El 22 de enero se abrieron las puertas de la nueva Biblioteca María Zambrano, situada junto a la Facultad de Geografía e Historia y los dos edificios multiusos. Se trata de la biblioteca con mayor número de puestos de lectura de la UCM, 1.500, y está dotada de espacios diseñados expresamente para el trabajo en grupo y el uso de internet.
La apertura de la nueva biblioteca María Zambrano, que se ha hecho coincidir con el periodo de estudio de los exámenes de febrero, ha supuesto, según se indica desde la dirección de la Biblioteca Complutense (BUC), un incremento del 32 por ciento de zonas dedicadas a salas de lecturas en toda la universidad, un incremento también superior al 15 por ciento del numero total de puestos de lectura y hasta de un 17,5 por ciento del número de ordenadores de acceso público instalados en las bibliotecas de la UCM. Y, sobre todo, como se subraya desde la BUC, ha supuesto un aumento del 90 por ciento de los espacios hasta ahora dedicados al trabajo en grupo, algo realmente necesario con las metodologías de trabajo utilizadas en los nuevos grados.
La nueva biblioteca fue construida a la vez que los edificios multiusos situados entre las facultades de Filología, Derecho y Geografía e Historia. La demora en la concesión de las oportunas licencias por parte del Ayuntamiento de Madrid evitó hasta ahora su apertura. La licencia que ha permitido ahora su apertura afecta únicamente a la mitad del espacio que ocupa la planta principal de la nueva biblioteca. Ha quedado un espacio gemelo al ahora habilitado, de otros 6.000 metros cuadrados, pendiente de abrir, así como toda la planta inferior.
Aún en estos momentos se está a la espera, como señaló el rector Berzosa en el acto inaugural de la sala celebrado el 25 de enero, de que se conceda la licencia definitiva que permita el traslado de fondos bibliográficos a la biblioteca, en principio de unos 170.000 volúmenes. Cuando la biblioteca pueda abrirse en su totalidad, podrá albergar tres millones de obras.
La concesión a la UCM de la consideración de Campus de Excelencia Internacional ha tenido también una gran influencia en la apertura de la nueva biblioteca, ya que como señaló el rector Berzosa en la inauguración, entre las acciones señaladas por la UCM a llevar a cabo, si le era concedida la financiación que va ligada a la designación del CEI, figuró desde el primer momento la apertura de esta biblioteca y el acondicionamiento que era necesario acometer para ello.
Precisamente su innovador acondicionamiento es una de las señas de identidad de la nueva sala. Es lo que en la jerga bibliotecaria se denomina Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación, y que se plasma, entre otras características, en la adecuación de salas especialmente diseñadas para permitir el trabajo en grupo y responder así a uno de los criterios y exigencias del espacio europeo de educación superior. También la cobertura wi-fi en la totalidad de la instalación, así como la instalación de numerosos puestos informáticos y la disposición de zonas más relajadas en las que se permite el diálogo, abundan en esa misma dirección.
La adecuación de la sala en distintos espacios ha generado, sin duda, un gran debate entre sus usuarios. Como se puede comprobar en las redes sociales o incluso en las inmediaciones de la puerta principal de la biblioteca en los días siguientes a su apertura hay opiniones para todos los gustos. "Jamás he estado en una biblioteca tan moderna, bonita, acogedora y práctica como ésta", señala Olga, estudiante de Derecho. "Es sencillamente espectacular", añade Juan Luis, compañero de Olga. Ambos apoyan su positiva valoración en "su innovadora distribución, los amplios espacios que se han dispuesto para el trabajo en grupo, los numerosos puestos informáticos que se han instalado o, por ejemplo, su fantástica luminosidad". Otros, también hay que decirlo, creen que debería haber más puestos de lectura y menos zonas de sillones y lamentan que algunos utilicen precisamente esos cómodos asientos para charlar o tumbarse.
Lo que nadie puede discutir es que la nueva sala ha supuesto un destacado refuerzo a la oferta de puestos de lectura, tan demanda en una época de exámenes como la actual. Desde el primer día de su apertura, el 22 de enero, la sala de lectura ha estado prácticamente llena, y aún más durante los sábados y domingos en los que se ha mantenido abierta de 9 a 21 horas.
En el acto inaugural, el rector Berzosa subrayó, además de este servicio que se presta a estudiantes e investigadores, el propio hecho de la elección de María Zambrano para dar nombre a la nueva biblioteca, ya que "hace justicia al valor de una pensadora que como tantos tuvo que exiliarse tras la guerra civil, y que merece la pena recordar, ya que aunque aquí durante muchos años no hemos sido conscientes de ello, ha sido una de nuestras pensadoras con mayor influencia en el resto de Europa".