Un nuevo impulso. Ese es el reto que se ha marcado el nuevo director de la Fundación General de la Universidad Complutense, Andrés Arias: dar un nuevo impulso para afianzar lo mucho bueno que se viene haciendo desde hace ya mucho tiempo, mejorar lo mejorable, y a la vez incorporar nuevas actividades. En ello quiere comprometer no solo a la nueva dirección -que junto a él forman el subdirector, Miguel Ángel Casermeiro; el gerente, Álvaro Costas, y el nuevo director de los Cursos de Verano y la Escuela Complutense de Verano, Víctor Briones-, sino sobre todo al personal que forma la Fundación. "Nosotros, la dirección, somos algo pasajero; los importantes son ellos y ellas, la gran plantilla que forma la Fundación, y su buen hacer demostrado desde hace muchísimos años", afirma Andrés Arias, quien ya ha ocupado destacados puestos de gestión en la UCM: fue decano de la Facultad de Trabajo Social y vicerrector de Relaciones Internacionales.

En los últimos años la Fundación ha centrado buena parte de sus esfuerzos en la gestión económica de la investigación, tarea, como considera el profesor Arias, imprescindible para la Universidad Complutense "y que, sin duda, se continuará prestando", pero que quizá ha hecho dejar de lado otra serie de funciones o actividades "que creo que en el imaginario colectivo están entre las que tiene que desarrollar una Fundación como la de la Complutense. La gente espera que nosotros desarrollemos actividades de tipo cultural, actividades de promoción de diferentes aspectos de la vida académica, que tengamos un papel activo en la formación -evidentemente no en la formación reglada, pero sí en otros tipos de formación-, que seamos un agente importante en la dinamización de la vida de la comunidad universitaria, también de la ciudad de Madrid e incluso, como se contempla en nuestros Estatutos, de otros lugares fuera de ella".

Aunque la nueva dirección de la Fundación ya tiene "algún nuevo proyecto en mente", lo primero que ha decidido es abrir "un proceso de pensar qué es la Fundación y de tratar de diseñar qué puede llegar a ser. Nos está ayudando -explica Andrés Arias- Gabinete del Rector y dinamizando el trabajo Nacho Parra. Por eso quizá es pronto para detallar ahora temas específicos. Queremos pensar desde dentro pero también queremos que piense la comunidad universitaria, qué quiere la comunidad universitaria que sea su Fundación. Dependiendo de los medios de los que dispongamos, decidiremos si podemos abrir un proceso participativo o no. Desde luego, a mí me gustaría".

Involucrar e ilusionar a la plantilla

La conversación con Andrés Arias se produce en una de las salas de juntas, en la tercera planta del entrepabellón 7 y 8 de la Facultad de Medicina, lugar al que se trasladó la Fundación hace un par de años. Allí ha citado a las personas responsables de las distintas áreas en las que está estructurada la Fundación. La intención de la nueva dirección es involucrar desde el primer momento al personal. El nuevo gerente, Álvaro Costas, insiste en esta necesidad de contar con todos. "Creo que tenemos un personal con mucha experiencia, muy bien formado y que está ilusionado. Pero tenemos que incidir en ello porque en muchas ocasiones lo que hacen no se ve, ni se sabe la importancia de lo que aquí se hace. Es verdad que es farragoso, pero es importante saber el volumen de investigación que aquí se gestiona y que esos proyectos no son unos proyectos al uso, si no que van a mejorar la vida de las personas, que van a luchar contra el cáncer, contra el alzheimer, contra la contaminación... Cuando hacemos Cursos de Verano y vemos el ambiente cultural que se respira; cuando se hacen las Escuelas, ahí están los reportes que llegan de Latinoamérica... Dentro, quizá, no se es consciente de la magnitud de la Fundación y realmente damos un servicio público. Nosotros no pagamos impuestos, no tenemos ánimo de lucro... Nosotros exportamos cultura, damos un servicio a la sociedad importantísimo. Y uno de los retos es que nosotros como personal nos demos cuenta de hasta donde llegamos, y nos ilusionemos tanto que hagamos muchas más cosas".

Comunicar lo que se hace

Uno de los objetivos inmediatos es, en consonancia con lo indicado por Costas, dar a conocer lo que se hace en la Fundación tanto dentro de la UCM como fuera. La responsable de Comunicación, Myriam Crespo, asume el encargo de potenciar este área. "Es fundamental llegar a todo nuestro público, tanto interno como externo, pero sobre todo nos cuesta mucho llegar al resto de compañeros de universidad, a nuestros estudiantes, a los propios investigadores... Queremos tener mucho más peso que el que hemos tenido hasta ahora y potenciar el valor que tiene la Fundación".

