1.085 estudiantes de 34 países asisten desde este 8 de julio a la decimoctava edición de la Escuela Complutense de Verano. Les esperan tres semanas de clases y actividades prácticas en los 49 cursos que ya están impartiendo más de 500 profesores en las aulas de un buen número de centros complutenses. La Escuela, como señaló el rector Joaquín Goyache en el acto inaugural celebrado en la noche del 8 de julio en el Jardín Botánico de la UCM -que tuvo como punto central el concierto ofrecido por la cantante María Salgado-, se ha consolidado a lo largo de sus ya cerca de dos décadas de funcionamiento como "una de las mejores ofertas educativas del mundo para el verano".
Las señas de identidad de la Escuela Complutense de Verano (ECV), como coincidieron en señalar el propio rector y el director de la actividad, el profesor Manuel Álvarez Junco, son su orientación práctica, su transversalidad y su fuerte atracción internacional. Como recordó también Alberto Delgado, director de Banca Minorista de Banco Santander, patrocinador principal de la Escuela desde su primera edición, pocas actividades han sido "más eficaces que ésta a la hora de configurar un espacio latinoamericano de conocimiento, un espacio para el diálogo y la confrontación intelectual". Y es que la ECV, como enfatizaron el rector, el director y el representante de Santander, es un magnífico punto de encuentro entre estudiantes españoles y latinoamericanos. De hecho, en esta edición el grupo más numeroso de estudiantes, más de 500, según informa la coordinadora de la ECV, María Bautista, procede de México. Algo menor es el número de estudiantes españoles y, por este orden, de los que vienen de Colombia, Perú, República Dominicana y Argentina.
A todos los estudiantes y en especial a los que proceden de América Latina, el rector Goyache les transmitió una lista de deseos. El primero que ojalá se sientan en la UCM igual que los complutenses se sienten cuando visitan alguna universidad latinoamericana. Por supuesto, que esta experiencia les sea inolvidable tanto desde el punto de vista académico como vital. Y que ello les haga volver ya sea el año que viene a la propia Escuela o, por qué no, a realizar un grado o un posgrado en la Universidad Complutense. "Os estaremos esperando", concluyó el rector.
Las claves del éxito de la ECV son, sin duda, su amplio programa de ayudas económicas para la matrícula -este año se han concedido 750- y para alojamiento -300 estudiantes las disfrutan-, pero sobre todo la calidad y pertinencia de su oferta formativa. Divididos en cuatro escuelas temáticas, una por cada área del saber, los cursos buscan, como subrayó su director, Manuel Álvarez Junco, "actualizar competencias", y es por ello por lo que cada año se van incorporando nuevas propuestas-en esta ocasión hay 6 nuevos cursos-, que gradualmente van renovando la oferta académica. No obstante, hay cursos que, por supuesto con la necesaria actualización de sus programas, convocan verano tras verano un gran número de estudiantes. De hecho, tres de los 49 cursos que se imparten este mes de julio no han faltado en el programa de las dieciocho ediciones: "Tratamiento eficaces en la psicopa tología de las emociones, estrés y salud", dirigido por Antonio Cano; "Cooperación internacional para el desarrollo: política, gestión e instrumentos", a cargo de José Ángel Sotillo y su equipo, y "Dirección estratégica de recursos humanos", que dirigen los profesores Ignacio Danvila y Eva María Aguilar.
