Durante los días 22 y 23 de mayo de 2019, se ha celebrado en El Escorial el Mars Atmospheric Science and Recent Mars Missions Workshop. Este taller, organizado por los profesores Ari-Matti Harri, del Finnish Meteorological Institute de Finlandia, y Luis Vázquez, de la Universidad Complutense, se ha centrado en el análisis de la atmósfera de Marte, las interacciones atmósfera-tierra y el estado reciente de las misiones marcianas, tanto las que ya están en curso como las futuras. Durante el taller se ha aprovechado para hacer un homenaje a la trayectoria científica de los profesores complutenses Francisco Valero y Luis Vázquez, que acaban de cumplir setenta años de edad, o como este último bromea, "35 años en términos marcianos".
Luis Vázquez informa de que este congreso lo ha financiado Europlanet, "un ente europeo creado en base a proyectos financiados por la UE, que trata de crear un ambiente de estudio de la investigación espacial, involucrando a todas las instituciones, incluyendo industrias, universidades y, por supuesto, estudiantes, que son los vectores del futuro". Es, por tanto, una especie de consorcio europeo, del que surgen relaciones entre las diferentes instituciones, como "en el caso de la Universidad Complutense, que colaboramos de manera habitual con el Instituto Meteorológico Finlandés (FMI)".
Considera Vázquez que "el momento que estamos viviendo en estos momentos desde el punto de vista espacial es apasionante, y eso se ha puesto de evidencia en este congreso en el que todos los participantes forman parte de grupos de investigación que están desarrollando instrumentos que irán en las próximas misiones a Marte". En 2020 va a haber dos misiones importantes a ese planeta, tanto por parte de la NASA como por parte de la ESA y Rusia, y las dos van a contar con instrumentos españoles. Aparte, es probable que en 2021 haya también una misión de los Emiratos Árabes.
De acuerdo con Vázquez, en el taller de El Escorial se ha hablado también de "estrategias a más largo plazo, por ejemplo el intento de reducir los materiales metálicos en las próximas misiones, por la degradación que experimentan por la radiación, donde destaca el trabajo del profesor Alex Shvartsburg, de IKI, que es una de las tres patas sobre las que se sustenta la agencia rusa del espacio". Mientras esta es la parte científica, que depende de la Academia de Ciencias rusa, luego está la que se dedica a hacer instrumentos, y por último Roscosmos, que es la más famosa, que es la que hace los lanzadores.
Marte en la UCM
Toda la estructura de estudios de Marte en la Complutense comenzó con la creación del Centro de Astrobiología (CAB), del que Luis Vázquez fue cofundador junto a otros como el profesor Francisco Anguita, de la Facultad de Ciencias Geológicas. Desde el CAB nuestra Universidad tuvo la oportunidad de participar en el desarrollo del REMS, uno de los instrumentos que llevó a bordo la misión espacial Curiosity, que llegó a Marte en 2012. Vázquez fue el investigador principal de ese proyecto REMS, con una idea que sigue manteniendo en la actualidad, que es la de generar entorno investigador, "para lo que es fundamental contar con buenos y suficientes datos". De hecho, en estos momentos, la UCM está inmersa en el análisis de datos de varias misiones, como Mars Express, Mars Science Laboratory e InSight.
Esos datos se analizan gracias a la técnica de cloud computing, y "de ahí la importante colaboración con el grupo de Ignacio Martín Llorente, de la Facultad de Informática". De hecho, el equipo de la Complutense implicado en estos estudios es realmente multidisciplinar, porque incluye a investigadores y profesores de Físicas, Matemáticas, Químicas, Informática... a los que se unen profesionales de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Universidad Politécnica.
Los complutenses, tras REMS, se embarcaron en el proyecto MetNET, que supone una colaboración estrecha entre Rusia, Finlandia y España con un objetivo muy concreto: conocer mejor las condiciones ambientales de Marte para facilitar, por ejemplo, los futuros vuelos tripulados a dicho planeta. Este proyecto, de acuerdo con Vázquez, ha permitido desarrollar un entorno de investigación del que han salido varias tesis doctorales, así como el desarrollo de instrumentación que, en parte, aterrizó en Marte en noviembre de 2018 con la misión InSight de la NASA. Vázquez tiene claro que "una misión puede fallar, pero lo fundamental, y lo que no se pierde nunca, es crear un entorno de estudio, de investigación y de formación".
Aparte de la participación complutense en las misiones de 2020, Vázquez informa de que se ha conseguido "un proyecto de casi un millón y medio de euros de la NASA para construir un dispositivo que permita datar las rocas, basado en la luminiscencia a distancia, que también será útil para aplicaciones en la Tierra". Como el resto de proyectos, será un aliciente para las generaciones más jóvenes, tanto investigadores de la Complutense, como de las demás partes involucradas, que incluyen a la empresa Sensia, de la Universidad Carlos III; la empresa Alma que depende de la Agencia Espacial Italiana, donde trabaja el investigador principal de este proyecto; dos o tres universidades de Italia; otra universidad más y un centro tecnológico de Chipre; y la NASA a través de un grupo de Austin.