en valores más altos. La primera la formulan como "repensar el modelo educativo para lograr que las matemáticas estén más presentes en los programas educativos y que los matemáticos tengan una mayor comprensión de la capacidad de aplicación al mundo real de las herramientas y habilidades adquiridas en su proceso de formación". Una segunda medida sería "mejorar el engarce entre el modelo de formación en matemáticas y las necesidades del tejido productivo, aproximando la Universidad y Centros de Investigación a las empresas mediante la celebración de reuniones, convenios de colaboración, prácticas profesionales de estudiantes, etc". En tercer y cuarto lugar en esas recomendaciones se sitúa la necesidad de impulsar el gasto en I+D+I en las ciencias matemáticas, e incrementar los incentivos a las matemáticas aplicadas. Por último, sería recomendable "visibilizar en el entorno empresarial la utilidad que reporta la incorporación de matemáticos en las diversas fases del proceso productivo".
Tanto el informe completo como su versión ejecutiva se pueden consultar en la web de la Red Estratégica en Matemáticas.
El decano Antonio Bru subrayó que es cierto que las denominadas ciencias de la computación y lo digital están teniendo un impacto enorme, y que en ellas las matemáticas son clave. De hecho, como recordó el decano, los estudios de Matemáticas son los más requeridos por los nuevos estudiantes. Bru confía en que esta situación "no sea flor de un día", aunque los datos de inversión en educación e investigación o simplemente el nulo incremento del número de profesores de matemáticas en todos los niveles educativos, no hace ser demasiado optimistas. "De las cinco grandes economías europeas, España es la única que no ha recuperado aún los niveles en inversión en educación e investigación anteriores a la crisis económica. De hecho, estos siguen retrocediendo", concluyó Bru.
Para el vicerrector de Planificación Estratégica, profesor de Matemáticas y miembro del IMI, Juan Tejada, las matemáticas viven ahora un momento dulce y están adquiriendo prestigio. Sin embargo, este es "un tanto oscuro, no se entiende bien. Por ejemplo, se dice que las matemáticas están detrás de los algoritmos, por lo que con lo que sucede en las redes sociales o el comercio, en muchas ocasiones quizá se corre el peligro de caer en un prestigio negativo". De acuerdo con lo señalado por el decano, Juan Tejada también advirtió de la falta de formación de matemáticos a nivel mundial, pese a que Facultades como la de la UCM hayan adquirido un prestigio que la están haciendo incrementar tanto la calidad como la cantidad de sus estudiantes.