Con aforo completo en sus cinco actividades, la Facultad de Ciencias Químicas ha acaparado la participación de la UCM en la Noche Europea de los Investigadores e Investigadoras 2019. María Luz Mena Fernández, vicedecana de Estudiantes y Prácticas Externas, informa de que cuentan con un pequeño apoyo económico por parte de la OTRI-UCM y de la Fundación para el Conocimiento Madri+d para realizar las diferentes actividades de divulgación a lo largo del año que, de acuerdo con Mayte Villalba, vicedecana de Investigación y Relaciones Internacionales, "son fundamentales para la Facultad". El rector Joaquín Goyache, ante un aula magna lleno de gente joven, reconoce que esta iniciativa "es todo un éxito", y recuerda a los políticos que "invertir en ciencia no es un gasto, es inversión de futuro". Añadió Goyache que "la universidad española produce el 70% de los resultados científicos, y toda la sociedad nos beneficiamos de esa investigación". También Federico Morán, director de la Fundación para el Conocimiento Madrid+d, se congratuló por ver a tanta gente joven interesada por la ciencia y les animó a disfrutar al máximo de la experiencia.
María Luz Mena Fernández cuenta que las cinco actividades de esta Noche Europea de los Investigadores e Investigadores 2019, que han contado con la coordinación de la investigadora del departamento de Química Física de la UCM, Mercedes Taravillo, se han aglutinado en la Facultad de Químicas porque este es el Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos. Ayuda además, como reconoce el rector Joaquín Goyache, que "la química es vida, y es la base de muchas otras disciplinas científicas".
La primera de las actividades ha sido "Descubre la Química en acción", que se celebró por la mañana en el aula magna y que cambió el nombre a "Químico por un día" en su versión vespertina. En ella todos los participantes asistieron a una exhibición en la que "se pueden sentir como auténticos químicos, y además enfundados en batas, guantes y gafas de laboratorio, realizan sus propios experimentos con elementos comunes en nuestra vida cotidiana". Considera la vicedecana que de esa forma se pretende conseguir una mayor implicación y comprensión, a la vez que se toma contacto con aspectos interesantes de la Química, que "desde un punto de vista teórico pueden resultar más complejos".
A lo largo de esta actividades se realizaron una serie de juegos, en los que los participantes tuvieron que reconocer los elementos de la tabla periódica y los instrumentos que utilizan los químicos en el laboratorio, "aunando así diversión y formación".
En la divertida, y a veces espectacular, sesión se habló del ADN, de las moléculas del amor, de los aromas de las flores... Y se enfrentó la imagen tópica del químico como un científico loco con la de un investigador serio, que trabaja en grupo y que con sus descubrimientos intenta mejorar el mundo.
Una serie de voluntarios, casualmente todos ellos de doce años de edad, pudieron hacer experimentos con nitrógeno líquido, con mercurio y con nitratos de plata. Siempre ayudados por un amplio grupo de 13 investigadores en el escenario, más 23 colaboradores que consiguieron que la experiencia fuese todo un éxito.
Los pósteres
A lo largo de toda la jornada estuvo también disponible la exposición "Conoce los retos científicos actuales", instalada en el vestíbulo del edificio A. Allí, a través de pósteres se presentaron los trabajos realizados por científicos de la Facultad, que dieron a conocer cómo se afrontan los retos de la sociedad actual. La parte más importante de esta actividad es que los científicos, autores de los pósteres, estaban allí presentes, tanto en turno de mañana como de tarde, para hablar con cualquiera interesado en su trabajo.
La profesora Aurora Santos, del Departamento de Ingeniería Química y de Materiales, una de las participantes en estos pósteres explica que en ellos han resumido algunos de los trabajos que están realizando en la Facultad y que tienen un interés para la sociedad "porque contribuyen o mejoran aspectos como el medio ambiente, la sanidad...". Su trabajo en concreto es un proyecto europeo Life, de 2,1 millones de euros, coordinado por el gobierno de Aragón y que cuenta con un desarrollo científico previo (realizado en la UCM) y con una aplicación sobre el terreno, en este caso para "remediar un problema de vertidos de pesticidas obsoletos que ocurrió en muchos lugares de Europa, y en concreto en España, en Sabiñanigo, donde una empresa vertió varias decenas de miles de toneladas en vertederos inseguros, con lo que ese residuo ha ido llegando al agua subterránea" y es un peligro real para el suministro dedicado a la agricultura o al consumo humano directo. Para resolverlo se están inyectando surfactantes biodegradables, hasta una profundidad de 40 metros, para eliminar in situ el problema, "y de momento con muy buenas perspectivas".
Álvaro Martínez del Pozo, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular, explica frente a su póster el trabajo de su grupo, que trabaja con proteínas de venenos con la idea de convertir toxinas en tratamientos. Por un lado estudian, a nivel molecular cómo funcionan las proteínas tóxicas, tanto de anémonas como de arañas, que "son toxinas que hacen poros en las células, con lo que las células revientan". Explica Martínez del Pozo que las arañas, normalmente, comen insectos, así que el objetivo a largo plazo es "diseñar un insecticida, seguro para el humano pero también para las abejas, lo cual es muy importante desde el punto de vista medioambiental".
Frente a otro de los pósteres, Javier Narbona, estudiante predoctoral de la Facultad, cuenta que en su grupo trabajan con unas toxinas de hongos que se unen al ribosoma, lo parten, y eso hace que la célula ya no pueda sintetizar proteínas y muera. En los experimentos se utilizan esas toxinas con anticuerpos específicos para lo que se quiera, en su caso frente a tumores o alergias, que son las dos enfermedades con las que están trabajando.
Escape rooms
Mena Fernández añade que en esta décima edición de esta iniciativa de divulgación científica, la Facultad se ha sumado a "una actividad que ha revolucionado el ocio en los últimos años y en el que la ciencia ha encontrado una forma de divulgación amena y atractiva: las escape rooms". El objetivo de estos juegos de escape era resolver enigmas, combinando, en este caso, tanto ingenio como conocimientos de Química. Para esta jornada se han preparado dos actividades de este tipo, QuimiEscape Lab y Escape Lab: Tabla periódica. La primera de ellas se ha dirigido a un público joven, estudiantes de segundo de bachillerato, y la segunda a estudiantes universitarios del grado en Química. Mientras estos últimos se devanaban los sesos para encontrar las respuestas, las organizadoras contaban que lo habían puesto bastante complejo, aunque la respuesta no lo era tanto, porque eran los tres elementos químicos descubiertos por españoles: platino, wolframio y vanadio.
Además de estas actividades llevadas a cabo en el campus de Moncloa, la UCM ha participado en otras tres organizadas por el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlo, en otras dos organizadas por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, y también ha habido representación complutense en la actividad Investigadores en la empresa. European corner, organizada por la propia Fundación para el Conocimiento madri+d en el Espacio Fundación Telefónica.
