La Facultad de Derecho ha acogido la sesión de Encuentros Complutense titulada "Brexit: ¿El muro al final del puente?", en la que Jaume Duch Guillot, director general de Comunicación y Portavoz del Parlamento Europeo, ha asegurado que "Reino Unido empezó a irse de la Comunidad Europea el mismo día en el que entró en 1973". Tanto Duch Guillot como Ramón Luis Valcárcel, presidente del comité de expertos del Observatorio Europeo para la prevención y análisis de la Desinformación (organismo que se presentó oficialmente en este acto de la Complutense), son conscientes de que la ruptura ya no tiene vuelta atrás y de que supondrá un alto coste, para los países de la UE, pero sobre todo para Reino Unido, donde subirá el paro, la inflación y el precio de la comida, y disminuirá el PIB. Un futuro nada halagüeño para un país que ha sido uno de los pilares de la historia de nuestro continente, y que ahora genera uno de los grandes temas de preocupación en toda Europa, de ahí que, de acuerdo con Juan Carlos Doadrio, vicerrector de Relaciones Institucionales, la Complutense haya querido traer este debate a la comunidad universitaria.
Magis Iglesias, periodista especializada en información política y parlamentaria, y Ramón Luis Valcárcel coinciden en que el continente europeo se enfrenta al mayor reto tras la creación de la UE y que "nos asomamos a un abismo de descrédito creciente e incomprensible, de este proyecto que los españoles hemos asumido con gran pasión".
Para la periodista, el Brexit es la primera consecuencia de ese proceso de decadencia aparente, ya que es la ruptura abrupta de la Unión de uno de sus aliados, y con ello la reducción del peso de la UE en el panorama mundial. Algo que interesa a políticos de países como Estados Unidos y Rusia, y en lo que, de acuerdo con Valcárcel, ha tenido mucho que ver la desinformación. Asegura el conferenciante que "en este caso parece que estamos ante una realidad, como por ejemplo la injerencia rusa, algo importante ya que una de las grandes fábricas de las fake news está en el Kremlin de Putin, a través de dos canales de difusión, como son Sputnik y Russia Today, que informan siempre que los sistemas de democracias occidentales son fallidos y que sin duda han tenido mucho que ver en procesos de desestabilización como el que ha dado lugar al Brexit".
Cuenta Valcárcel que The Times denunció más de 150.000 cuentas que provenían de Rusia los días antes del referéndum y que casi el 100% eran contrarios a la UE. Esa información del periódico salió de estudios científicos universitarios, así que "son algo más que indicios de esa manipulación".
Para Jaume Duch Guillot, las fake news, la utilización de los datos de manera ilegal, las injerencias extranjeras... han hecho que "la gente llegara al día de la votación sin tener información de calidad sobre lo que se estaba decidiendo, y con la idea de que cada uno votaba sobre temas diferentes: Brexit, hospitales, un pasado nostálgico...
Entre los nombres de personajes implicados en este tipo de desinformación, Valcárcel señala a Matthew Elliot, "un antiguo diputado conservador y miembro destacado de un comité de conservadores amigos de Rusia"; Nigel Farage, "un personaje abyecto", y Steve Bannon, que es "probablemente la largo mano de Donald Trump a la hora de utilizar un peón para generar movimientos desestabilizadores".
Fuera desde el principio
De todos modos, Jaume Duch Guillot, insiste en que el Reino Unido empezó a irse de la Comunidad Europea en cuanto entró aunque al principio eso no era tan visible, porque incluso en 1975 hubo un referéndum a favor, pero enseguida comenzó una renegociación con respecto a la política agrícola, lo que "chocaba con la actuación de otros países que ponían más de lo que recibían, pero entendían el concepto de solidaridad".
Por ejemplo, en los ochenta, Margaret Thatcher, dijo aquello de "Devuélvanme mi dinero", y en cada reforma de los tratados ha habido renegociaciones con los británicos para saber a qué políticas se adherían a cuáles no. El divorcio político empezó a verse los dos años previos a la llegada de David Cameron al poder, cuando los diputados británicos del parlamento conservador abandonaron el grupo del Partido Popular europeo, y formaron un grupo más a la derecha con partidos que no están en los gobiernos de ningún país. Desde entonces "el líder conservador británico dejó de tener reuniones con los líderes de los partidos europeos importantes y eso les alejó de la familia proeuropea y los ha llevado a un extremo del hemiciclo del Parlamento Europeo".