Más actividades formativas

María Bautista, responsable del Área de Formación, cree que puede ser un buen momento para retomar actividades formativas que quedaron aplazadas en tiempos de crisis. La Escuela Complutense de Verano, en estos momentos la principal actividad del área, también tiene retos por delante. El principal quizá sea elevar el interés de los propios estudiantes complutenses por esta actividad que en los últimos años atrae a más alumnas y alumnos de fuera de España que de dentro. La Escuela nació con vocación internacional, y esta ha ido incluso en aumento, pero también para dar una formación práctica complementaria a los complutenses. "Tenemos una potente herramienta para poder seguir haciendo cosas interesantes, como hemos demostrado a lo largo de muchos años y creo que todavía tenemos ganas y espíritu para seguir haciéndolo", concluye María Bautista.

David Contreras coordina, junto a Alejandro Cabero, las áreas de Congresos y de la Escuela Complutense Latinoamericana. "Queremos organizar congresos más importantes, incluso internacionales, pero ante todo que en las propias facultades se conozca el servicio que ofrecemos, que muchas veces desconocen que organizamos desde aquí los congresos. En el último año se ha incrementado mucho el número de congresos que hemos gestionado, pero queremos mejorar los servicios que les prestamos y poder hacer congresos tanto aquí en Madrid, como fuera. Sobre la Escuela Complutense Latinoamericana -continúa Contreras- queremos llegar a nuevos países, incluso explorar otros continentes. La UCM tiene vocación internacional y un gran prestigio exterior. Cuando viajamos nos damos cuenta del valor que tiene un título complutense y lo importante que es, para muchas personas que por motivos económicos no pueden desplazarse hasta aquí, que sea la Complutense la que llegue a sus países de origen".

Abrir el formato de la Escuela Latinoamericana a otros continentes

La apertura de la Escuela a otros continentes es una de las ideas que trae consigo la nueva dirección. Hay diversas posibilidades: Estados Unidos y su comunidad latina, la emergente Asia, pero ante todo la apuesta debe ser África. Lo explica el propio Andrés Arias: "La comunidad latina de Estados Unidos sería un sector de población que se podría beneficiar muchísimo de las actividades académicas que promovemos desde la Fundación. Asia también podría ser otro destino. Pero en este momento creo que los esfuerzos deben ir paso a paso, y África es posiblemente el más factible. Hemos tenido contactos con Guinea Ecuatorial, donde ha estado el rector recientemente. Hemos estado también con el embajador de España en Camerún y hemos estado hablando de la posibilidad de desarrollar un piloto de escuela africana allí. Con Estados Unidos, en concreto con la FIU (Florida International University) tuvimos ya contactos. Isabel Durán e Ignacio Lizasoain, del anterior equipo rectoral, mantuvieron una entrevista con su presidente y se planteó la posibilidad. Hay que verlo, pero no podemos ser ingenuos, y debemos, por ejemplo, tener en cuenta el problema de los visados, que lo puede complicar. Hay que verlo todo bien, pero sí, la idea es expandir la Escuela a otros continentes más allá de Latinoamérica y el más factible a día de hoy es África", concluye el director.

Cursos de Verano más atractivos

Junto a las Escuelas, el otro gran producto formativo de la Fundación son sus Cursos de Verano, que desde hace más de tres décadas se desarrollan en San Lorenzo de El Escorial. El profesor de la Facultad de Veterinaria Víctor Briones es desde hace escasos días su nuevo director -también de la Escuela Complutense de Verano- por lo que, aunque como advierte aún es pronto para anunciar posibles cambios o nuevas iniciativas , sí considera que el camino marcado en el resto de actividades de la Fundación es el idóneo. "Hay que ir con los pies en el suelo; aprovechar lo que ya está hecho y a partir de lo bueno ir evolucionando. La evolución es muy conservadora, conserva lo que vale y con pequeños cambios va mejorando, adaptándose y haciendo mejoras competitivas. Los Cursos de Verano son un escaparate muy bueno, en el cual la universidad y la sociedad se encuentran, interactúan, se enriquecen. Seguramente necesitan una revisión en cuanto a estilos, formatos, sedes, fuentes de financiación... Seguramente hay que incorporar algunas líneas esquemáticas que sean de interés para la comunidad universitaria y la sociedad en general, como el cambio climático, género, biomedicina, biotecnología, nuevas músicas... La idea es hacerlos de nuevo atractivos no solo para la sociedad, sino como se decía aquí antes, para los propios alumnos, a los que yo creo que el cambio de calendario les ha perjudicado en cuanto a las fechas".

