El Área de Estudios de Asia Oriental - China (AEO-UCM) organizó este 26 de noviembre en el salón de grados de la Facultad de Filología una sesión sobre "La segunda generación de chinos en España", que tuvo como acto central la proyección de "Xiao Xian", uno de los quince cortometrajes preseleccionados para los Premios Goya 2020. Es la primera vez que una película protagonizada por actores chinos, grabada en chino mandarín y dirigida por un español de origen chino, Jiajie Yu Yan, es preseleccionada para los Goya. El 2 de diciembre se conocerá si es una de las cinco producciones con posibilidades de alzarse con el premio en la ceremonia que se celebrará en Málaga el próximo 25 de enero. En la sesión participaron el propio director, la profesora del Departamento de Lingüística, Árabe, Hebreo y Asia Oriental, Consuelo Marco Martínez, y la periodista Paloma Chen.
"China ya no nos suena a chino", comenzó indicando la profesora Marco en su intervención introductoria. "Están entre nosotros". Consuelo Marco explicó como desde los años 80 la llegada de ciudadanos chinos a España y otros países occidentales se fue convirtiendo en habitual. Desde 1978 las autoridades de la República Popular China fueron relajando sus controles de movilidad, y en poco tiempo comenzaron a entregar visados a quienes simplemente "tuviesen un patrocinador (familiar o conocido) chino en un país extranjero que los avalasen". A España llegaron numerosos chinos con intención de ganarse la vida, abriendo comercios y empresas, habitualmente ligadas a la restauración, los bazares o la industria textil. Los principales "asentamientos" chinos, según informó la profesora complutense, fueron barriadas madrileñas como Lavapiés o Usera, la localidad también madrileña de Fuenlabrada, Santa Coloma de Gramanet, en las proximidades de Barcelona, y de manera ya menor en barrios de Valencia, Alicante y Bilbao.
Los inmigrantes chinos se asentaron en España y tuvieron aquí sus hijos. Es cierto, según señaló la profesora Marco, que la gran mayoría de aquellos inmigrantes que llegan a partir de los 80 no se han integrado totalmente en la sociedad española, han vivido en entornos grupales y han guardado con celo sus costumbres y cultura. Sin embargo, sus hijos, la segunda generación de chinos en España, sí han tenido o están teniendo una integración mucho mayor, debido fundamentalmente por su escolarización en el sistema educativo español. No obstante, esa integración no está siendo sencilla. "Son españoles pero tienen cara de chinos", señaló Consuelo Marco para dejar de manifiesto que pese a ser españoles como cualquier otro ciudadano de nuestro país, a ojos de los demás siguen siendo considerados como chinos. Su propia identidad cultural tampoco es totalmente española u occidental, ya que en sus casas siguen numerosas tradiciones culturales chinas. "Son chiñoles".
Esta situación que viven estos españoles de origen chino, chinos nacidos en España, "chiñoles", chinos de segunda generación o como se les quiera denominar, está siendo analizada en los últimos años desde numerosas ópticas. Documentales como el titulado "Chiñoles y bananas" (2016), de Susana Ye, o el más reciente reportaje periodístico "Crecer en un chino", de la periodista Paloma Chen, participante en la sesión celebrada en Filología, abordan este tema en primera persona. Como explicó la propia Chen -quien creció en un restaurante chino que regentaba su familia en Alicante- para los hijos e hijas de esos ciudadanos chinos que llegaron a España a partir de los 80, las cosas no son sencillas: "Aquí somos españoles pero tenemos esta cara y allí, en China, se nos considera extranjeros. Incluso la propia indefinición del término que se utiliza para denominarlos no deja de ser "estigmatizante". "Chiñol es una broma que utilizamos entre nosotros, pero para mí es algo excesivamente happy pensar que nos movemos con facilidad entre estos dos mundos. No es tan sencillo", concluyó Paloma Chen.
"Xiao Xian" es, según indicó Paloma Chen, quien además de periodista es promotora cultural, la primera obra "profesional y estéticamente impecable" que se realiza sobre los españoles de origen chino, los chiñoles "o como se nos quiera llamar". El cortometraje, como explicó su director, el barcelonés Jiajie Yu Yan, en efecto trata el tema. "Aunque el choque cultural no es el tema principal, sí queda reflejado de una manera sutil". La trama se sitúa en España, aunque hasta bien entrada la película no se le desvela al espectador, y trata sobre dos chinas de segunda generación. La protagonista representa el grupo que no ha roto con sus costumbres y sigue trabajando en el negocio familiar, mientras que la otra chica sí se muestra muy "occidentalizada". Según afirmó el director, su película es ante todo "una historia de amor". Tampoco tiene gran importancia para él que sea una historia de amor entre dos mujeres -algo que como señaló la profesora Marco está bastante mal visto en la cultura china-, ya que de hecho, si la chica de la que se enamora la protagonista "fuese un hombre tampoco cambiaría demasiado lo que quiero contar. Lo que quiero contar es el despertar al amor de una niña buena", concluyó Jiajie Yu Yan.