A las puertas del décimo aniversario, el Festival DCODE, celebrado el 7 de septiembre en el campo de rugby de Cantarranas de la UCM, ha apostado este año por la veteranía y la nostalgia, sin dejar de guiñar el ojo a las nuevas generaciones de melómanos. Así, los talluditos pudimos disfrutar de un concierto único e irrepetible de The Cardigans interpretando, íntegro, su disco más mítico, Gran Turismo, sin olvidar regalarnos golosinas sueltas en forma de temas como 'Lovefool' o 'Communication'. Las nuevas generaciones, por otro lado, pudieron disfrutar de la frescura de Carolina Durante, encargados de abrir el festival, una mezcla de Hombres G y Los Nikkis, que están arrasando allá por donde van.
La jornada empezó temprano, a media mañana, y los grupos elegidos no iban a permitir que decayera la diversión. Los irlandeses Picture this y los españoles La casa azul dejaron el pabellón bien alto, haciéndonos olvidar que tan solo era medio día y que nos quedaban unas cuantas horas festivaleras por delante.
Los murcianos Viva Suecia inauguraron el escenario principal, y lo hacían a una hora tan intempestiva porque esa misma noche hacían doblete en Molina de Segura (Murcia), es lo que tiene la música y la ausencia de teletransporte.
He de reconocer que mi melancolía adolescente empezó a hacerse presente con los primeros compases de Eels, la banda de Mark Oliver Everett, que deambularon entre versiones, temas nuevos y, por supuesto, sus temas más conocidos. De The Cardingans ya he hablado, pero mi secreto (in)confesable es que disfruto muchísimo los conciertos de Amaral, jamás he visto un concierto malo de los maños, de hecho, he asistido a más de un festival cuyo ánimo han levantado gracias a su saber hacer. Esta no fue una excepción.
Otros irlandeses, los Two Door Cinema Club, fueron los artífices de que me tuviera que sacudir toda esa nostalgia que llevaba encima y ponerme a bailar con su pop rock desenfadado. Un acierto de programación por parte del festival fue colocar, justo después, a los franceses Caravan palace, cuyo electroswing me fascina, aunque en esta ocasión no estuvieran muy finos, no sé si por falta de una escenografía potente o porque no fueron capaces de terminar de conectar por completo con el público.
A los Kaiser Chiefs ya les escuché abandonando el recinto y pensando en si el festival preparará algo especial para su onomástica señalada, la décima edición.