Duch Guillot considera que el gobierno británico se convirtió entonces en un socio muy hostil, sobre todo en los momentos de crisis como las de la eurozona, la de los refugiados de Grecia, la necesidad de crear una solidaridad en un Estado de Derecho... Al final, Cameron propuso un referéndum a los británicos, pensando que no iba a llegar quizás, pero sí lo hizo y entramos en esa fase en la que una cosa que existía desde el primer momento ocupa un papel fundamental: la desinformación.
La negociación
Cuando deciden irse, "en referéndum consultivo, que no debería por qué tener obligación legal", se inicia una fase de negociación del divorcio, en la que todavía estamos. Luego vendrá saber qué relación establece Reino Unido con la UE, en una negociación que será más complicada, sobre todo si no hay acuerdo de separación, sin un marco común de entendimiento.
De acuerdo con Duch Guillot, durante todo este proceso de negociación la UE ha funcionado con absoluta cohesión y su posición era muy sencilla: "Se quieren ir, bien, pero que lo hagan dejando claros los derechos de los ciudadanos europeos que viven en Reino Unido; atendiendo la financiación, porque hay que pagar la factura de los años ya programados; y dando una solución que no ponga en peligro la paz en Irlanda".
A fecha de hoy nadie sabe qué va a pasar de aquí al 31 de octubre, momento en el que Reino Unido debe abandonar la UE con o sin acuerdo. Duch Guillot informa de que "parece que hay una cierta esperanza de un acuerdo conseguido in extremis, precisamente por el problema irlandés, aunque también hay una tercera posibilidad y es que el Reino Unido pida otra prórroga mientras acaban de decidir cómo quieren salir de la UE. Eso sí, la UE pueda aceptarla o no la prórroga, en función de cómo se justifique".
Sea como sea, afirma el conferenciante "se abre una nueva etapa para la UE, con muchas iniciativas que se quieren llevar a cabo en los próximos años y que quizás se hagan mejor sin los británicos, que muchas veces han sido un freno que no han permitido avanzar a la UE".
Las consecuencias
Ramón Luis Valcárcel, ofrece las cifras exactas del primer coste del Brexit: "39.000 millones de libras es el dato al que podemos hacer referencia, para el Reino Unido, y para la UE 16.000 millones de libras, lo que va a generar un daño importante dentro de la Unión".
Tiene claro que a la sociedad le debería interesar que el menoscabo sea el menor posible, en temas como por ejemplo la movilidad, que es algo consustancial a los jóvenes, como no lo fue en otras generaciones. Opina Valcárcel que programas como el Erasmus, que nos ha permitido creces en valores, como la solidaridad, van a ser dañados por este Brexit que ya nadie pone en cuestión.
Aparte de eso, en España viven 300.000 británicos, que van a ver que dejar de disfrutar de los derechos por no estar en la UE, ya que de ellos 115.000 son jubilados, que ya no podrán utilizar servicios como la sanidad. "Aquí no lo vamos a pasar bien, porque en algunas regiones española la actividad exportadora es realmente importante, y todo eso se acaba porque habrá una enorme complejidad en los aranceles, pero eso hará que la comida sea más cara también para Reino Unido", asegura Valcárcel.
Cree además que en Reino Unido "habrá colapso comercial, crecerá el paro y la inflación, descenderá su PIB... Son algo más que números, es una quiebra de un estado miembro que tendrá un efecto arrastre sobre el resto de la Unión".
Frente a esa visión, Duch Guillot encuentra un aspecto positivo, y es que "el Brexit ha reforzado el sentimiento proeuropeo de los ciudadanos del continente, incluso en países donde se pensaba que no les importaría irse. En este momento el porcentaje global que considera que es beneficioso está en torno al 70%, el más alto de la historia de la UE".
Como el tema da y dará mucho que hablar, el vicerrector Juan Carlos Doadrio promete que la Complutense albergará otros debates sobre el Brexit.