Prácticas en empresas remuneradas

Otra actividad que desarrolla la Fundación y que no es muy conocida, ni en la propia Universidad ni por la sociedad, es su Área de Prácticas en Empresas. Como explica su responsable, Concha Aragoneses, "Trabajamos en conjunción con la UCM, a través de la Oficina de Prácticas y Empleo (OPE) y la plataforma GIPE. La diferencia es que trabajamos exclusivamente con prácticas remuneradas, como siempre hemos hecho desde que empezamos en 1993. Son prácticas por un mínimo de 400 € a media jornada. Eso nos hace diferentes porque no todas las prácticas son remuneradas o con un mínimo. En la actualidad tenemos unos 150 becarios en 70 empresas. El objetivo es claro: aumentar estas prácticas de calidad en la UCM. Se nos conoce poco. También -continúa Aragoneses- llevamos la gestión de la formación bonificada de la UCM. De las nóminas de cada trabajador hay un porcentaje que va destinado a formación. La empresa acumula ese crédito que puede consumir a lo largo del año en formación para sus trabajadores. La UCM se dio el año pasado de alta como centro que puede impartir formación en las especialidades que no aparecen en el catálogo y desde la Fundación pusimos en marcha el servicio de gestión de formación bonificada, que acaba de arrancar. La idea es consolidar el servicio e ir aumentando su actividad".

Retos internos

De puertas hacia dentro la Fundación también tiene sus propios retos. Uno de ellos, como advierte la responsable de Personal, Almudena Pedrazuela, será la reposición de la plantilla. "Estamos en un punto -explica- en el que nuestra pirámide está llegando ya un punto en el que hay que empezar a pensar en el relevo generacional y los perfiles que queremos incorporar". Javier Tejedor, del área de Contabilidad, subraya la importancia de mantener los ingresos por matriculaciones en las actividades formativas, así como los que llegan a través de patrocinios. Esa será la manera tanto de asegurar la viabilidad tanto de los costes de personal como de las actividades que se organizan. Cristina García Bermudo, responsable del área de gestión económica de la investigación, pone el acento en la función social que cumplen al facilitar la transferencia de conocimiento y científica, tarea en la que colaboran y apoyan a los servicios de la UCM. Por último, Isabel Torres, responsable de la Asesoría Jurídica, incide en los cambios que se han producido en en los últimos años en la regulación de las fundaciones, sobre todo en el sector público. "Estamos muy constreñidos, con muchas normas de control y de fiscalización tanto por la Cámara de Cuentas, la Comunidad de Madrid, la Ley de Contratos, el nuevo Reglamento de Protección de Datos... Nuestra labor es que todos esos aspectos estén al día y facilitar el trabajo de todos. Es cierto que en los últimos años hemos hecho un esfuerzo muy grande para establecer unos protocolos de actuación que garanticen el cumplimiento de las normas, pero también es cierto que nos queda mucho que hacer y que esperamos poder culminar todos esos procesos".

Primeros proyectos diferentes

"En definitiva -toma la palabra el director, Andrés Arias-, con estos mimbres vamos a intentar mantener el cesto que ya había y si podemos, adornarlo un poco".

- Sé que ha dicho que aún es pronto para conocer en detalle esos "adornos", pero quizá alguno pueda esbozar... Ya sabe que a los periodistas nos gustan los titulares.

- ¿Quieres un titular? Te daré uno. Lo primero que vamos a hacer es un debate preelectoral con los diferentes partidos políticos sobre sus programas o propuestas en el ámbito de la educación superior y de la política científica. Nuestra idea es traer a las más altas representaciones de los partidos -no sabemos si solo con representación parlamentaria o también otros que parece que pueden tenerla- y contar con la participación de la comunidad universitaria, la plataforma de investigadores... Agentes relevantes que les puedan preguntar a los políticos o políticas qué ideas tienen de cara a los próximos cuatro años en educación superior y política científica.

- ¿Algún otro?

- Hay una frase que dice: "Empresas fuera de la universidad". Nosotros queremos: "Empresas dentro de la universidad, pero con criterios académicos". Vamos a intentar hacer una labor intensa en la búsqueda de iniciativas conjuntas y la búsqueda de patrocinios para desarrollar actividades. No es fácil, el contexto postcrisis lo ha puesto bastante complicado, pero nosotros vamos a hacer el esfuerzo máximo.

- ¿Un tercero?

- Tenemos una idea para poner en marcha una plataforma de crowdfunding para proyectos de personas de la comunidad universitaria, proyectos que no puedes desarrollar de otro modo y que tal vez con la solidaridad de los compañeros y compañeras de la Complutense y buscando también patrocinadores que nos puedan apoyar, podrían hacerse realidad. En este sentido, me gustaría incorporar lo que yo traigo de mi formación y de la Facultad de la que vengo, Trabajo Social, a la Fundación, algo que ya lo tiene, pero que me gustaría reforzar. Se trata de subrayar el espíritu solidario, inclusivo, de promoción de la igualdad, en todas las acciones que desarrollemos como valor principal y de servicio absoluto a la Universidad Complutense.